Información de la Asociación Parroquial.
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DÍA DEL CARMEN 2020 - San Pablo De Buceite
El próximo sábado 18 de julio a las 21:00h se celebrará el día de Ntra. Sra. del Carmen en la Parroquia San Pablo Apóstol con la Santa Misa.
Será obligatorio el uso de mascarilla y respetar las normas de seguridad en el interior de la parroquia.
3 comentarios:
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La Virgencita del Carmen
Mi vecina de El Corchado
Cuántas veces yo recé
Siendo entonces yo un niño
A tus plantas arrodillado
Cuánto te echado yo de menos
En los años que han pasado
Desde que nos separamos.
A todas las Cármenes, Carmencitas y Carmelos de San Pablo,
muchas, muchísimas felicidades.
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¡¡Antonio...!! Qué alegría das, cada vez que tus versos se asoman por esta ventana buceiteña, aunque la claridad de tu ventana sea anónima con ese sello inconfundible de identidad.
Un abrazo puro del aprecio limpio y duradero, para un "Eléctrico Corchalero". Que os llueva salud a ti y a tu familia, y a todos vuestros deseos.
Siempre amigo, un sampableño agradecido.
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Cristóbal, yo también te considero un buen amigo, mis mejores deseos para ti y toda tu familia, al igual que a todos los buiceteños de San Pablo, nacidos o de adopción.
Aquellos veranos de entonces.
Aquellos años cincuenta
era yo un preadolescente
por junio siempre nos daban
cada año, las vacaciones,
vacaciones de verano,
tres meses sin ir a clase.
No había toque de diana,
dormir? hasta “jartarse”
a eso de media mañana
el desayuno, como siempre:
Una rebanada de pan casero
con aquel aceite de oliva
que a gloria divina sabía,
un jarrillo de cebada
con una o mejor dos cucharadas
de aquella leche condensada
generosamente azucarada
y, a jugar a la calle.
Hacíamos hornos de carbón,
muy pequeños por supuesto,
que no daba nunca carbón
más bien eso era picón,
y en el río canalizábamos
el agua hasta una noria
que con adelfas y cañas
construíamos y, giraban.
Nos bañábamos en las charcas
a pesar de que a todos
nos lo tenían prohibido.
Sobre las dos, a comer
potaje, puchero o guiso
y un buen pedazo del pan
que nunca se puso duro
frutas? la que, en los huertos,
durante toda la mañana
habíamos estado comiendo,
otras veces a pescar desde el puente
con una cuerda de cáñamo
medio metro de sedal
al que llamábamos hilo de nailon,
un anzuelo cuando teníamos,
o los hacíamos con un clavo
y de carnada un trocito de pan
y siempre pescábamos algún barbo,
los gatos de aquel poblado,
la verdad no eran muchos,
el gato negro de Pedro
al que llamaba “Promichaure- cazatorem”
mi gatita blanca y negra
cuyo nombre era Minina
esperaban lo pescado
a la entrada del puente
pacientemente maullando.
Y aquella obligada siesta
que a echar, nos obligaban,
ahora comprendo que era
para quitarnos del sol
cuando arriba, más apretaba.
La siesta nunca la dormíamos
y sobre la cinco a la calle
a buscar nido en los árboles
o a poner percha a los pájaros,
costillas que con alambre y una tablita
nosotros nos fabricábamos,
con los pajarillos cazados
íbamos a casa de Eloisa,
ellas los freía como nadie,
(lo mismo que en invierno,
nos guisaba los caracoles)
buena y cariñosa mujer
más tarde se casó con Pedro.
Bajábamos al río a buscar
en la basura de la fábrica
chatarra, sobre todo cobre
que cuando venía el trapero
se las cambiábamos por canicas,
trompos, petardos y anzuelos.
Las vacaciones por supuesto,
tenían un inconveniente,
que a los compañeros de clases,
que no eran del poblado,
en todo el verano los veía,
ya que no venían a clase,
no veía a la niña de la huerta
la de la Enciclopedia Álvarez,
ni a la del cortijillo, Antoñita
ni a las niñas del barbero
ni a la hermana de la que,
cariñosamente llamaban…
un apodo que no recuerdo,
tampoco a los demás compañeros.
Terminadas las vacaciones
a mediado de septiembre,
volvíamos contentos a clase
con el maestro Don José Luis
al que queríamos y respetábamos
y el resto de los compañeros
Aquellos veranos de entonces
han sido, son y serán
mis mejore y más gratos recuerdos.
Antonio.- El niño de El Corchado
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