Luís Alberto Fernández Piña ha publicado este relato en la sección de narrativa del núm. 28 de la revista del Club de Letras de la Universidad de Cádiz SPECULUM, que se publica en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, y dirige José Antonio Hernández Guerrero.
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LUNA GALANA
Tú, belleza inmaculada, que observas desde tu alta distancia, pétrea, desde tu esbelta figura, iluminando las sombras deslizantes de la noche, bajo tu luz inasible, como reflejos inexistentes.
Eres la vigía de las almas errantes, la que confunde los pasos certeros y crea de la nada caminantes perdidos, la que hace soñar al despierto y renacer al eterno durmiente, la que refuerza los reclamos enamorados con susurros inconfesables.
Eres la deformadora de nuestras realidades, la tejedora de historias inventadas, la que escruta, impávida, sus propias ilusiones inanimadas: sombras de amor y temor, atrayentes de pasos silenciosos que hacen eco en la infinitud de la madrugada, en las brisas invisibles donde cuelgan, ignorados, los deseos inalcanzables.
Eres la observadora impoluta, la que me cobija con su indiferencia desde su fortaleza aérea. Siempre rodeada de esa nada que te hace tan tuya, creyéndote eternamente inaccesible, ignorando cada palabra, agradeciendo los silencios, desviando las miradas, ahogando los suspiros…
¡Ay, belleza que vistes de gala! Te deshaces con el tiempo, como las caducas hojas del otoño. Y se desmoronan tus promesas, que ya fueron arrastradas por el desgastado cauce del silencio.
¡Ay, belleza galana! Si yo pudiera estar ahí, y compartir tan solo unos segundos de esta vida ignorada; si yo pudiera respirar, aunque fuera una brizna, de tus suspiros exhalados; si yo pudiera oír esas palabras, nunca pronunciadas, por tus labios petrificados.
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