HABLAR BIEN Y HABLAR MAL
Un nuevo podcast del profesor Hernández, cargado como sus artículos, de conocimiento y sabiduría para entender y disfrutar la vida
--
-
HABLAR BIEN Y HABLAR MAL
Un nuevo podcast del profesor Hernández, cargado como sus artículos, de conocimiento y sabiduría para entender y disfrutar la vida
--
-
2 comentarios:
Lleva usted, Sr. Hernández, mucha razón, y es verdad lo que dice: el verano es una estación del año que solo la disfrutan los de siempre. Aunque eso no lo ha dicho con ese sentido. Solo alude a los que tienen dinero (sin decirlo) y a los que tienen vacaciones (sin mentarlas), pero..., olvida que todavía existe una gran parte de la sociedad que escasea de las dos cosas. Si, de las dos cosas: de dinero y de vacaciones.
Los que siempre pueden disfrutar de los placeres de la vida y, de camino, del verano.
A los demás nos quedan los recuerdos que vamos olvidando y al verano igual que siempre, y con el disfrute de los mismos de siempre.
Hoy, el trabajador, porque en el verano hay que seguir trabajando, tiene una ventaja compensada con el horario de trabajo, ni más, ni menos: teniéndolo lejos, rondando la hora de viaje y hasta algo más, el trabajador (para poder disfrutar de la estación estival veraniega), se levanta a las 5,00 de la madrugada, sale para el trabajo, al cuarto u media hora después de acicalarse, y llega, -digamos- a las 6.30 horas, pongámoslo sin obstáculos, -por eso, y para no fallar en el comienzo de la jornada, sale con esa media hora de ventaja para poder gastarla en posibles incidencias. Tiene la suerte de llegar bien y con remanente de minutos para socializar con los compañeros o simplemente en dejar limpio el cuerpo evacuando desechos y..., ¡al tajo!, siendo las 7,00 horas, y ya, 15 minutos para un bocadillo y a currar a pleno sol de Julio y Agosto. Finaliza a las 14,00 o las 15,00 horas, según, y llega a su casa entre las 16-17 horas. Come y echa una siesta de 2-3 horas (más o menos), los hay que no y se van a la cama a las 21-22 horas para dormir 7-8 horas. El pobre hombre solo tiene entre 4-5 horas diarias de vacaciones veraniegas.
¡Hay que ver como disfruta este hombre del maldito verano! El pobre hasta envidia al que está en el paro ganando la mitad pero sin hacer ni pum; y el otro a él porque tiene un puesto de trabajo y puede pagar luz, agua, gas, contribución y etc, y le queda la mitad para comer expresamente y vestir de limpio.
Ah!, se me olvida que las vacaciones se las han ido abonando mensualmente en esa nómina que por eso llega hasta los 1.500 euros. Pero contento, porque antes trabajan de sol a sol por cuatro perras.
Ahora bien, antes y ahora, LAS VACACIONES a los ricachones, ¡las vacaciones no se las quita ni San Pancracio, con todo el perejil del mundo! Cochazos, yates, aviones, chalets, hoteles de lujo, señoritas o señoritos..., casas de campos, islas paradisíacas y, paraisos hasta fiscales, siempre los ha habido y siempre los habrá porque su rédito está en dar miseros sueldos, y otras cosas.
¿Para quiénes son las vacaciones?
¡Claro que hoy ciertos gremios de trabajadores también tienen vacaciones, es un derecho!, pero con unos ahorrillos ganados con sus huesos, sus madrugones, su esfuerzos y su salud, durante todo un año de más pena y trabajo que gloria.
Ahora bien, también hay que reconocer su bien ganada capacidad para exponer, por eso le ruego que se traslade a su juventud y aquellos primeros pasos andados con los pueblos y sus familias trabajadoras. MARÍA ROSA.Jerez.
Aunque sólo fuera por provocar este oportuno comentario crítico, me alegro de haber enviado las simples, elementales e incompletas ideas de mi sencilla exposición. Le agradezco, estimada María Rosa, su importante aportación. Cordialmente, José Antonio
Publicar un comentario