El próximo 21 de agosto se cumplen 75 años del asesinato de León Trotsky.
Lev Davidovich -su verdadero nombre- fue uno de los cabecillas fundamentales en la toma del poder por los bolcheviques tras la Revolución de Octubre.
Después, sus continuas desavenencias programáticas con Lenin y el temor de Stalin -consciente de su inferioridad intelectual- le hicieron exiliarse a México.
Aquel día de 1.940 el español Ramón Mercader entró en su despacho y le clavó un piolet en la cabeza. Jamás mostró arrepentimiento.
Moría un ideólogo y nacía una corriente que en España representó durante la Transición la Liga Comunista Revolucionaria.
8 comentarios:
este sí que era un socialista de verdad y revolucionario con lo que tenía que ser, no como ustedes Mata unos vendidos al poder.
Lo que olvida Mata es que lo.mataron por orden expresa de Stalin. Y hoy todavía hay partidos que se llaman estalinistas.
5.44: Ese no era socialista, era comunista puro y duro, Los tres mataron y deportaron a millones de minorías étnicas y religiosas que vivian en lo que llamaron URSS. Y su sistema politico ya se vio lo que dio de si en los paises comunistas: miseria y pobreza para el pueblo y vivir bien los dirigentes. Eso es lo que quieres?
Cuando cayó el muro de Berlin se vio la diferencia de vida entre un lado y otro. Y paises como Romania, Polonia, Bulgaria o Albania pasando hambre.
El mejor ejemplo de ese socialismo como dices es hoy Corea del Norte. Informate.
8:50 lo de esa gente no era comunismo sino totalitarismo que cambia la cosa y mucho
Por qué sigue escribiendo Mata con comentarlos insultantes desde el anonimato como el primero. ¿Cuanto le paga Bernardo por cada articulo? Será esa la razon
Cada vez que escribe Mata me lo tomo como cada vez que salen los Morancos por la tele, sabes a lo que vas!
Líbreme Dios de una centella o un rayo, de un burro en el mes de mayo y de un pendejo a caballo.
Cuando en este país vamos a dejar de matar al mensajero? Se puede estar de acuerdo o no con el Sr.Mata, lo que no es de recibo es la falta de respeto con que algunos le comentan sus escritos. Respetuosamente, Maria Guerrero.
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