Los regantes de San Pablo y Tesorillo cancelan los préstamos de las obras de los canales

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Las comunidades de Tesorillo y San Pablo señalan que ya han pagado 6.000 euros en intereses sin iniciarse los trabajos
Y. G. T.
Las comunidades de regantes de Tesorillo y San Pablo de Buceite han cancelado el préstamo que suscribieron en el mes de julio por 600.000 euros con la Caja Rural del Sur, -400.000 euros en el caso Tesorillo y 200.000 en San Pablo- para cubrir el 2% del valor del proyecto de renovación de los canales de riego que exigía la Junta en concepto de vigilancia y certificación de obras.

Los agricultores consideran que las obras de modernización de los canales no se van a realizar por lo que se niegan a seguir pagando intereses. El presidente de la comunidad de Tesorillo, Martín Blanco, añadió que los trámites les han costado 6.000 euros, que han tirado por "la inacción de la Junta". "No estamos dispuestos a seguir pagando, hemos pagado ya tres meses y nos negamos a seguir cuando seguimos sin saber nada", añadió Blanco, quien apuntó que en breve se publicará la carta de pago de los intereses de los tres meses.

Por otra parte, apuntó que como los plazos se agotan y lo último que saben es que faltan documentos de pago entre la Junta y la entidad Seiasa, prefieren esperar a un nuevo convenio.

Así mismo, el presidente de la comunidad de regantes de Tesorillo mostró su malestar por "la traición de los políticos socialistas de la comarca, con la excepción del concejal de Jimena, Pascual Collado. Llevamos más de tres años luchando por esto y nadie quiere saber nada. Quieren que tiremos la toalla".

El proyecto de mejora de los canales prevé la generación de 160.000 jornales durante su ejecución, que actualmente están en riesgo ante la paralización que sufren las obras. Con todo, en el mes de marzo, se iniciaron lo trabajos técnicos de preparación del suelo con las primeras calicatas efectuadas por geólogos y arqueólogos en varios puntos del trazado.

Personal técnico de la empresa Tragsa fue la encargada de realizar varias catas a una profundidad de tres metros con el fin de analizar la composición del suelo tanto en la zona de la balsa de aguas como en varios puntos por los que irán las tuberías de abastecimiento, sin que posteriormente se hayan iniciado las obras definitivas.