"Y Jimena se quedó sin saber…", por Juan A. Vázquez

Fue en 2.007 cuando el anterior Alcalde contrató todo lo necesario para poner en marcha la televisión pública de Jimena, que como todos saben tiene de públicos los fondos con los que se paga, pero el contenido es exclusivo de un partido político.

No existe pluralidad, ni cuotas proporcionales, ni siquiera se pueden hacer eco de los comunicados de otros partidos (de los del PSOE sí, por supuesto). Es el NO-DO en versión Jimenata, que estrenó Pascual Collado en su primera campaña como Alcalde.

Desde el principio fui contrario al gasto en estos medios porque un Ayuntamiento tan hipotecado no puede permitírselo. Era como si una familia que no ingresa el mes ni la mitad de lo que le cuesta la hipoteca contratara el pack más caro de Canal Plus… ¿qué pensarían entonces? Yo al menos que tenían poca cabeza para administrar sus ingresos, y en este caso además ni eran sus ingresos, si no los impuestos de todos los vecinos.
Pero entonces se aplicó la mayoría absoluta, y se gastaron docenas de miles de euros en equipos, otros tantos en salarios y hasta una mosca carísima. Fue la fórmula empleada por Gómez, y a la postre Collado cuando el primero renunció a enfrentarse a las urnas, para no tener que gastar dinero del partido en su propaganda electoral.

Una vez pasadas las elecciones, una vez desembolsado el dinero, y sin posibilidad porque la mayoría absoluta así lo imponía, de evitar que se siga derrochando, pedimos algo muy simple: ya que está, que se informe de los actos públicos del Ayuntamiento, y más concretamente de los plenos. Pero eso no era posible, porque las cámaras de las televisiones locales tienen una alergia radical a los ediles de la oposición, y aún no se ha encontrado vacuna que las deje acercarse.

De este modo, las cámaras podían estar a cualquier hora, incluso de madrugada, grabando a los ediles socialistas en sus altares, presentando lo que fuera con tal de salir en la foto, pero por algún misterioso motivo jamás podían estar en el salón de plenos cuando había debates…

Y no sólo las cámaras, también estuvo prohibido tomar en audio o incluso llevar un ordenador portátil a los plenos, porque se podía hacer un “uso indebido” del mismo… y se quedaban tan anchos…

Esa ha sido la política socialista durante cuatro años: eludir el debate público del día a día, impedir que los ciudadanos supieran cómo se aprobaban tantas cuestiones, cómo se insultaba a los ediles de la oposición sin que pudieran responder porque en ese caso el propio Alcalde levantaba la sesión, o cómo se dejaban preguntas sin respuesta para dos meses después, luego se les había olvidado, y así durante cuatro años.

Eso sí, no faltarán quien quiera ahora un debate a su medida, con sus periodistas, en su casa, con sus preguntas, y a dos días de unas elecciones, como última oportunidad para lavar su imagen. Está claro que el PSOE no va a cambiar los aires políticos de Jimena, que nuevo candidato ni significa nada nuevo, si no sumisión a los de siempre y a seguir con la misma metodología, y así nos va…

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Juan Antonio Vázquez es portavoz del Partido Andalucista en el Ayuntamiento de Jimena.