lunes, 17 de agosto de 2020

"El rincón de los mayores . La amistad, una fuente de salud" , por José Antonio Hernández Guerrero

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El rincón de los mayores
La amistad, una fuente de salud

Pepe puntualiza que, durante toda la vida y, en especial, durante nuestra última etapa, además de la compañía, es esencial que recuperemos a los amigos.

 La amistad -nos explica- es esa importante forma del amor y esa relación personal que nos exige imaginación, reflexión, paciencia y esfuerzo. “Fijaos -nos dice- cómo la amistad ha sido considerada por los filósofos, por lo médicos y por los psicólogos como una fuente de salud y como un vivero de bienestar. Luis, nuestro experto latinista, nos ilustra sobre la importancia de la amistad en nuestras raíces culturales. Nos recuerda cómo la Iliada nos cuenta la profundidad de la amistad que une a Aquiles con Patroclo, y nos explica el valor “absoluto” que Aristóteles -en los libros VIII y IX de su Ética a Nicómaco- concede a  la amistad: “La amistad no sólo es necesaria, sino que es bella y honrosa. El cariño que se dispensa a los amigos nos parece uno de los más nobles sentimientos que el corazón puede abrigar”. José Carlos aprovecha para recordarnos que también en nuestra tradición cristiana la amistad es la manera peculiar de relacionarnos con Jesús de Nazaret: “a vosotros os llamo amigos”. (Juan 15, 13-15).


Es cierto que la amistad -como relación afectiva- está presente en las diferentes etapas de la vida, es una necesidad y una fuente de beneficios de elevados valores terapéuticos pero, por favor, no olvidemos que, en la ancianidad, su importancia es vital. Los mayores necesitamos amigos porque ellos son los que, por su proximidad y por su semejanza, mejor nos comprenden aunque no tengamos que darles muchas explicaciones. Es ahora, cuando ya nos hemos despojado de uniformes, de hábitos, de insignias y de títulos, cuando nos hemos bajado de las tribunas y de las poltronas, cuando podemos gozar de mayores facilidades para expresarnos con nuestra peculiar manera de ser y para comunicar con confianza nuestras inquietudes y nuestros sentimientos comunes. No es extraño, por lo tanto, que Julio -arquitecto, intelectual, escritor y artista- defina el cielo como ese lugar privilegiado en el que viviremos, celebraremos y disfrutaremos de la delicada, frágil y valiosa planta de la amistad.  

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Mientras que muchos hijos e incluso nietos treintañeros continúan aún sin abandonar la casa de sus predecesores, otros incluso se los descargan ingresándolos en residencias de ancianos, y eso que son de su sangre les criaron y les cuidaron. Esa es la verdad de nuestro tiempo y de un futuro seguro, salvo que Dios se los lleve antes de padecer la vejez. Y ESO QUE SON DE SU SANGRE y debiera de doler. ¿Qué se le puede pedir entonces a un amigo? Pues si, y a veces sin pedir nada a cambio, hay amigos que darían su sangre por un amigo o compañero. Sin embargo también están los amigos que cuando más los necesitas huyen de ti como si fueras un apestado, y son los más. Esa es la verdad de la vida y esa es también la más inhumana gratitud de un familiar o amigo, y repito, que son la mayoría de los que creías los mejores amigos.
Usted, amigo, dice lo que cree y piensa una buena persona, y yo, amigo, digo lo que cree y ve una persona de mundo, mala o buena, posiblemente nada más que regular. Es todo un placer seguir sus postulados, muy llenos -quizás demasiado- de buena y mejor voluntad, pero también de escaquearse intencionadamente la realidad: un defecto de las mejores personas.

Anónimo dijo...

La amistad se retroalimenta con los valores como el amor, la lealtad, la solidaridad, la sinceridad y el compromiso, y que se cultiva con el trato asiduo y el interés recíproco a lo largo del tiempo. A todos estos valores unidos le llamamos matrimonio, pareja y con todos estos valores engendran otro futuro amigo a disposición de la sociedad.

Todo esto es algo muy bonito, pero en muchos casos se va a la mierda, y todos esos valores se convierten en un solo segundo en hostilidad, odio, enfrentamiento, animadversión, rencor, desafecto, antipatía, antagonismo, repugnancia, repulsión, manía, asco, grima, náusea y aborrecimiento.

La linea que separa la amistad y la enemistad es tan delgada que con un solo pensamiento se traspasa.

Anónimo dijo...

.
La amistad como el amor,
son dones que se nos da
es, lo mejor que tenemos,
que no se puede comprar
ni con todo el oro del mundo,
lo podríamos pagar.
Y es tan fácil el perderlos,
es como una plantita
que día a día hay que cuidar,
o como una llamita
que de todo soplo de viento
la debemos preservar.
Si hemos llegado a viejo
con un amor o un amigo,
seremos mucho más felices
estaremos mucho más sanos,
más joviales y más activos.

Cristóbal Moreno dijo...

Gracias hemos de dar
a la vida y su emoción
a la vista y al paladar
y a ti de corazón
que nos ha de alegrar
poeta, vid del amor
señor del sol y el lar
majestad de razón
de alma y de la verdad
son tus letras Antonio
oro del mejor fervor
sentimientos de paz
diamantes en tazón
perlas de gran relaj
en los oídos con blasón:
estrellas de tu haz.

¿No eres tú, señor?
¿Me he de equivocar?
¿No eres tú el creador
del principio y el final
de amistad y amor
y tan bonita señal
en el poema anterior...?
¿Me equivoco o es verdad?