Del 4 al 13 de julio, Casa Verde de Agaden. Jimena. Calle Sevilla.

-Bandera de Rumanía-
Para el alcalde, el principal aval de la Jimena integradora es que su término ha sido paso de muchas civilizaciones. Defendió así el fenómeno de la inmigración inherente a las circunstancias y evitó verlo como un problema.
La visión que tiene la gente de a pie en Jimena es respetuosa aunque algunos señalan algunos problemas con la comunidad rumana. Los jimenatos subrayaron que hay muchos y que donde más hay es en la Entidad Local Autónoma de San Martín del Tesorillo. "Se dedican a la naranja y a la construcción", precisaron. A su vez, las mujeres suelen cuidar a gente mayor. "Hay muchos que no están censados porque están de paso", advirtieron. Por la mañana temprano, unos 20 esperan que alguien les dé trabajo en la Estación. "Los que se dedican a la construcción van a notar la crisis. De hecho, ellos serán los primeros en sufrirla", dijeron.
Un vecino de Tesorillo, sin embargo, dijo que los vecinos de la ELA están un poco a la defensiva con el colectivo. "Un robo puso las cosas delicadas", reveló.
A las siete de la tarde las plazas de Jimena y Tesorillo se llenan de rumanos. Con asiduidad, comentan los autóctonos, acuden con latas de refresco, cervezas y pipas. Todos hablan perfectamente español e incluso conversan con facilidad con los británicos. "Dicen que Rumanía es un país atrasado y manejan su idioma originario, el español y el inglés", comenta con sorpresa una señora.