miércoles, 26 de enero de 2011

"Sobre el entierro del joven José María Caracuel y otros actos", por Pascual Collado

Al fondo Fernando Gómez, Juani Jiménez y Pascual Collado
en un momento de la concentración.
En relación con los hechos acontecidos tras el sepelio del joven jimenato José María Caracuel, por el que todo el pueblo está consternado tras su fallecimiento; y tras las conversaciones mantenidas y comentarios que me han hecho llegar sobre este hecho, muchos vecinos, y para evitar la tergiversación de los hechos, quiero indicar lo siguiente:
Desde que me avisó la Policía Local a primera hora del sábado del fallecimiento del trabajador del Ayuntamiento de Jimena de la Frontera, José María Caracuel. Me trasladé urgentemente al Centro de Salud, que era el lugar donde estaba de cuerpo presente junto a su familia y avisé a la Concejala del Servicio de Limpieza y cementerios, que es el departamento donde estaba trabajando desde hacía algunas semanas. Me puse a disposición de la familia para lo que necesitaran conociendo las circunstancias familiares, ante un momento de habitual desconcierto familiar...
Tras consultar los motivos de la muerte, se me explica por parte de la familia lo que ya conocen todas las personas, y se me indica que se le tiene que hacer una autopsia. Por lo que nos ofrecemos a la familia para lo que estimen oportuno. Creo que es lo que debe hacer un Alcalde en estas circunstancias.
El cadáver es trasladado a Algeciras para que se le realice la autopsia durante el domingo por la mañana. Avisé para que cuando volvieran al tanatorio de San Pablo de Buceite, para interesarme por la joven familia y estar en ese momento también con ellos, siempre con el objeto de que todo estuviera a punto para la familia y si tenían algunas conclusiones de la autopsia. Por la tarde me pregunta la familia que quieren realizar una concentración en repulsa por la muerte, en el Centro de Salud tras el entierro. Es cuando hablo con los familiares más cercanos y les indico que normalmente cualquier concentración o manifestación debe ser autorizada por la Subdelegación de Gobierno, pero que si se mantenía la compostura, sin insultos, amenazas, sin que afectara a ningún servicio público, entendía que se podía realizar al menos un minuto de silencio.
Aviso esa misma tarde y hablo con el Director del Centro para informarle de que se iba a realizar una concentración el lunes por la mañana e igualmente aviso a la Policía Local para la correspondiente regulación del tráfico y peatones.
Durante el entierro existen muestras de mucho dolor y nerviosismo, habituales en cualquier muerte y especialmente en una persona joven. Me pregunta la familia que si iba a acudir a la concentración y les indiqué que sí. Tras iniciarse la concentración, y percibiendo el nerviosismo de algunos de los presentes, que querían cortar el acceso por la Avda. de los Deportes y profiriendo insultos muy graves, inmediatamente les requerimos a los familiares que desistieran de los mismos, que no era lo que habíamos acordado. El nerviosismo y los insultos van en aumento, por lo que hablando con los familiares proponemos hacer una mediación para que una representación de familiares hablen con el Director del Centro, por lo que accedimos al mismo y hablamos. Tras la salida y en pocos minutos se disuelve la concentración, creo que con mi intervención realizada en ese momento difícil, ayudamos a tranquilizar los nervios y a evitar otros males mayores que podían haber ocurrido.
Un poco resumido pero esas han sido las actuaciones que como Alcalde y junto a los miembros del equipo de gobierno, Fernando Gómez y Juani Jiménez hemos realizado desde que tuvimos conocimiento del fallecimiento de José Maria Caracuel.
Quiero manifestar que desde el primer momento he manifestado públicamente la profesionalidad y trayectoria conocidas por todos que tiene en el Centro de Salud el médico que atendió al joven, personalmente he tenido la oportunidad de comprobarlo con familiares en momentos muy complicados, pero también he dicho que cualquier persona puede equivocarse, por lo que una vez que se conozcan todos los informes y estudios pertinentes sobre el caso, y si en el caso de que se derivara alguna negligencia se exigirían todas las responsabilidades como derecho de cualquier usuario sobre cualquier servicio público.
Igualmente y lo mismo que he apoyado a la familia en estos momentos tan duros, ante los numerosos insultos, pintadas y daños que se realizaron en los alrededores del Centro, quiero expresar mi apoyo al resto de profesionales de la plantilla del Centro de Salud, que siempre intentan ofrecer a pesar de las dificultades, y velan por un buen servicio público como es el de la Salud de todos los Jimenatos.
En el día de ayer, desde el Ayuntamiento hemos solicitado una reunión urgente con los responsables del servicio público, es decir con el Delegado Provincial y la Gerente Comarcal de Salud, especialmente para hablar sobre los acontecimientos concretos del fin de semana y lunes, y también sobre las propuestas y reivindicaciones realizadas numerosas veces desde el Ayuntamiento para la mejora de algunos servicios en el Centro de Salud, especialmente sobre el de urgencias, respuestas que al día de la fecha entendemos insuficientes ante la particularidad de nuestra configuración geográfica y la distancia de nuestro municipio con los centros hospitalarios de la comarca.
***Enviado por Pascual L. Collado Saraiva, Alcalde-Presidente de Jimena de la Frontera.

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