Un digamos poema.
Ahí está, nuestra Laja Alta,
lugar empapado de historia,
guardando en sí el recuerdo,
de lo que fuimos y somos,
pueblos del Alcornocal, verde,
verde monte, verde campiña,
verde esperanza y blanca paz,
para nuestros mayores y niñas.
Ahí está, nuestra Jimena,
bello balcón de la serranía,
¿Fenicia, Romana, Nazarí?
¿Más antigua? puede que sí,
yo incluso me dejo llevar,
hacia atrás, pero mucho más,
llegado al punto de pensar,
¿Heredera de los Tartessos?
Que nadie ponga freno, ¡no!,
¡pero nunca!, a tu imaginación,
desátate, rompe las cadenas,
aquí nadie es mejor ni peor.
Tiempos de oscuridad, azotan,
la marcha atrás que tú jamás,
quieres, deseas a los demás,
¿Que cuesta volver a empezar?
Ahí está, nuestra humanidad,
la que quinientos años atrás,
por forma cual tiene la tierra,
a la hoguera que vas, sin más.
A cuántos hemos visto, alardeando de su saber?
No es más quien va subestimando a los demás,
amiga, hay muchas formas de conducir al pensar,
como varias son las realidades que ahí están,
ideas, pensamientos que más nos vale unificar,
si no, viajen en el tiempo, a la misma Laja Alta,
lugar mágico, que sin duda os va a trasladar,
a lo que fuimos, que hoy no es, si, pero que será.
¡Y bien que será!
lo quieran como no,
¡Y bien que será!
lo quieran como no,
la del verde, verde alcornocal
y nunca la del mar de cristal.
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