"Pedro Sánchez, el Maquiavelo del siglo XX", por Enrique Alonso

Enrique Alonso en miembro de Podemos Jimena.

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Al filósofo Nicolás Maquiavelo se le atribuye la frase “el fin justifica los medios”; con lo que con tres palabras resume una forma de hacer política. Zapatero ya dijo que en su mesilla de noche tenía el libro “El Príncipe” de N. Maquiavelo, lo cual demuestra el interés que tiene este personaje en las vidas de nuestros políticos.

PODEMOS, en un gesto de transparencia, ha dicho “al pan, pan y al vino, vino”, poniendo sobre la mesa de una forma muy clara, los puntos sociales y los ministerios que quiere en ese futuro Gobierno. Esto no ha sido acogido de buen grado por PSOE, que está acostumbrado a negociar y repartirse los cargos en una mesa camilla y a oscuras.

Los políticos de la derecha, incluido Pedro Sánchez, van diciendo que de lo primero que hay que hablar y negociar son las políticas, y luego los sillones. Puro cinismo maquiavélico, todo este tinglado en el que estamos metidos desde hace dos meses, es simplemente para ver qué ilustres posaderas van a ocupar los sillones y sillas y, luego ya hablaremos de todo lo demás.
Los partidos de la derecha con el PSOE llevan dos meses hablando y negociando sillas y sillones. El primer reparto fue la composición de la mesa del Parlamento. Entre ellos decidieron que el sillón sería para el PSOE, y las sillas se repartirían entre (Cs PP, PSOE). El segundo reparto fue el de las sillas del Parlamento y entre los mismos, mandaron al gallinero a PODEMOS. Y ahora se está negociando a quién pertenecerá la Ilustrísima Posadera de la Presidencia de Gobierno.

P. Sánchez, como buen Maquiavelo, tiene como fin ocupar el sillón presidencial, usando como medios manipulaciones y mentiras. La primera manipulación la llevó a cabo con sus propios  militantes socialistas. Para neutralizar a los díscolos de su ejecutiva,  manifestó en el Comité federal que daría voz a los militantes y serían los que tendrían la última palabra sobre los pactos, cuando todos sabemos que lo que digan los militantes no es vinculante. Con esta manipulación ha conseguido callar a los barones/a díscolos y ganar tiempo, pero que tenga cuidado con esa manipulación porque los militantes no son ignorantes. Cuando el PSOE ha dado la palabra a los militantes, normalmente  no ha coincidido con las aspiraciones de sus dirigentes, recordemos “Almunia – Borrell", o lo que pasó con el PS de Madrid, porque la ideología  de las bases socialistas tienen alma socialistas al contrario que la de sus dirigentes, como P. Sánchez, que son más pragmáticos. (Una persona pragmática se caracteriza por aprovechar cada oportunidad con la finalidad de obtener un fin útil, o un beneficio propio).

Esta iniciativa será positiva para P. Sánchez si consigue un acuerdo con PODEMOS para neutralizar a los barones/a que se oponen a ese acuerdo, pero esa consulta será un mal asunto para él, si el acuerdo lo hiciera con Cs, con la abstención del PP, ya que no creo que las bases socialistas aprobaran esa opción.

La segunda mentira o manipulación es con los ciudadanos. Ante las cámaras de televisión va diciendo que quiere un acuerdo con los partidos progresistas y de izquierda y por detrás negocia con la derecha, como le piden parte de la dirección federal del PSOE, que desean la investidura de Pedro Sánchez con el voto de Ciudadanos y la abstención del PP, como una opción que ven con buenos ojos importantes dirigentes del partido. Para lograrlo mandó a José Enrique Serrano, asesor de Pedro Sánchez, a sondear al jefe de gabinete de Rajoy para saber si toleraría un gobierno con C's y, de momento, éste se ha negado. “Esto es la transparencia de la que hace gala”

En la manipulación utiliza palabras muy bonitas, con filosofía de izquierdas, pero los hechos desmienten sus palabras, los hechos son reaccionarios y se pueden catalogar de cacicadas; como hemos visto en el reparto de sillones y sillas que confirma un tripartito basado en el inmovilismo.
Esperemos que el PSOE deje de manipular y jugar con dos barajas y se ponga en serio en unas negociaciones con la parte del pueblo que representa PODEMOS. Pablo Iglesias, el viernes, fue muy claro con Pedro Sánchez: “no se puede estar casado y tener una querida”. Si el PP impide un acuerdo final de Cs con Pedro Sánchez, este no debe tomar el papel de Esteban en la “malquerida”.

Pedro Sánchez se tiene que decidir con quién quiere contraer el gran Sacramento social para formar el Gobierno de España y que no se demore.