Poema dedicado a la escritora y poeta Paloma Fernández Gomá, fundadora y directora de la Revista Intercultural Dos Orillas, directora honorífica del Certamen de Poesía Encuentros por la Paz de San Pablo de Buceite, autora de Acercando Orillas, y figura literaria imprescindible en la interculturalidad del Estrecho de Gibraltar.
-- HADA DE LAS MUSAS
Paloma, paloma eres:
pues revoletean tus letras
sobre el papel
igual que tu nombre
en las encimeras
del saber;convirtiéndose en versos
que huelen a dulce
saben a miel
y relucen como gotas
de rocío matutino.
Versos que tienen aliento
de terciopelo
y rebosan en las estrofas
como agua de manantial.
Agüita clara
discurriendo en el pensar
entre rocas añejas
serpenteadas
por arena loca
que se rozan con haces
de arco iris
y flashes plateados
de pececillos de colores.
Versos a borbotones,
a tropel,
que ignoran la rutina
y se convierten en abstractos
para ser paladeados por poetas
en sonajas
de cascabeles ciegos.
Palabras de escaleras impares
con peldaños
de enrojecido pudor.
Maniobras sutiles
con soldados consonantes
y peones de vocales.
Vocales engreídas
y creídas por imprescindibles
en un alfabeto vocal
de mayoría femenina
Entonaciones que se elevan
encadenadas
con eslabones de oro
en pendientes diamantinos
que se pierden en el universo.
Ecos con sabor a canela,
a té verde y limón
que marcan el papel
como cenizas que aspiran
en ser leídas
y aspiradas
por los sentidos del orador.
Sentidos que vuelan
como tu nombre:
….. Paloma,
rauda
veloz
certera y pacífica.
Toda tú eres:
poetiza en el gen de la vida
diluviando sentidos
con sentidos
de color
olor
y sabor de las palabras
ocultas
en el pozo de tu conciencia.
Película sin negativos
dando paz
y amor a las cosas;
rociándolas
de entonaciones perfectas
en renglones quebrados.
Escalones que conducen al cielo
al que los sube
leyendo
los paraíso de contrastes
en el que se ve
la verdad absoluta.
Encrestada
hacia un cielo
enmarcado de estrofas
vistas en el color que canta
la música de gloria universal.
Tu música de signos
que no sabe ver el campo sin almendros
ni las montañas
sin el reflejo “albar” del amanecer;
y que sin embargo vé
el iris de la naturaleza
el cristalino del alma
y el lado oculto de la luna
cuando esta te sonríe
con sus dientes de plata.
Tú, que aprecias:
el lunar de oro
y las lágrimas de rubí
del lucero del alba
cuando éste se despierta
para leer tus poemas.
Tú, Paloma,
eres todo eso,
y así te veo:
siendo hada de las musas
¡Sin conocerte siquiera!
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A Paloma Fernández Gomá,
con todo el respeto, de este su admirador:
Cristóbal Moreno Romero “El Pipeta”
marzo de 2013
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