Leído en Zona Verde. Por su interés reproducimos esta noticia.
La refinería que Cepsa posee en el municipio gaditano de San Roque sufría en la tarde del pasado viernes una parada no programada a causa de un fallo eléctrico que cubrió de negro el cielo de la localidad durante 30 minutos, provocando además fuertes olores que consiguieron alarmar a la población.
La portavoz de Verdemar-Ecologistas en Accíón del Campo de Gibraltar, Raquel Ñeco, que además es vecina de una barriada de San Roque, definió lo ocurrido como "dantesco, con el cielo negro por espacio de una media hora y un olor fortísimo que motivó la alarma entre la población, que llamó al 112".
A su juicio, el que la empresa se "escudase" en un fallo eléctrico es un "engaño" y una "falta de respeto total" porque desde hace 30 años "y pese a sus beneficios, siempre ganando, no invierten para reducir las emisiones, sino para aumentar la producción".
En este sentido, Ñeco criticó que "siguen los olores, los ruidos y los vertidos y eso la población lo nota", por lo que pidió a la Administración que "tome cartas en el asunto" y adopte medidas sancionadoras y especialmente económicas fuertes "porque el dinero es lo primero en su escala de valores".
Por su parte, el diputado nacional y portavoz de Los Verdes de Andalucía, Francisco Garrido, exigió que se plantee "de una vez por todas" un plan alternativo de futuro para el Campo de Gibraltar, "sin industrias contaminantes que están haciendo mártires a sus habitantes".
Garrido lamentó de esta forma el "problema constante" que supone esta fábrica para los habitantes de la zona y, junto a la balsa de fosfoyesos de Huelva, se constituyen a su juicio en dos 'puntos negros' "en los que se están cometiendo experimentos con consecuencias nefastas para su población". "Los ciudadanos están pagando con su vida el precio de tener estas industrias", condenó, para remitirse a los índices de mortalidad en estas poblaciones.
La refinería que Cepsa posee en el municipio gaditano de San Roque sufría en la tarde del pasado viernes una parada no programada a causa de un fallo eléctrico que cubrió de negro el cielo de la localidad durante 30 minutos, provocando además fuertes olores que consiguieron alarmar a la población.
La portavoz de Verdemar-Ecologistas en Accíón del Campo de Gibraltar, Raquel Ñeco, que además es vecina de una barriada de San Roque, definió lo ocurrido como "dantesco, con el cielo negro por espacio de una media hora y un olor fortísimo que motivó la alarma entre la población, que llamó al 112".
A su juicio, el que la empresa se "escudase" en un fallo eléctrico es un "engaño" y una "falta de respeto total" porque desde hace 30 años "y pese a sus beneficios, siempre ganando, no invierten para reducir las emisiones, sino para aumentar la producción".
En este sentido, Ñeco criticó que "siguen los olores, los ruidos y los vertidos y eso la población lo nota", por lo que pidió a la Administración que "tome cartas en el asunto" y adopte medidas sancionadoras y especialmente económicas fuertes "porque el dinero es lo primero en su escala de valores".
Por su parte, el diputado nacional y portavoz de Los Verdes de Andalucía, Francisco Garrido, exigió que se plantee "de una vez por todas" un plan alternativo de futuro para el Campo de Gibraltar, "sin industrias contaminantes que están haciendo mártires a sus habitantes".
Garrido lamentó de esta forma el "problema constante" que supone esta fábrica para los habitantes de la zona y, junto a la balsa de fosfoyesos de Huelva, se constituyen a su juicio en dos 'puntos negros' "en los que se están cometiendo experimentos con consecuencias nefastas para su población". "Los ciudadanos están pagando con su vida el precio de tener estas industrias", condenó, para remitirse a los índices de mortalidad en estas poblaciones.
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