viernes, 5 de junio de 2015

"Pitada al himno", por Francisco Quirós Pacurro

El pasado sábado 31 de mayo, con motivo de la final de la Copa del Rey de Fútbol, presenciamos una desagradable situación, que no fue otra que la sonora pitada al himno nacional, acción que rechazo de pleno, ya que ese símbolo se  merece todo el respeto del mundo.

No deja de ser paradójico que asociaciones independentistas proclamen que ellos no tienen nada contra España, que desean unas buenas relaciones una vez que se hayan independizado. Yo les preguntaría por  la pitada ¿Quiénes la organizaron? ¿Quiénes regalaron  los silbatos?, no se puede ser más cínicos.


Dicho lo dicho, no hay que dramatizar, ni darle más importancia de la que tiene. Permítanme que trate de explicarme con un ejemplo. Si por la mañana nos cruzamos en la escalera con el vecino del piso de arriba y le damos los buenos días y este nos contesta con un eructo, simplemente consideraremos que es un grosero y un mal educado, pero para nada se nos ocurrirá acudir a la Policía o Guardia Civil para denunciarle. En este caso a mi modesto entender debería ocurrir algo parecido, condenar la falta de civismo, la intolerancia y la mala educación de unos fanáticos y poco más, ya que con la importancia que se le está dando, están consiguiendo el objetivo que persiguen, que no es otro que significarse, aparecer en los medios.

Ahora bien, quien esté libre de culpas que tire la primera piedra. ¿Por qué digo esto?, por razones varias. La primera,  muchos que ahora se rasgan las vestiduras,  a los cuales de  pronto  la vena patriótica se les ha   inflamado con riesgo de que sufran una hemorragia de españolidad, son los mismos que cuando ven en alguna prenda de vestir, complemento, pin etc., la señera nacional, no tienen reparo de calificar de facha a quien la porta, en ese grupo de patriotas incluyo a lo que no tienen reparo alguno en llamar de modo despectivo polacos a los catalanes. No he oído ninguna crítica a los cánticos en muchos estadios de nuestro suelo patrio, cuando juega el Barcelona o el Bilbao, cuando gran parte del estadio   entonan  el estribillo del pasodoble que hiciera famoso Manolo Escobar, “Viva España” o los gritos de España, España  , ¿ no es una manera de mostrarle la puerta de salida?.

  He observado igualmente, como sobre todo a  través de las redes sociales, se solicita que  los dos equipos mencionados sean excluidos  de  la Copa del Rey.  Reflexionemos un poco, para ello tomo  como referencia el mayor éxito del fútbol español, el campeonato del mundo de 2010.  De los jugadores convocados del aquel inolvidable evento  , seis jugadores  son nacidos en Cataluña, dos en País Vasco, seis pertenecían al Barcelona y dos al Bilbao, juzguen ustedes mismos, si hay que excluir a dos equipos que aportan jugadores a la  Selección.

 Pertenecemos a un estado donde la convivencia no es fácil, posiblemente existan muchos intolerantes de todas la índoles, separatistas y separadores, pero estimo que estamos condenado a entendernos.

Me viene a la memoria  la siguiente historia. En  los ochenta siendo alcalde de Madrid el sabio profesor Tierno,  con motivo de un concierto le pedía con toda la intención del mundo  a Víctor Manuel que repitiese la canción titulada “Esto no es una canción”, cuya última estrofa viene a decir:

Cuando hablan de la patria
no olviden que es mejor
sentirla a nuestro lado
que ser su salvador
por repetir su nombre
no te armas de razón
AQUÍ CABEMOS TODOS
O NO CABE NI  DIOS
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Imagen de www.abc.es

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy del Barça y lo de la pitada del himno me parece una falta de respeto influenciada por la propaganda política de los politicuchos independentistas. Ahora bien, como dice Pacurro, es curioso que muchos se rasguen las vestiduras con esto, cuando gran parte de ellos falta al respeto continuamente en la vida cotidiana.
Uno de los ejemplos lo veo todos los días. Yo soy un caminante casi diario por las carreteras y carriles de la zona. Hoy precisamente me he fijado en la basura y porquería que echa la gente a las cunetas y al campo en general. Nunca he entendido esa falta de civismo y de respeto a la naturaleza, algo más grave incluso que los pitidos a una simbología en concreto. Y seguro que bastantes de los que critican dichos pitidos no se portan bien con nuestro entorno. Por eso, mirémonos el ombligo y analicemos nuestros comportamientos antes de enjuiciar el de los demás.

Anónimo dijo...

Que tiene que ver el tocino con la velocidad

Anónimo dijo...

¿Que que tiene que ver? Que hay que respetar todo en la vida, la simbología, los partidos, las ideologías, las religiones, el medio ambiente, los pensamientos y las opiniones de los demás, incluso la tuya.

Anónimo dijo...

Y ahora digo. Que tiene que ver la velocidad con el tocino?.