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La música navideña nos invita crear y a recrearnos con deseos placenteros
A lo largo de los siglos y en las diferentes culturas nacionales la música ha sido uno de los lenguajes más empleados para crear la peculiar atmósfera de alegría y los espontáneos deseos de paz que manifestamos durante estas fechas navideñas. La música, a través de la sensualidad de las melodías y de los ritmos de sus sonidos, es una fuente de vivencias profundas que nos estimulan a convivir en paz y a construir un mundo más sano, más justo, más libre, más solidario y más grato.
La música navideña, tanto los villancicos populares como las creaciones sinfónicas, nos abre amplias ventanas por las que divisamos unos panoramas diáfanos en los que, libres, podemos respirar y disfrutar de manera sana. Nos invita cordialmente a pensar, a sentir y a movernos sin restricciones, sin límites y sin frenos. Nos abre espacios y tiempos propicios para paladear emociones íntimas creando y recreándonos con deseos esperanzados y placenteros.
Es, además, una amable invitación a la participación comunitaria. En las composiciones instrumentales y polifónicas, por ejemplo, cada cuerda interpreta su propia melodía y cada artista expresa su personalidad, pero todos se muestran solidarios con los compañeros y siguen las indicaciones del director: es un ejercicio de expresión personal y de disciplina colectiva. Para convivir, además de sintonizar con los intereses y con las emociones de nuestros familiares y con las ideas de los conciudadanos es indispensable que sincronicemos con sus ritmos y que los acompasemos en la medida de lo posible. Aunque reconozco que lograr este objetivo es difícil, estoy convencido de que, si lo trabajamos, es posible desarrollar esas destrezas necesarias para convivir y para colaborar. Como ocurre con los coros, cada voz puede seguir su propia melodía con tal de que todas sigan un mismo compás.
Es imprescindible que sigamos aprendiendo durante toda la vida a convivir y que, como hacen los coros en sus ensayos, repitamos una y otra vez las melodías para que se graven en nuestro cerebro y nos salgan de una forma casi automática. Es así como construimos cada día la convivencia y la colaboración en la familia, en los trabajos y en la sociedad. Estas son algunas de las ideas que me han sugerido los conciertos de las corales y de las agrupaciones que, con sus ritmos, melodías y armonías, además de disfrutar, nos estimulan los deseos de que se eleve el nivel cultural humanista mediante la aplicación de fórmulas novedosas y prácticas que nos eduquen el gusto por la buena música y por la vida buena.
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** En la foto Los Pastores de San Pablo cantando villancicos en el IX Belén Viviente el pasado sábado.
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VÍDEOS y FOTOS: IX Belén Viviente de San Pablo de Buceite
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VÍDEO DE LOS PASTORES DE SAN PABLO EN EL II BELÉN VIVIENTE EN 2014.
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