Estimo que una utilización razonable, con cabeza añadiría con mucha cabeza puede resultar beneficiosa, de no ser así puede ser muy maléfica. Gracias a esta red, he podido contactar y tener noticias de amigos que hacía mucho que no sabía de ellos, ganar nuevas amistades, compartir recuerdos, darle publicidad a mis escritos y otros beneficios.
Dicho esto, el motivo de este nuevo post es la interpretación del “Me gusta”. Debo confesar que a veces quedo un tanto perplejo cuando debajo de ciertas publicaciones observo los mencionados me gusta. Aparece una noticia comunicando un fallecimiento, en la parte posterior de la noticia aparecen tres apartados, Me gusta, Comentar y Compartir. Si tecleas el primero. Que quieres decir con ello. Qué te alegras del fallecimiento, que una lúgubre noticia puede ser causa de regocijo. Ya sabemos que todos pasaremos por ese trance, pero que gustar como que no gusta.
Un amigo/a publica que su estado de ánimo no es el apropiado, para ello están los comentarios de ayuda, apoyo, pero sigo sin entender donde cabe en ese situación el “me gusta”.
Aparecen fotos, videos subidos por alimañas que pertenecen a la raza humana solo y exclusivamente porqué son bípedos, tienen dos brazos y caminan erguidos, porque como seres vivientes no tienen calificativos. Esos cafres publican imágenes con perros ahorcados, gatos degollados, imagino que los consabidos me gusta, serán porque cabe la posibilidad de identificar a esos indeseables, pero ni por esas.
No están exentos de ambigüedad. Me explico, al salir publicadas noticias relacionadas con escándalos deportivos, inspecciones a jugadores, imputaciones a presidentes de clubes y la madre del cordero esas mismas acciones en las que estén implicados políticos. Aquí amigos míos, los me gusta echan chispas. Conjeturo que es porque nos alegramos que florezca la verdad. Todos estamos obligados a cumplir con las obligaciones fiscales, jurídicas, administrativas, etc. Si algún dirigente público ha sacado los pies del tiesto que pague por ello, se pueden considerar justificados. Ahora bien pregunto, ¿volveríamos a darle al me gusta, si fuese el presidente, el jugador del equipo de nuestras aficiones deportivas? ¿Y si fuera el político afectado del partido que nos simpatiza o somos militantes?
Si no cabíamos en casa parió la abuela. La aplicación no distingue de noticias buenas y malas, sino que a todas les designa el siguiente lema.” Sé el primero en decir me gusta”. ¡Manda calzones!
Como expresó muy bien don Ramón de Campoamor. En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira.
Solo pedirles cuando lean este escrito, si les ha gustado, tecleen a "Me gusta", si no también
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