miércoles, 8 de marzo de 2017

"La inocencia olvidada", por Luís Alberto Fernández Piña

Luís Alberto Fernández Piña ha publicado este relato en la sección de narrativa del núm. 27 de la revista del Club de Letras de la Universidad de Cádiz SPECULUM, que se publica en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, y dirige José Antonio Hernández Guerrero.
LA INOCENCIA PERDIDA

Los niños salieron en tropel entre gritos y carreras, como otra tarde más, en dirección al parque donde me encontraba leyendo. Las clases particulares habían terminado y salían con sus enormes mochilas balanceándose con fuerza en sus espaldas. Soltaron los bultos bajo un árbol y comenzaron con sus juegos imaginarios.


Se me acabó la tranquilidad. Cerré el libro, respiré hondo, y me dispuse a marcharme para que no me dieran un pelotazo. Sin embargo, cuando estaba a punto de levantarme, vi que los niños no se habían llevado ninguna pelota y que corrían de un lado a otro por el parque. Lo que me detuvo fue una imagen curiosa: una niña dio una palmada en el aire, como intentando coger algo que volaba entre ellos, y vi un pequeño destello de luz saliendo de sus manos. Me quedé un poco más en el banco, contemplando el juego de los niños. ¿A qué estaban jugando? ¿Qué era lo que cogían? Fuese lo que fuese iban detrás de algo que yo no lograba distinguir. Después de observarlos un rato, al fin la curiosidad se impuso y me dirigí a los niños para ver qué era lo que perseguían.

—Hola, niños, ¿a qué jugáis? ¿Qué bicho estáis intentando coger?

Ellos se me quedaron mirando un buen rato sin saber qué decir.

—No es ningún bicho. Usted no puede verlas, como tampoco pueden ninguno de nuestros padres porque sois ya adultos —me contestó una niña que mantenía sus palmas juntas, conservando algo en ellas—. Son hadas, hadas de la primavera, que vienen a abrir las flores de los campos.

Entonces abrió las palmas y vi un destello colorido, del tamaño de una libélula, saliendo de ellas. Al instante los niños perdieron el interés por mí y corriendo con alboroto tras el hada que jugaba revoloteándolos.
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