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Leído en ReachExtra. Por su interés reproducimos esta noticia.
- Soraya Fernández | Fotos: ©Fran Montes, ReachExtra
Los trabajos han permitido hasta ahora localizar los restos de diez ajusticiados por el régimen franquista. El objetivo es que sus descendientes puedan cerrar el duelo, más de ochenta años después, y restituir y dignificar la memoria histórica de sus antepasados.
Es una cuestión de justicia, de cerrar el duelo y de dignificar su memoria. Más de 80 años después, decenas de miles de personas en España siguen sin saber dónde están los restos de sus seres queridos en lo que fue una cruel represión del régimen dictatorial. Los historiadores hablan de 150.000 muertos.
En Jimena de la Frontera ha comenzado la búsqueda, identificación y posterior exhumación de los restos de represaliados por los golpistas que se sublevaron contra la Segunda República y provocaron la Guerra Civil española.
La Diputación Provincial de Cádiz y el Ayuntamiento de Jimena han posibilitado estos trabajos, para los que se ha contado con investigaciones históricas y fuentes orales de vecinos y familiares, que sostienen que unos 40 vecinos fueron asesinados en las inmediaciones del castillo y enterrados en fosas comunes en el cementerio. No obstante, se estima que las víctimas en Jimena llegaron al centenar, aunque no todas fueron sepultadas en el cementerio. La mayor parte fueron ejecutadas al amparo del bando de guerra, si bien en este municipio se siguió matando hasta 1949 en aplicación de la denominada Ley de Fugas.
La Diputación ha asumido la financiación de las diferentes fases al amparo de la Ley de Memoria Democrática de Andalucía aprobada por el Parlamento andaluz en 2017. Dichas fases son el barrido inicial mediante el geo-radar de la Universidad de Cádiz, los sondeos del año pasado y la actual fase de exhumación. Se está haciendo en coordinación con el Ayuntamiento de Jimena y el Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar. La Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar ha anunciado su respaldo financiero en próximas fases.
Los trabajos de exhumación comenzaron el pasado 1 de julio. Descendientes de algunos de los represaliados los iniciaron de manera simbólica con golpes de azadas en el suelo del patio número cuatro del antiguo cementerio. Un momento histórico y tremendamente emotivo que posibilitará cerrar profundas heridas aún abiertas.
Al frente de estos trabajos está el arqueólogo Jesús Román, con el que ReachExtra ha conversado para entender mejor en qué consisten y cómo están avanzando. “Hemos intervenido en un área de 40 metros cuadrados. Tenemos localizadas dos fosas comunes. En una hay seis cuerpos y en la otra, a expensas de verla con más detenimiento, hay un mínimo de cuatro, aunque probablemente aumente con uno o dos más” explica. Ninguna de estas fosas está a gran profundidad, “a una pala, más o menos un metro”, añade. “Ojalá se hubiera hecho un mapa de fosas en los años ochenta, con los primeros gobiernos democráticos, pero no se hizo hasta mediados de los 2000. De haber sido así, la localización habría sido mucho más fácil”, se lamenta.
Los testimonios de los descendientes, que han mantenido generación tras generación su afán por encontrar a sus seres queridos y darles una sepultura digna, han sido fundamentales.
Según indica, también ha aparecido un posible enterramiento que, por la posición de los restos, da pie a creer que fue una muerte violenta. Además, bajo un bloque de nichos que fue construido en los años setenta, este experto cree que puede haber más restos de represaliados.
Familiar de represalidado por el franquismo. |
“Para determinar quién es quién, una vez que tenemos la edad, el sexo y podemos comparar con los datos de los familiares, se procede a la exhumación y a cotejar el ADN. Ya tenemos sus muestras de saliva recogidas a través del Foro de la Memoria Histórica del Campo de Gibraltar. Esa muestra se coteja con otra ósea que tomamos normalmente del fémur y se manda a analizar al laboratorio de la Universidad de Granada”, explica.
Román prevé que las exhumaciones comenzarán en la primera semana de agosto, lo que supondrá el inicio del fin de una pesadilla para muchos jimenatos.
Tras su abuelo paterno y su hermanoPascual Collado con una foto de su abuelo.
Pascual Collado es uno de los descendientes de estos represaliados. Su abuelo paterno, Pascual Collado Jiménez, y a un hermano de éste, Luis Collado Jiménez, fueron fusilados el 6 de octubre de 1936 y el 13 de febrero de 1937, respectivamente.
En el caso de su abuelo, asegura que su único ‘delito’ fue ser un vecino incómodo para el régimen: “No tenía ninguna adscripción política. Era comerciante y empresario, una persona que no iba a misa y que leía el periódico. Según consta, se le culpó de choque con fuerza pública cuando en realidad iba atado con otros compañeros de pelotón de fusilamiento, entre los que había un chico de 15 años. ¿Cómo pudo haber choque con fuerza pública cuando lo llevaron atado desde los calabozos del ayuntamiento, donde estuvo tres días, a ser fusilado?. Por supuesto, sin juicio ni nada. Lo sacaron de prisión de madrugada y lo fusilaron”.
Pascual Collado ha sido alcalde de Jimena de la Frontera durante 16 años y uno de sus empeños en el cargo fue conseguir la localización, exhumación e posterior inhumación de estas víctimas del franquismo. “En mi familia siempre hemos tenido el anhelo de poder recuperar sus restos y de dignificar su figura. Aunque hayamos tenido que esperar 84 años, nunca es tarde. Demasiada gente se ha quedado en el camino sin poder conseguirlo”, señala.
“Y Jimena se vistió de negro"
De lo que ocurrió en Jimena sabe, y mucho, José Manuel Algarbani, profesor de historia contemporánea y cronista oficial de Los Barrios. De hecho, su libro “Y Jimena se vistió de negro (II República, Guerra Civil y posguerra en Jimena de la Frontera)”, ha sido fundamental para estos trabajos.
Algarbani explica a ReachExtra que Jimena fue el último pueblo de Cádiz en caer en manos de las fuerzas sublevadas en julio de 1936, lo hizo en septiembre. Fue, por tanto, el último bastión republicano de la provincia. “Desde julio hubo un comité revolucionario y, en ese desgobierno que había en dicho periodo, Jimena se auto-organizó y sirvió como bolsa de muchos campogibraltareños que huyeron a este pueblo, al margen de quienes lo hicieron por Gibraltar y por la costa. Al estar más tiempo en esa situación, la represión fue allí más grave y alrededor de cien personas fueron fusiladas”.
1 comentario:
Una estupenda noticia.
Paco acosta, director en www.lalineapress.es
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