lunes, 24 de diciembre de 2018

Miguel Ángel Ibarra, el párroco de San Pablo y Jimena que parece ser que no es sacerdote

Tras la Procesión del Silencio en San Pablo de Buceite 2018.
El viernes tuvimos noticia de un suceso curioso,  el párroco colombiano de Jimena y San Pablo Miguel Ángel Ibarra Marín,  parece ser que no es sacerdote.

El "padre" Miguel Á. llegó a nuestros pueblos aproximadamente en noviembre de 2017 sustituyendo al padre Anacleto. Y estuvo de párroco hasta pasadas las fiestas de la Novena de la Estación de Jimena en septiembre de este mismo año, trasladándose a Medina Sidonia.

Según el diario El País, de confirmarse la falsedad de su ordenación, los matrimonios y bautizos celebrados por Miguel Ángel Ibarra pasarán a ser "ilícitos", aunque "válidos" para la Iglesia.
------------------------------------------------

Leído en el medio colombiano Noticias Caracol. Por su interés lo reproducimos..
Hombre se habría hecho pasar por sacerdote durante más de 18 años, según arquidiócesis en Antioquia

Se trata de Miguel Ángel Ibarra Marín, quien fue relegado de su cargo porque los documentos que lo acreditan como párroco son falsos.

El presunto sacerdote se desempeñaba en la actualidad en la arquidiócesis de Cádiz, España. Laboró como sacerdote en una parroquia en Santa Fe de Antioquia y como vicario de algunas parroquias en el Occidente antioqueño.

En la procesión del Silencio en San Pablo  de Buceite.
En las últimas horas monseñor Orlando Antonio Corrales García, de la arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia, manifestó que luego de una investigación más profunda se determinó que Miguel Ángel Ibarra “no fue ordenado sacerdote” el 4 de Enero de 1998 por el entonces Arzobispo de Tunja, Monseñor Augusto Trujillo Arango, en su capilla privada.

En diciembre del 2011 la arquidiócesis de este municipio del Occidente de Antioquia acogió a Miguel Ángel Ibarra de buena fe.

“Este servidor lo acogió e incardinó a esta Arquidiócesis, con base en documentos que él presentó y que fueron analizados por un experto canonista”, afirma el comunicado de monseñor Orlando Antonio Corrales.

Sin embargo hace varios meses surgieron serias dudas sobre su ordenación.

Por tal razón se hizo una investigación más profunda sobre la existencia del delito de falsedad en documento público eclesiástico, con base en documentos originales y entrevistas a sacerdotes de Tunja, y se llegó a la conclusión que “Miguel Ángel NO fue ordenado sacerdote”, asegura la autoridad religiosa.

En la actualidad el presunto sacerdote Miguel Ángel Ibarra se encuentra en España.
-------------------
En la procesión del Silencio en San Pablo de Buceite
Comunicado de la Diócesis de Cádiz y Ceuta

El Obispado de Cádiz y Ceuta desea manifestar lo siguiente en relación a D. Miguel Ángel Ibarra Marín, de nacionalidad colombiana, quien, en la actualidad, ejercía como párroco en la localidad de Medina Sidonia.

- Miguel Ángel Ibarra Marín llegó a la diócesis de Cádiz y Ceuta, en octubre de 2017, a raíz de un acuerdo firmado con el Arzobispo de la archidiócesis de Santa Fe de Antioquia, Mons. Orlando Antonio Corrales García.

- El supuesto sacerdote presentó en la diócesis de Cádiz y Ceuta toda la documentación requerida en estos casos. Asimismo, con anterioridad, esta persona había ejercido el ministerio en varias diócesis colombianas.
- Desde inicios de este curso, Miguel Ángel Ibarra ejercía en las parroquias de Santa María La Mayor La Coronada y Santiago Apóstol de Medina Sidonia.

- La Archidiócesis colombiana avisó, el pasado 13 de diciembre, a la diócesis de Cádiz y Ceuta que, tras una denuncia de falsedad en sus documentos de ordenación, se había llevado a cabo una profunda investigación que concluía que Miguel Ángel Ibarra no había sido nunca ordenado sacerdote.

- Inmediatamente conocido este hecho, en la tarde del mismo jueves, 13 de diciembre, la diócesis de Cádiz y Ceuta cesó al supuesto párroco de sus funciones.
- El supuesto sacerdote tendrá que responder, en los próximos días, ante la Archidiócesis de Santa Fe de Antioquia donde ha sido requerido.
- Por su parte, la diócesis de Cádiz y Ceuta, trabaja ya en la investigación correspondiente y la reparación de las consecuencias que haya podido acarrear la actuación de esta persona.
- La diócesis de Cádiz y Ceuta lamenta que, hechos como este, puedan ensombrecer la labor de sus párrocos y sacerdotes debidamente ordenados, que sirven a la Iglesia diocesana, cada día, de manera ejemplar.
----

Imagen de redes sociales de M.A. Ibarra. 
Leído en El País. Por su interés reproducimos esta noticia.

El obispado de Cádiz aparta a un párroco por fingir ser sacerdote 20 años

De confirmarse la falsedad de su ordenación, los matrimonios y bautizos celebrados por Miguel Ángel Ibarra pasarán a ser "ilícitos", aunque "válidos" para la Iglesia

JESÚS A. CAÑAS

Se despidió diciendo que volvía a Colombia. Esa fue la excusa que el colombiano Miguel Ángel Ibarra dio, el pasado 13 de diciembre, para explicar su precipitada marcha de la localidad gaditana de Medina Sidonia. Pero la realidad es que el obispado de Cádiz acababa de destituirle tras descubrir “que no había sido nunca ordenado sacerdote”, según ha reconocido ahora la institución.  

Ibarra llegó a Cádiz en octubre de 2017, procedente de la archidiócesis colombiana Santa Fe de Antioquía. Como ha ocurrido con más sacerdotes procedentes de otras diócesis y países, el colombiano llegó para ocupar puestos de responsabilidad en parroquias gaditanas, en el marco de una política de traslados intensificada en Cádiz desde que Rafael Zornoza accediese al cargo de obispo. “El supuesto sacerdote presentó en la diócesis toda la documentación requerida en estos casos. Asimismo, con anterioridad, esta persona había ejercido el ministerio en varias diócesis colombianas”, justifica el obispado gaditano.

Miguel Ángel Ibarra fue destinado primero a Jimena de la Frontera y, desde septiembre de este año, era párroco en las iglesias de Santa María La Mayor La Coronada y Santiago Apóstol de Medina. Allí se encontraba cuando la archidiócesis colombiana alertó de que, tras “una denuncia de falsedad en sus documentos de ordenación” —según explica el comunicado del obispado— habían llegado a la conclusión que dicho nombramiento nunca se había producido. El mismo día de esa comunicación, el 13 de diciembre, la diócesis de Cádiz apartó al hombre de sus responsabilidades.

Pese a que el obispado le retiró de su destino parroquial hace ya diez días, no fue hasta la tarde de ayer cuando admitió lo ocurrido en un comunicado en su web. La institución gaditana solo ha roto el silencio después de que el medio de comunicación colombiano Noticias Caracol haya difundido la supuesta falsedad del sacerdocio de Ibarra en una información este pasado viernes. El hombre estaba ejerciendo como cura desde el 4 de enero de 1998, cuando, según aseguraba, fue ordenado por el entonces arzobispo de Tunja, Augusto Trujillo Arango, en su capilla privada. En 2011, el colombiano pasó a estar incardinado en la archidiócesis de Santa Fe.


Una vez apartado de la diócesis de Cádiz, Ibarra tendrá que responder ahora ante aquella archidiócesis. La institución colombiana ha informado a su homóloga española que Ibarra tendrá que comparecer ante el obispo Orlando Antonio Corrales, arzobispo de Santa Fe y Antioquia. El supuesto sacerdote, cuyo paradero se desconoce exactamente en estos momentos, ha manifestado a EL PAÍS su intención de acudir a esta cita “acompañado de un abogado”.

“Lo primero que haré será tener una entrevista con el arzobispo para que me escuchen y aportar los documentos que me respaldan, junto con un testigo que estuvo presente en mi ordenación sacerdotal”, ha puntualizado en una conversación vía mensaje. Ibarra ha lamentado “el daño moral y psicológico tan grave” que la difusión del caso le ha provocado. Sin embargo, ha preferido guardar silencio sobre su versión de los hechos y las pruebas que dicen ampararle.

El obispado de Cádiz ha “lamentado” lo ocurrido al entender que puede ensombrecer la labor de otros curas “debidamente ordenados. Además, ha asegurado haber iniciado una investigación, además de trabajar en “la reparación de las consecuencias “que haya podido acarrear la actuación de esta persona”. De confirmarse la falsedad de su ordenación, los matrimonios y bautizos impartidos por Ibarra en este tiempo pasarán a ser ilícitos, aunque seguirán siendo válidos para la Iglesia.

Eso implica que todos estos sacramentos seguirían siendo plenamente efectivos para la diócesis de Cádiz. No ocurre lo mismo con las eucaristías, penitencias o unción de los enfermos —labores pastorales habituales de un sacerdote— que pasarían a ser no válidas, tal y como aclaró en su día la Archidiócesis de Sevilla al verse envuelta en un caso similar en mayo de 2012. Con todo, desde el obispado no se ha precisado qué ocurrirá en caso de que se confirme la falsedad del sacerdocio de Ibarra.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Y ahora que pasa con los pecados que yo le confesé. Se me han perdonado o tengo que volver a confesarme porque ya no me acuerdo de muchos de ellos. menos mal que todos eran veniales.
Dios santo que cruz.
Carmen.

Anónimo dijo...

Hubo un taxista en Madrid
que, por más de cuarenta años,
estuvo conduciendo un taxi
sin ningún tipo de carnet
ni licencia de ninguna clase.
Nunca tuvo un accidente,
ni una sanción de tráfico
por tanto, nunca le pidieron
en ningún control el carnet
y el “falso taxista”, el impostor
se retiró jubilado.
Entonces, quiso sacarse el carnet
para conducir un seiscientos
yo, como muchos pensé,
que no debieran examinarlo,
que el carnet de conducir
lo tenía más que aprobado,
por un examen continuo
que duró más de cuarenta años.
Este pseudo-sacerdote,
que sin tonsura ni sotana
que quizás no sea ni diácono,
si ha ejercido como párroco
y al parecer lo ha hecho bien,
si cumple los requisitos exigidos
y con la falta de sacerdotes que hay
me atrevería a insinuar
que lo ordenaran sacerdote
creo que, el examen lo ha pasado.

Anónimo dijo...

Y qué pasa con los 80 feligreses que nos confirmamos en el convento Reina de los Ángeles el 15 de septiembre? Ah, bueno la bendición no la dio el obispo con eso basta.

Anónimo dijo...

Soy creyente y he conocido a numerosos sacerdotes que han pasado por el municipio, y la verdad que este "pseudocura" que hemos tenido últimamente es el mejor formado que yo he conocido, y eso que no fue finalmente ordenado. La iglesia de San Pablo se llenaba como nunca desde hace tiempo por las plegarias y directrices de este hombre que la verdad se veía que tenía vocación, lo que pasa es que nos engañó a todos falsificando documentos, con lo fácil que hubiera sido dar ese pasito final, creo yo. Sí soy sincero yo cuando asistía a la catequesis de confirmación lo veía muy bien vestido, muy guaperas y muy presumido como para querer ser cura. En fin, a ver si puede demostrar su inocencia.

Anónimo dijo...

Este ha hecho un Pablo Casado en toda regla....

Anónimo dijo...

Y si ha estudiado Teología en la Juan Carlo I?