Reconozco que cada año me ganan la partida y al final terminan por construir su nido justamente encima de mi ventana.
Son las máquinas voladoras más perfectas de la naturaleza. Dicen los expertos que el macho jamás posa sus patas en el suelo, pasan la mayor parte de su vida en el aire: comen, duermen y copulan volando y anidan, únicamente, para poner los huevos, incubarlos y criar a sus polluelos que una mañana sin necesidad de aprendizaje previo abandonan el nido para no retornar jamás.
2 comentarios:
Me encanta este artículo y es verdad Manolo todos los años veo sus nidos en tu ventana
Hoy de buena mañana
al ir a comprar el pan,
algo entre gis y negro
en el umbral de mi casa,
despacito se movía.
Pensé que era una rata
y cuando me acerqué vi,
que era un bonito vencejo
igual al de la fotografía,
Lo cogí y no se opuso,
pero al posarlo en mi mano
se agarró fuerte a mis dedos
que hasta las uñas me ha clavado.
Para ser un pájaro que según leí,
nunca se posa en el suelo,
y aunque de patas muy cortas,
bien que fuerza en ellas tiene.
Debía ser un adulto,
ya que un pollito de este año
aún no han debido de nacer,
solo hace unos días que llegaron.
Volví a casa con él
y subí a la terraza,
para que desde todo lo alto
cuando al aire lo lanzara,
pudiera el pájaro planear
y al planear, debería alzar el vuelo.
Planear, no planeó
tampoco cayó en picado
con un débil ”voleteo”
aterrizó en la casa de enfrente
en la mitad del tejado
Comenzó a querer escalar,
lo hacía con mucho trabajo
se encaramó en el caballete,
y allí se quedó muy quieto.
Bajé a comprar el pan,
cuando volví ya no estaba
No sé si consiguió despegar
y surcado está los aires
o, en el buche de una primilla
que la antena de la televisión,
desde hace un par de años
por percha la ha tomado,
o tal vez un gato negro
que merodea por los tejados,
con el pobrecito de vencejo
se haya desayunado.
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21.05.16
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Antonio.-El niño del Corchado-
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