El Ayuntamiento busca financiación para restaurar la antigua Fonda La Perla

Nota de prensa del Ayuntamiento de Jimena.
La delegación provincial de Vivienda comienza a recabar información sobre la historia y las características arquitectónicas del inmueble
El Ayuntamiento de Jimena ha comenzado a trabajar en la búsqueda de recursos que permitan proceder a la restauración y puesta en valor del edificio de la antigua Fonda La Perla, un inmueble recientemente adquirido por parte de la institución municipal y en el que se pretende instalar a medio plazo un centro cultural que llevará por nombre Antonio Puchán.
En este sentido, un arquitecto técnico de la delegación provincial de Vivienda y Ordenación del Territorio ha visitado esta mañana las instalaciones de la antigua pensión para valorar las posibilidades de incluir el inmueble en el catálogo de edificios protegidos. Esta vía permitiría al Ayuntamiento poder acceder a subvenciones por parte de la administración autonómica para llevar a cabo la rehabilitación.
Tras la primera inspección ocular, se ha de iniciar un proceso de recogida de datos acerca de la historia y las características arquitectónicas del edificio. En este sentido, destaca la planta ovalada del patio central del mismo, una característica que se considera singular dentro de la arquitectura popular andaluza.
La fonda La Perla fue durante lustros el único establecimiento hostelero con que contaba el casco histórico de Jimena, por lo que por sus habitaciones pasaron la mayor parte de las personas que debían visitar la localidad. En los últimos años, no obstante, el inmueble permanecía sin uso, lo que animó al Ayuntamiento a interesarse por su adquisición.

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Está situado en el número 32 de la calle Sevilla y cuenta con un total de 320 metros cuadrados de superficie construída. En la planta baja dispone de diez habitaciones de diferentes superficies, además de un patio central de 30 metros cuadrados que aporta luz y ventilación a todas ellas.En la primera planta existen otras 10 habitaciones y 3 cuatros de baño mientras que la segunda planta cuenta con dos habitaciones y acceso a las terrazas ubicadas en la cubierta.

El edificio fue construido a comienzos del siglo XX y desde entonces ha sido utilizado tanto como vivienda particular como, sobre todo, establecimiento hostelero. Por sus dimensiones y peculariares características se trata de un elemento arquitectónico conocido por todos los vecinos.Vivió su época de esplendor en los años 40 del siglo pasado, cuando era la única fonda o pensión existente en el casco histórico.

Posteriormente, hasta la década de los 90 se usó como vivienda en régimen de alquiler para, más tarde, dado su deterioro, dejar de ser utilizado por sus dueños.Con su compra por parte municipal se evitaría la desaparición de esta particular construcción y, al mismo tiempo, se dotaría al municipio de un centro donde albergar servicios culturales como el de una biblioteca pública.