Publicado -sin fotos- por Cristóbal Moreno “El Pipeta” en el Programa de Feria año 2018.
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EVOLUCIÓN INDUSTRIAL.
En San Pablo de Buceite, como en toda España, pero siempre más tarde, la invención del teléfono y su posterior implantación se produjo casi simultáneamente. La llegada de los ferrocarriles, del telégrafo, del teléfono, de la industria del gas, de los coches y otros avances, evolucionó rápidamente tras la carrera de invenciones; transformó y modificó el mundo, especialmente a los países más asentados, llenando los espacios locales, regionales y nacionales. La totalidad de las innovaciones tecnológicas tuvieron un papel fundamental para la industrialización y el comercio, pues permitieron la disminución de las distancias existentes entre los diferentes puntos de un territorio. Aunque en nuestro pueblo: siempre más tarde.
Para llegar hasta la invención del teléfono, y para no extendernos demasiado, pasaremos por alto las primeras señales conocidas de comunicación a distancia utilizadas por el hombre. Dejaremos atrás las señales sonoras: vocales, los tam tam, el sonido de las caracolas marinas, de las astas de reses, silbidos, silbatos, campanas, cornetas, sirenas de barcos, etc.; así como también las señales visuales de: fuego, humo, banderas, espejos, focos, luces..., etc. Aquí, desde la antigüedad seguro que se utilizaron todas, al ser entrada, por el Estrecho de Gibraltar de las civilizaciones más sofisticadas de cada tiempo. Hasta los “berridos” de los barcos nos siguen avisando de las nieblas en el Estrecho.
Pasaremos también por el telégrafo óptico y por el telégrafo electrónico, para llegar hasta el descubrimiento del teléfono y sus primeros usos, con el objeto de parar en su llegada a nuestro pueblo de San Pablo de Buceite, pasando, de forma obligada ante la necesaria dependencia y comunicación inicial por el municipio de Jimena de la Frontera. Estos avances siguieron llegando tarde, no íbamos a ser menos.
BREVE CONTROVERSIA SOBRE LOS VERDADEROS INVENTORES DEL TELÉFONO.
Por aquí -desde antes de la generación de los sesenta (1.958 exactamente, e incluso en descenso mucho después)- nuestros teléfonos eran las voces: en los montes la gente se llamaba desde una montaña a otra a voces; en las huertas, desde una a otras igualmente se llamaban a voces (los que sabían silbar también utilizaban los silbidos para llamarse). En el pueblo, los vecinos, a voces se llamaban desde una ventana a otra, desde una puerta a otra o desde la misma calle. Las voces eran el día a día en todos los pueblos, en todas las aldeas y en todos los cortijos y casas de campo. Hoy eso sería vergonzoso, pero antes era necesidad y costumbre, lo que no quiere decir que todo el mundo estuviera dando voces como loco, no, eran voces puntuales y para casos puntuales o de gravedad.
Para llamada general era la campana la “voz” más utilizada, con distintos”campanazos” -música o número de toques- para reunión, misa o alarma. La invención del teléfono lo fue cambiando casi todo. Para los actos eclesiásticos siguen hablando y llamando las campanas, así que algo no ha cambiado. Incluso..., aún las palomas siguen comunicando a las asociaciones colombófilas de países y saltando continentes. Se utilizan para concursos y casos especiales.
Hemos de dejar claro que, en muchos inventos, no todos los que aparecen como inventores son los verdaderos. El teléfono es un invento que comenzó como un juego de niños a principios del siglo XVIII. Varios fueron los transmisores eléctricos de la voz que fueron descritos por algunos investigadores, pero no le dieron propaganda que merecía. Con el teléfono pasa como con otras invenciones: sobre dudas, opiniones y/o discusiones al respecto de quién fue su primer inventor, ejemplo:
Thomás Alva Edison o Josep Wilson Swan, discusión en relación a la invención de la bombilla. El caso y gran laberinto sobre la invención de la radio (Marconi en vez de Nikola Tesla). Y con el teléfono, ¿quién fue el que lo inventó? ¿fue Alexander Graham Bell que lo patentó en 1.876 o fue Antonio Meucci, italiano, que ya antes, en 1.854, había probado y desarrollado un teléfono que no patentó, simplemente porque era pobre y carecía del dinero para ello, lo llamó telettrófoni y podía hablar con otra persona desde la planta baja de una casa hasta un piso superior de la misma?.
En 1863, el alemán Johann Philipp Reis, llamó telephon a una membrana vibradora que se abría y cerraba mediante un circuito eléctrico y reproducía sonidos musicales. Cosas del destino, lo consideró como un simple juguete.
De todo esto ya se ha discutido bastante; fuera quién fuese su inventor, el teléfono ha sido el invento más importante para comunicarnos ún distancia, pues cada día la revolución industrial y de conocimientos evoluciona con increíbles métodos audiovisuales o de otro tipo que lo superan, si bien, nadie le puede quitar el importante puesto que se ganó.
Con respecto a su instalación, en cada continente, país e incluso islas habitadas, las líneas fueron instaladas en fechas diferentes y por variados motivos.
FUNDACIÓN DE TELEFÓNICA (Wikipedia), SUBVENCIÓN FERIA Y PRIMERA ESCUELA MIXTA EN SAN PABLO.
Mientras que nuestra Aldea de San Pablo de Buceite, con fecha 3 de Junio de 1.924, por parte de la Comisión Permanente del Ayuntamiento de Jimena de la Frontera, acordaría aprobar la subvención de 100 pesetas, (como siempre: “66 céntimos menos que un euro”), para efectuar los festejos de San Pedro (Feria); un par de meses antes se había fundado en Madrid (el 19-04-1.924) la Fundación Telefónica, con la denominación de Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE). Su primer Presidente fue Estanislao de Urquijo y Ussía 1.924-1.945. En 1.945 el Estado Español adquiere una participación del 79,6 %.5.
La pobreza era extrema y el Estado intentaba reponerse entre baches y baches y entre guerras y guerras, golpes de Estados y levantamientos.
Al año siguiente, con ocasión de pasar en tren por nuestra estación el General Primero de Rivera, de regreso de Algeciras, una gran comitiva de vecinos del pueblo, encabezados por Martín Álvarez, pudieron conseguir de él, el 08 de Agosto de 1.925, la primera escuela mixta de San Pablo de Buceite. Una limosna para un pueblo que luchaba como el país. El teléfono aún no lo mereciamos.
HISTORIA DEL LOCUTORIO TELEFÓNICO DE SAN PABLO DE BUCEITE
Pese a tener ya teléfono desde 1.924-25, muchas ciudades y pueblos de España, para qué lo iba a tener esta Aldea de Buceite en 1.932, con sólo 356 habitantes?. Tendría que llegar la Guerra Civil Española y la post-guerra, y con ello un éxodo generalizado de personas en todas direcciones, especialmente desde Andalucia, Extremadura y Galicia, para que a partir de 1.940, “año del hambre”, llegasen familias a estas dehesas de Buceite y Granado, proveniente en su mayoría de pueblos de la provincia de Málaga e incluso de Granada (Almuñecar, Monda, Teba, Benaoján, Coín, Casares, etc.,) no solo por el aumento de trabajo agrícola y ganadero, que aunque mal pagados, daba al menos para un mendrugo de pan, si no por la puesta en venta de parcelas por la Casa March, que elevó la población en algo más que 700 personas. Los pobres se asentaron la mayoria en La Cañada.
Corría el año 1.958 cuando el locutorio telefónico le fue asignado al solicitante José Sánchez Román (el padre de Luis el de la Serradora). Lo regentaba la hija Ángeles Sánchez del Pino. Cuando se casó el hermano; Virgilio Sánchez del Pino con Caty Palomo Muñoz, se lo pasó a ellos, y por último a Ana González González, la “Tamaya” a quienes les ayudaban sus hijos, principalmente Juanita Tamayo González y el recadero y más joven, el hermano Pepe que era un niño, y andaba todo el día dando “pedalazos” con la bicicleta para ir llamando a la gente y dar avisos. La hermana Dolores también ayudaba cuando estaba por aquí, pues ella y su marido “El Pincho”, trabajaban por entonces en Alemania.
Su centralita era un teléfono de manivela con un locutorio y contactaba con la centralita que estaba en Jimena. Su ubicación es donde está ahora la oficina de Correos y la de Atención al Ciudadano por Guardia Civil y Policía Local.
Para atender la demanda de los abonados se inventaron muchos modelos de centrales telefónicas por las diversas compañías. Las primeras centrales permitían a las telefonistas oír todo lo que el abonado estaba hablando. Cuando se perfeccionó esto ya no ocurría, pues la operadora, cuando el abonado enviaba una señal, cortaba la comunicación. El sistema era muy simple, los teléfonos estaban conectados a la central telefónica por un hilo, los abonados giraban una manivela para contactar con la telefonista de la central, le decía con quién quería hablar y ella hacia la conexión. Cuando terminaba de hablar, el abonado giraba hacia el lado contrario, sabiendo la telefonista que ya podía desconectarles. Al aumentar los terminales y divididas por sectores en las grandes ciudades -como si fueran pueblos pequeños-, llevó al aumento de trabajadoras que conectaban los sectores que eran centrales individuales, por tanto éstas hablaban con las otras telefonistas y con los usuarios. En San Pablo de Buceite, como nada más que había una central, pues solo había una telefonista. De todas formas eran muy pocos los usuarios conectados y el trabajo era mínimo y muy flexible, pero constante en cuanto a la dependencia durante las 24 horas. Esto lo solucionaban turnándose entre ellos los miembros de la familia que regentaban el locutorio, mientras realizaban las labores propias del hogar. Llegaban a conocer de memoria todas las conexiones. El sueldo de la telefonista en San Pablo, equivalía a la mitad del jornal normal de un hombre como peón agrícola.
Las centrales urbanas tenían normas más rígidas, cumplían largas jornadas de trabajo y llegaban a realizar más de 600 llamadas por hora.
CESE DEL LOCUTORIO TELEFÓNICO DE SAN PABLO.
- Iniciada la década de los 80, ya eran muchas las casas particulares del pueblo que tenían teléfono propio y, a mediado de la misma, incluso contaba el pueblo con una cabina de teléfono frente a la propia centralita o locutorio que dirigían los Tamayos, lo que hacía innecesario el referido locutorio que fue dado de baja.
Detrás de los años quedó el Tamayo con su bicicleta dando aviso a los vecinos, o la simpatía de su hermana Juanita, siempre dispuesta a dar cuatro voces a la última vecina de la calle Real, para que esta avisara a su vez a la de la esquina de la calle Sol, Palma o Jimena y ésta a la de....; y así sucesivamente llegaba el mensaje al último rincón del pueblo, para que Juan, Pepa o Manolo, estuviera a tal hora en la centralita esperando la llamada de su hermano, padre, abuela, tío o primo que le llamaría desde Barcelona. Mariano desde Alemania, Juan Rosa desde Bilbao, o Manolo Cabra desde Francia, y tantos otros emigrados por más o menos tiempo -la necesidad imperaba-.
Y así se les iban los días a los miembros de la familia Tamayo, recorriendo calles y dando avisos, como antes de ellos hicieron la familia de “Luis el de la Serradora”; UNIENDO a tantos que habian tenido que emigrar a Francia, Alemania, Suiza, o a otros países, e incluso en otras provincias o regiones del norte del país, con sus familiares. Siendo entonces ese locutorio, esa centralita de teléfono el único medio de voz, por entonces, más rápido y emocionante de contactar in-situs con ese ser querido que tan lejos se encontraba buscando el jornal que su pueblo, su país, deficiente en puestos de trabajo y en poder adquisitivo le había estado negando desde tiempo atrás. Con la muerte de Franco y la democracia del nuevo Rey D. Juan Carlos I, la ilusión del regreso (no solo para trabajadores emigrantes, sino también de exiliados), el reflejo de una nueva política, de una libertad hasta entonces desconocida y el tuteo entre señorito y el jornalero, les hacía vibrar el amor y la añoranza hacia su tierra, hacia su región, su provincia y su pueblo.
Ya soñaban con ganar su sueldo casi con la equidad que en ese alejado país extranjero lo estaba ganando, como si perteneciera a una raza tercemundista de cabeza gacha, nervios de acero y sangre de toro.
Ya se podía hablar en voz alta, y reunirse sin miedo por las esquinas más de dos personas; podían gritar sin miedo que la dictadura se iba esfumando entre ideas liberales y progresista de una nación que, alegremente en la tristeza, se había hermanado con sus propios hermanos y sus vecinos. Se habían guardado el odio y los rencores, e, incluso las envidias que la guerra les había sumergido hasta el alma; habían alejado las venganzas como necesidad imperiosa. España tenía que resurgir de una vez desde el miedo aunque fuera disimulando las penas y el daño que la otra parte le había producido.
Tendrían la oportunidad al menos de investigar, buscar las fosas y dar un digno entierro a los seres queridos que fueron exterminados tras las paredes de un cementerio, de un montículo o cualquier cuneta. No habría problema para ello, la paz había llegado y tocaba el olvido y el perdón. Todo no sería jauja: desconocían los rojos las dificultades y los tropiezos que los poderes fácticos les impondrían. Perdieron más, olvidaron y perdonaron más y hallaron menos. Ahora les toca no hacer como los otros para demostrar que no son iguales.
Pero todo había que olvidarlo, ¡hay que olvidarlo de una vez por toda!; la vida no se vive nada más que una vez y hemos de disfrutarla, aunque sea con pobreza pero con dignidad, con alegría de estar vivos y de maravillarse con nuestras fiestas: con nuestras ferias y carnavales; con nuestra gente y con la gente, con nuestros amigos y nuestros vecinos. Con nuestras mujeres y nuestros hijos y demás familiares. La vida es bella, el humano es increíble y la naturaleza la flor más bonita del universo, sembrémosla para mejor olerla. Y con respecto al enganche al teléfono móvil, ¡qué sea lo que la evolución quiera!, o en otras palabras: ¡lo qué Dios quiera!.
Felices fiestas de San Pedro y San Pablo. Feliz Feria.
Siempre vuestro
Cristóbal Moreno “El Pipeta”
1 comentario:
El teléfono en su día fue un hito histórico para la comunicación a distancia instantánea. Con su evolución técnica desde las centralitas manuales y las telefonistas a las que hace referencia este artículo.
Desde mi propia experiencia como técnico telefonista que trabaje en Jimena y su sector en los años 80 que abarcaba Jimena, San Pablo, Tesorillo y Castellar así como los pueblos de la Serranía de Gaucin, Algatocin y Cortes.
En aquellos años aún perduraban las centralitas manuales en la serranía y en Tesorillo y Castellar. Fue el año 1987 cuando se termino de automatizar todo el pais incluidos nuestros pueblos.
Para mí ser aquellos años "el telefonista" fue desde el romanticismo del paso del tiempo, una experiencia entrañable y que además me marcó como habitante de Jimena ya que quede atrapado aquí con mi familia al encantarnos el pueblo (resido en la Estación).
Luego la automatización el cambio a la electrónica digital y la llegada del móvil e Internet hizo que Telefónica me trasladará a otras localidades, pues los cambios tecnológicos han sido acompañados de movimientos de empleados a ciudades donde necesitaba sus servicios.
La irrupción de la telefonía móvil, internet y las redes de fibra óptica y la privatización de la compañía telefónica y posterior entrada de empresas en el sector, hizo que una plantilla de 85000 empleados a mediados de los años 90 haya pasado a tener a día de hoy poco más de 20000 trabajadores. Los cambios tecnológicos tienen por lo general un gran impacto en el empleo.
Afortunadamente se cierran unas puertas y con las nuevas tecnologías se abren otras muchas como son el teletrabajo o el mundo Internet.
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