"Hasta siempre, don Gregorio", por Salvador Delgado Moya

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Y al final te fuiste!

Todos sabíamos que era cuestión de tiempo. Éramos conscientes del “paripe” que a diario, estabas haciendo.

Te pido que me dejes que te “tutee”, no es por atrevimiento,ni por evadirme de la educación y el protocolo, sino simplemente, porque fuiste tú, precisamente quien entró en mi vida y en la de mucha gente, sin  esperarlo y sin permiso, pero transmitiendo esa bocanada de novedad, optimismo y complacencia que a muchos nos hacia falta.

Cuando nos mostraron tu vida, pudimos comprobar cómo las carencias te hacen fuerte, y aún más con los objetivos que se anhelan.

Intentaste con predeterminación evadirte de una vida con tintes míseros y carentes de autodesarrollo que te impedían regalar y mostrar al mismo mundo tus virtudes.

Pero cuando el arte se emana es muy difícil esconderlo, tarde o temprano imperiosamente debe y tiene que brotar a borbotones, impactando con el receptor y estimulando hormonas que incitan a ser más feliz.

Porque cuando se disfruta, se es feliz, desviando los problemas hacia un lado, dándoles prioridad a la diversión,a las risas, a la ironía y a la locura...

Fue en aquella época, en aquel preciso momento, en el que “formateaste” las seguiriyas, los tarantos, las bulerías y las soleas, para dar paso a la exclusividad de lo auténtico y a lo insólito.
Destruiste los cánones establecidos. Ni eras guapo, ni alto, ni tu carrera atestiguaba una trayectoria sometida al humor...

Humor,si! Humor, inimaginable, inaudito, personal y adictivo. Con un vocabulario que emergía desde la mas absoluta sinceridad, acompañados de unos movimientos sincronizados con lo “no establecido” y con unos monólogos inalcanzables para muchas mentes inertes en el desarrollo neuronal de la alegría.

Pues bien, DON GREGORIO, no quiero ni pretendo regalarle los oídos,solo pretendo darle las gracias por muchos motivos; por la simpatía, por la ironía de sus actuaciones, por la valentía de descubrir nuevos horizontes, por la verdad y la calidad de sus palabras, por enarbolar la sinceridad y la autenticidad por bandera, por hacer que muchos de nuestros momentos en esta vida, tuvieran esos tintes de satisfacción, de risas, de humor, de magnificar lo irrelevante y en dar paso, en ocasiones, a una locura que nos hacia mucha falta.

Pero lo más importante no es  su trayectoria artística, ni mucho menos, lo más importante, es lo que ha transmitido con su rostro, con sus lágrimas, con sus sinceras palabras y por eso, tengo y debo darle las gracias..

Gracias, DON GREGORIO, por enseñarme que esta vida tiene sentido, gracias al amor, ese que le profesas a tu querida “Pepita”, aún no estando ya contigo. Sois la exquisitez en un dúo de almas enamoradas, que postradas a la realidad, alimenta vuestra y nuestras vidas. Tu compromiso con el amor, hipoteca tu vida hacia el abismo de la rutina, porque tu “media naranja “, tu Pepita del alma te falta, para percibir el oxígeno necesario para poder vivir. Eres un héroe de la lealtad, de la convicción, de la devoción y de la dedicación.

Sentimientos opuestos. Lágrimas y recuerdos en la tierra; alegría y reencuentro en el cielo. Que la eternidad sea testigo de la pureza y la atracción de vuestras vidas.

Gracias DON GREGORIO, por abrirnos su corazón, enseñándonos que  la franqueza y la confianza atesoran un vínculo imprescindible en la pareja; que la luz posee un brillo especial si tu media naranja te acompaña; que los  “te quiero” nunca deben acabarse; que las caricias te resucitan; que un abrazo y un beso estremecen los pilares de la existencia del ser humano.

Por eso DON GREGORIO, ha hecho usted bien en irse, a pesar de nuestro dolor y aunque parezca contradictorio, era ineludible que su presencia en lo terrenal poseía tintes de soledad, desesperación y anhelo. Quizás en el cielo, cuando estés con Pepita, puede que hasta los ángeles sucumban por presenciar tanto, tanto amor.

Se nos ha ido un gran señor, un gran cantaor, un gran humorista, un gran esposo y una inmejorable persona.

DON GREGORIO, hasta siempre. Mi más sincero reconocimiento a su trayectoria y que siga actuando como siempre, porque en el escenario de su vida, siempre tendrá un aforo inmenso, sincero, multitudinario y lleno de gratitud.
Hasta siempre CHIQUITO DE LA CALZADA!!!
Hasta siempre MAESTRO!!!
Hasta siempre DON GREGORIO!!!