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Nota de prensa de Agaden-Ecologistas en Acción.
AGADEN ECOLOGISTAS EN ACCIÓN DENUNCIA EL IMPACTANTE PARQUE FOTOVOLTAICO DE CEPSA EN JIMENA Y EL COLONIALISMO ENERGÉTICO
Los ecologistas advierten que el despliegue masivo y sin ordenamiento de fotovoltaicas pone en riesgo el desarrollo económico rural, sus actividades económicas tradicionales y sus valores ambientales.
AGADEN ECOLOGISTAS EN ACCIÓN quiere mostrar su rechazo a la especulación en el despliegue masivo de proyectos fotovoltaicos en las zonas rurales, el cual califican de desproporcionado y no ser compatible con la ordenación del territorio.
Los ecologistas lamentan la irresponsabilidad de los Alcaldes de los municipios afectados ante el mismo, dado que van a sacrificar sus valores ambientales provocando un daño irreversible en las actividades económicas sostenibles y tradicionales, que son el verdadero motor de empleo actualmente en las zonas rurales.
Los ecologistas exigen a los alcaldes seriedad y eficacia ante el actual BOOM ESPECULATIVO DE FOTOVOLTAICAS, más aún después de que el Parlamento haya rechazado una iniciativa legislativa respaldada por 93 municipios andaluces que pedían una moratoria de los "megaproyectos" de energías renovables hasta que se apruebe un Plan de Transición Energética de Andalucía.
Tras este rechazo en el Parlamento Andaluz, la responsabilidad de esta situación recae sobre los Ayuntamientos, que disponen de herramientas administrativas para defenderse, como es la suspensión temporal de licencias hasta que se lleve a cabo una regulación municipal que permita un desarrollo lógico y compatible con el medio ambiente, los usos tradicionales, el turismo, la ganadería y la agricultura. Siempre quedando fuera de esta suspensión, las instalaciones de autoconsumo y las que se instalen en las cubiertas de los edificios, que sí podrián seguirse tramitando de acuerdo con el procedimiento establecido hasta ahora.
Sin duda, el despliegue masivo de proyectos fotovoltaicos es ya una realidad, dado que están recibiendo informes favorables en un número cada vez mayor. Una de sus muchas consecuencias sobre el medio natural es la pérdida de hábitat, impactando sobre el reservorio de un tipo de fauna que se ha adaptado históricamente al uso agrario. Las campiñas son lugares de un alto valor ecológico, por la presencia de pequeños herbívoros, perdices, pequeñas aves y reptiles, que sirven y dan sustento de alimentación a las aves rapaces durante todo el año y en especial en épocas migratorias, con el agravante de ser un ataque sin precedentes hacia la conservación del alimoche.
En relación a los valores paisajísticos de los municipios afectados y su entorno, estos grandes proyectos fotovoltaicos van a producir graves cambios e impactos en la zona. Su rápida expansión podría llegar a suponer uno de los principales factores de transformación del paisaje tradicional, semejante en cierta medida, al experimentado en el litoral mediterráneo por la proliferación de invernaderos, comprometiendo el desarrollo turístico de los municipios.
Los ecologistas creen firmemente que es necesario promocionar las energías renovables como una forma de transición energética, siendo imprescindible su compatibilidad con la preservación del medio rural y los espacios protegidos mediante un plan de áreas preferentes de energías renovables que pueda zonificar el territorio, estableciendo las zonas adecuadas para promocionar este tipo de actividad económica de manera positiva.
El parque fotovoltaico de CEPSA en la finca de Barría en Jimena de la Frontera, apuesta por mantener empresas contaminantes en nuestra comarca, el movimiento ecologista no debe tolerar que las multinacionales colonicen nuestro territorio, hipotecando nuestra forma de vida y nuestra riqueza ambiental y cultural.
El parque fotovoltaico de CEPSA en la finca de Barría ha sido una decisión que ha generado preocupación y descontento entre los vecinos y grupos ecologistas, ya que consideran que esta iniciativa no promueve la transición energética hacia un modelo sostenible.
Desde AGADEN ECOLOGISTAS EN ACCIÓN se denuncia que este tipo de megaproyectos fotovoltaicos no solo afectan al medio ambiente, sino que también representan un peligro para la cultura y las tradiciones de la zona. El territorio se convertiría en una mercancía para ser explotada por grandes multinacionales favoreciendo una dependencia económica que impide el desarrollo de alternativas locales válidas.
Los ecologistas hacen un llamamiento a la ciudadanía para que se sumen a la defensa por un modelo energético más justo, que tenga en cuenta la preservación del medio ambiente y el desarrollo económico de las zonas rurales. La transición energética no puede realizarse a costa de la degradación ambiental y cultural de los territorios, sino que debe ser una oportunidad para impulsar un modelo de desarrollo sostenible y equitativo que beneficie a todos y todas.
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LA RUTA DE LA PLACA EN ANDALUCÍA
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