miércoles, 18 de mayo de 2016

Desafíos universitarios/12: Superar la división de las dos culturas·, por José Antonio Hernández Guerrero

Leído en Diario de Cádiz. Por su interés lo reproducimos.
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TRAS la lectura de los amables comentarios sobre mis reflexiones dedicadas a las Ciencias y a las Tecnologías que algunos colegas de diferentes facultades me han enviado durante las últimas semanas, me parece oportuno aclarar aún más mis convicciones sobre la necesidad de acercar estos dos ámbitos de saberes. Ya sé -estimados amigos- que también las asignaturas calificadas de humanísticas a veces se cultivan y se enseñan de una manera escasamente humanista.


Por eso opino que, en primer lugar, unos y otros deberíamos dialogar con el fin de superar esa división de las dos culturas -la humanista y la científica- puesta en circulación en 1959 por Charles Snow, aquel físico y novelista inglés que, en su obra titulada Las dos culturas, se lamenta de la brecha abierta entre los científicos y los intelectuales literatos. Si permanecemos encerrados en las clausuras de nuestros laboratorios y de nuestras bibliotecas, y si nos conformamos con lanzar reproches a los de la otra banda, el acercamiento, el diálogo y la colaboración resultarán imposibles.

Estoy convencido de que esta separación es artificial y nociva, sobre todo en un mundo como el actual en el que los desarrollos científico-tecnológicos penetran hasta los recovecos más íntimos de nuestras vidas. Si de verdad pretendemos evitar el distanciamiento y el divorcio de las Ciencias y de las Humanidades, se deberían convocar reuniones conjuntas de científicos y de humanistas en las que partiéramos del supuesto de que tanto las Ciencias como las Tecnologías son, o deberían, ser humanas: son tareas desarrolladas por seres humanos y sus obras están destinadas a mejorar la vida de los humanos.

Por eso afirmo que todos deberíamos conocer, no sólo los trabajos de Platón, Aristóteles, Virgilio, Ovidio, William Shakespeare, Miguel de Cervantes, Diego Velázquez, Francisco de Zurbarán, el Greco, René Descartes, Immanuel Kant, Thomas Hobbes, Le Corbusier, Johann Goethe, Thomas Carlyle, José Ortega y Gasset o Thomas Mann, sino tener en cuenta también las teorías de otros como Arquímedes, Isaac Newton, Louis Pasteur, Hermann von Helhmotz, Henri Poincaré, James Clerk Marxwel, Santiago Ramón y Cajal, Albert Einstein, Werner Karl Heisenberg o los premios Nobel Francis Crick, James D. Watson y Maurice Wilkins.

Insisto en que es preciso que busquemos lugares de encuentro y territorios comunes en los que, de manera disciplinada y rigurosa, dialoguemos tratando de percibir los elementos comunes en esos ámbitos que sólo aparentemente son diferentes. Ésta sería la manera más razonable y eficiente para extraer los denominadores comunes y sólo de esta forma llegaremos a aprender unas lecciones generales y unas conclusiones profundas.


Ésta ha de ser, a mi juicio, la tarea de los intelectuales en el más amplio y noble sentido de esta palabra.
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Imagen de  culturacientifica.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Donde poder dialogar
seguro que las dos culturas
llegareis a encontrar
muchos lugares para el encuentro
y territorios o sendas
si no comunes o convergentes,
seguro que las hay paralelas
para poder acercar más y pronto,
líneas que sean divergentes.
De común denominadores
habrá posibles muchos más
que nominadores pueda haber,
ya que en las dos culturas hay
muchos hombres como Vd
sabios, de buena fe y dialogantes.

Don José Antonio:
La empresa es ardua
pero, saldrá adelante.

Saludos y mi respeto.
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18.05.16
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Antonio. – El niño del Corchado-