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Elegía a Juan Ramos Zarzuela “El Mellao”.-
LÍQUIDO MALDITO
Recuerdo el alma de un niño,
despierto, risueño y juguetón,
contemplando,
en su alrededor:
como pasa la vida
cómo
a sus semejantes,
callada…,
le viene la muerte
y que rápido se le va el placer.
Mira los huecos,
espacios dejados por seres queridos,
y decide:
que su vida es suya,
y de nadie más.
Que en su vida
solo manda él
y sobre ella solo Dios
Y decide:
que algún día,
sobre ella cogerá las riendas
para vivirla según su placer.
“Y deja volar el dolor de un niño
sobre un joven bueno e inocente
dejándose marchitar
tal como veía él a los hombres”
¡Ay, Juan, Juan Ramos Zarzuela¡
nombre abducido
por el del “Mellao”;
¡lástima de vejez perdida
-a los sesenta años-
en el abismo de lo desconocido,
tú…,
que solo tuviste presente!
Y aquél niño…,
¡nunca dejó de ser niño,
tras los vapores eufóricos
de un líquido maldito,
que se llevó el alma
de lo que jamás pudo ser!
Drogas, unas y otras,
que arañan y arrastran
a los insensatos,
solo…,
por ser buenos y sensibles.
¡Y ahora Juan,
hermano, amigo!:
“vuela Juan,
siendo lo que no fuiste,
por ser parte del engaño
y se,
lo que quisiste y no pudiste.”
Era tu vida,
y como tuya así la has vivido
¡Un espíritu dentro de la casa
de un personaje inolvidable!
Careta “charanguera”
sobre la de un moreno mozo bailarín,
pelo negro rizado,
cubriendo,
a un cuerpo galante y esbelto,
para triunfar
en todas las fiestas del cielo.
Vete en paz amigo,
que aquí en el pueblo,
tendrás ganada tu historia
¡”Juan el Mellao”!
¡Personaje inolvidable!
Ve en paz, al son de la música celestial.
Que nunca te olvidaremos.
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Cristóbal Moreno “El Pipeta”
10 de marzo de 2015
2 comentarios:
Muy bonito , y nunca mejor dicho
maldito liquido, un amigo que no te olvida.
Ese líquido maldito
del que hace tiempo
alguien dijo:
Que era un líquido divino.
¡Cuántas vidas se ha llevado!
Y a cuántas ha destruido
sin jamás haberlo probado.
Antes, no ha muchos años,
aunque no hay estadísticas,
debió de ser el por ciento
muy alto, pero que muy alto
ya que después del trabajar
el tiempo que libre tenían
lo pasaban en el chigre, tasca o bar
y lo que es mucho peor,
a ese líquido maldito
vaso tras vaso, tragando,
y así día tras día
hasta que, ahoga el alma
y destruye a la voluntad.
Entonces, ya no se puede vivir
si no se consume a diario,
día y noche sin faltar.
Llega a ser una enfermedad,
que, aunque ya no tenga cura,
sí se puede controlar
con ayuda, por supuesto
y un mucho de voluntad.
Más, no todos ayuda piden
ni admiten que se les dé,
esos, por desgracia terminan
dicen que mal. Yo digo que, muy mal.
Esposa y madre, destrozadas
y a las familias, deshechas.
La cosa está cambiando
y es que después del trabajo
ya pocos dedican su tiempo libre
a malgastarlo en el bar
con el vaso de líquido en la mano,
hasta la hora de cerrar.
Eso ya gracias al… cielo,
ocurre mucho, mucho menos
aunque desde hace algunos lustros
son la juventud y muy jóvenes
quienes los fines de semana
se inician en el consumo
y por doquier…botellones.
Maldito líquido, maldito,
que lo dejan los mayores
y lo consumen los jóvenes.
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16.04.16
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Antonio.- El niño del corchado-
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