domingo, 10 de abril de 2011

Una espectacular recreación de un episodio de la Guerra de la Independencia pone fin a las XVIII Jornadas de Historia de Jimena

Nota de prensa del Ayuntamiento de Jimena.
Una espectacular recreación de un episodio de la Guerra de la Independencia ha puesto este mediodía el broche de oro a las XVIII Jornadas de Historia y Arqueología de Jimena de la Frontera, que han venido celebrándose desde el pasado miércoles en la población.
Varios centenares de vecinos del municipio se daban cita poco después del mediodía en el patio de armas del Conjunto Arqueológico del Castillo de Jimena para presenciar una teatralización de un momento puntual vivido en muchas poblaciones de la España de 1812: la trágica defensa por parte de la población autóctona frente al ejército francés invasor.
No obstante, las primeras escaramuzas tuvieron lugar en el Paseo de la Constitución, donde los actores de la Asociación 'Por la Resistencia' de Algodonales, encargados de la actividad, representaron un desfile de las tropas francesas y los primeros enfrentamientos con la población local.
El rugido de la pieza de artillería, un cañón confeccionado en bronce que reproduce fielmente a los empleados por las tropas napoleónicas, los disparos de fusiles, trabucos y escopetas, además del buen hacer de los actores, sorprendieron a los asistentes, quienes tuvieron oportunidad de conocer lo desequilibrado de estos enfrentamientos entre el organizado ejército francés y el pueblo español, mal equipado y sin estrategia.
El resultado de las diferentes cargas y enfrentamientos cuerpo a cuerpo daba como resultado, como era de esperar, la muerte de todos los defensores y la victoria de los franceses, en una estampa claramente inspirada en Los Fusilamientos de Goya.
Una vez finalizada este primer enfrentamiento, tendría lugar el segundo, más importante, en el propio recinto del Castillo. En esta ocasión se simulaba un asalto francés a este punto, clave para el control de toda la zona, escasamente defendido por vecinos de a pie, bandoleros y personajes característicos de la Serranía a comienzos del siglo XIX.
Una vez más, la disciplina y táctica militar del ejército napoleónico conseguía acabar con la resistencia a base de fuego de artillería y descargas de fusiles, para terminar accediendo al patio de la Torre Albarrana para hacer ondear la bandera francesa.
En este punto se congregaban varios centenares de personas, atraídas por el buen tiempo e interesadas en conocer un espectáculo que nunca antes se había desarrollado en el pueblo. De hecho, la de hoy ha sido la actividad que ha congregado a más personas en el Castillo en los últimos años.
El público ocupaba el flanco izquierdo del patio de armas, en una zona acotada especialmente para garantizar una buena visibilidad del espectáculo sin poner en riesgo la seguridad.
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