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Los agricultores consideran inasumible que la mitad del agua que entra en la infraestructura se pierda por su mal estado
Temen que no dé tiempo a ejecutar el proyecto antes de 2016A. R.
Los regantes de San Martín del Tesorillo urgieron ayer a la Junta de Andalucía a firmar cuanto antes el convenio con la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa) y las propias comunidades de agricultores del Valle del Guadiaro -Tesorillo y San Pablo de Buceite- que fija las cuotas de participación en la financiación del proyecto de remodelación de los canales de riego para permitir el inicio inmediato de las obras.
El presidente de la comunidad de regantes de San Martín del Tesorillo, Martín Blanco, recordó que las dos comunidades acordaron a finales de mayo dar vía libre a la firma del acuerdo pese a la inclusión a última hora por parte de la Junta de dos cláusulas en el borrador que consideran inasumibles. Lo hicieron, explicó, con el fin de no dilatar más en el tiempo el arranque de los trabajos que tienen que estar terminados antes de enero de 2016 para poder acogerse a la financiación de la Unión Europea. "Sin embargo, desde entonces la Junta de Andalucía no ha movido ficha. Y Seiasa nos traslada su inquietud ante la falta de decisión de la Junta de Andalucía. Tenemos que firmar ya", relató a Europa Sur Martín Blanco.
Para el presidente de los regantes de Tesorillo, las obras no son ni de lejos un capricho porque responden a la necesidad de mejorar unos canales de riego que datan de 1872 y la red secundaria de distribución (tuberías), que arrastran un grado de pérdidas de agua del 50%. "La mitad del agua que entra a los canales acaba en el río porque los canales y las tuberías están como un colador. Es inadmisible porque a duras penas se puede regar", relató Blanco.
Seiasa, la Junta de Andalucía y las comunidades de regantes acordaron tras varios meses de indefinición acometer una inversión de 30 millones de euros para la puesta al día de la infraestructura. En el preacuerdo se fijó una aportación estatal del 70% del coste mediante fondos Feder (23 millones); un 20% desde la Junta de Andalucía (6 millones) con cargo al canon del trasvase del Guadiaro-Majaceite y el 10% restante (3 millones de euros) asumido por las comunidades de regantes a través de un crédito a devolver en 50 años (con 25 de carencia) adelantado por el estado. "Estamos sólo pendientes de la firma. En julio deberían empezar las obras para que todo pueda estar listo en el plazo previsto. Los 30 millones de inversión y los puestos de trabajo vinculados para la zona se pueden ir a otro sitio si Seiasa ve nuevos retrasos", comentó.
Con todo, Blanco insistió en que los regantes no están de acuerdo con la pretensión de la Junta de Andalucía de hacerse con la titularidad del 20% de las obras que ejecute puesto que, recordó, el dinero procede de un canon que abonan los ciudadanos y, al no tratarse de fondos propios de la Junta, no generan derecho de titularidad.
Así mismo, tampoco están a favor de que se les reclame el 2% de la inversión para pagar certificaciones y vigilancia del desarrollo de la obra. "Serían 600.000 euros más a devolver en quince años. Pero nos coge cuesta arriba. Les hemos escrito a varios representantes de la Junta de Andalucía para que la administración se haga cargo de esas labores, y tampoco nos han contestado. Estamos ante una situación gravísima en la que cada día que pasa cuenta como uno menos para hacer las obras", dijo.
El proyecto prevé la generación de 160.000 jornales durante su ejecución. "Ahora mismo, están en riesgo. El proyecto está hecho. Las pruebas previas también. Sólo faltan las firmas para poder iniciarlo y dar solución a las comunidades de regantes", insistió Blanco, quien remachó que las obras permitirán una mejor gestión del regadío, contención de costes y mayor productividad que podrá redundar en la generación de más empleo en el sector agrícola del Valle del Guadiaro al ganar en competitividad frente a otros territorios agrícolas de Andalucía.
1 comentario:
No pueden ni por honestidad y lealtad a sus vecinos, los responsables políticos que nos rodean deben de taparse los oídos y vendarse los ojos, para no saber lo que está pasando. La situación es insostenible y tarde o temprano les debe pesar a mas de uno este gravisimo problema.
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