VIAJAMOS PARA REGRESAR A NUESTRO HOGAR
Un nuevo podcast del profesor Hernández, cargado como sus artículos, de conocimiento y sabiduría para entender y disfrutar la vida.
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VIAJAMOS PARA REGRESAR A NUESTRO HOGAR
Un nuevo podcast del profesor Hernández, cargado como sus artículos, de conocimiento y sabiduría para entender y disfrutar la vida.
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2 comentarios:
Señor Hernández, desde su inmenso conocimiento de la literatura quedamos siempre entusiasmadas/os y nunca extasiadas/os (as/os, para que no me regañen con el género), sin embargo, a veces suele ocurrir que olvidamos una parte del contexto o se deja para otro día escribir sobre esa otra parte con diferente título, como puede ocurrir en este caso, en el que para nada alude al que no puede ni siquiera regresar a ningún hogar, y si lo hace es al de algún familiar, amigo, de favor vecinal o de acogida, o puede que acuda a algún que otro techado, puente o cueva, que no llega a poseer ese sagrado nombre de casa-hogar; incluso, algunos, acompañado con su prole familiar, de la que es el cabeza de familia.
Un pobre cabeza de familia al que los 500 o 600€ euros del paro (si no lo ha agotado), o los 800 trabajando a duras penas llega, si llega, para comer. Quede claro que estamos hablando de un trabajador que desea trabajar, o poder trabajar en lo poco que encuentra, pese a su calidad como buen obrero, peón o especializado. Si no tiene para comprarse ni un ladrillo, menos le queda para irse de viaje al que no conoce siquiera la esperiencia de unas vacaciones, aunque asi le llamen a los que están en paro: no hay vacaciones más deshonrosa que esa. Algunos (no todos lo son por no poder trabajar), no les queda más remedio que meterse en una vivienda desocupada desde hace mucho tiempo, pues hasta para eso son demasiado honrados y pulcros, impulsado ya por la extrema necesidad y todo por su esposa e hijos menores: no tiene forma ni suerte de ser ayudado por el Estado y se lanza (incluso avergonzado) a esa deshonrosa aventura, amparándose en la Constitución que le dice tener el derecho de vivir/poseer en una vivienda digna. Ocupó esa porque se informó de muchos pormenores, para él "pormayores": "lleva años desocupada y su propietario no la utiliza ni la alquila, y, encima posee otras viviendas en la misma situación, independientemente de la habitual". Él solo quiere tener un techo para su familia hasta que le cambie la situación y, si el propietario realmente la necesitara (sin trampas ni cartón) se la entregaría, como propietario que es.
Si, hay muchos casos asi, y más hay de aprovechados que hacen que todos los ocupas, a vista de la gente, sean mirados como delincuentes.
Y por eso la Justicia es tan lenta, porque en verdad tienen que recopilar e investigar fidedignos informes para obrar en consecuencia sin fallar a la Ley, pues los Jueces están para que ésta sea justa e impoluta.
Me gustaría, en verdad ver u oir con, sus letras o palabras, ese otro escrito o podcast, que seguramente ha dejado pendiente de completar, para después de éste exponerlo con su experiencia y su saber.
Muchas gracias por querer conocer otras opiniones, respetuosamente,
María Magdalena Mreymac.
Gracias -querida amiga María Magdalena- por sus análisis oportunos y por sus serias reflexiones. Estoy de acuerdo con usted en que mis artículos son parciales y, sobre todo, incompletos. Son simples propuestas para que los generosos y agudos lectores las discutan, las juzguen, las completen y las corrijan. En cada uno de estos breves apuntes me limito a proponer un punto de partida para el diálogo. Créame cuando le digo que le estoy muy, muy agradecido y sinceramente le ruego que siga leyendo y proponiendo sus ideas. Cordialmente, José Antonio
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