domingo, 17 de mayo de 2015

"Mala cabeza", por Cristóbal Moreno El Pipeta

Martirio de San Juan Bautista.
Yo fui un niño que nací llorando por culpa de mi cabeza.
¡Qué vienen los moros, que cortan cabezas!


La guerra civil española la había dejado atrás y solo viví las necesidades de sus consecuencias.

En la escuela me enseñaron la Biblia, donde Herodías pide, y Herodes le concede, la cabeza de San Juan Bautista.

Después, tonto de mí, seguía llorando por cualquier cosa.
Y es que soy Piscis.

Seguí viviendo con mi mala cabeza, viendo películas donde volaban cabezas.

Ahora quiero llorar y no puedo; por culpa de tantos dolores de cabeza.


No obstante mi niñez la viví como un sueño; un  bonito sueño dentro de una vida feliz y en paz: una película de sosiego y amor, cariño y amistad.

Hasta que ví las cabezas cortadas.

Cabezas de cristianos que no lagrimeaban.

Y de nuevo he comenzado a llorar por las cabezas de los hombres.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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Siempre ha habido descerebrados
y también descerebradas,
como esta señora, Herodías,
(no por una vida adúltera)
sino por pedir del que la reprendía
le cortasen la cabeza
y se la sirviesen en bandeja.
En el mundo en todos los tiempos,
ha habido muchas gentes
que murieron sin cabeza,
muchos la perdieron de un tajo:
Unos en la guillotina
y otros, por golpe de hacha
lo hacían en plazas públicas
en lo alto del cadalso
dicen, que como escarmiento
yo creo que por diversión.
Pero siempre han existidos
los que pasan a cuchillo
degollando o decapitando
casi siempre a indefensos
viejos, mujeres y niños.
Cuántos en toda la historia
habrán perdido la cabeza
porque un descerebrado,
a otros no menos descerebrados
han enviado en vanguardia
casi siempre mercenarios
para que actúen de sicarios.
De… vergüenza.
.
14.04.16
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