domingo, 3 de julio de 2016

"Límpiate la baba", por Salvador Delgado Moya

Las dos chicas se encontraban en la terraza de aquel bar. Había sido un día demasiado caluroso y necesitaban saciar su sed.
De repente, una de ellas resopla y dice:
.- Creo  que he visto a tu ex entrar en este establecimiento...
Sin levantar la cabeza, la otra esboza una media sonrisa y replica:
“Todavía te recuerdo. Cuando te conocí intuía que nuestra unión no podría durar mucho, porque uno de los dos traicionaría esa combinación, que a priori, parecía perfecta. Tus movimientos eran lentos, sigilosos y dejando huella por donde pasabas”.
“Parece que fue ayer cuando disfrutábamos entre aguas salinas, extasiado, y mirándome, pidiéndome otra oportunidad. No te la pude dar. La vida debe y tiene que continuar. Sigue nadando canalla, sigue sumergido entre las aguas de tu destino”.

“Sabía que eras soso, insípido, por eso te brindé un cóctel de ingredientes para sazonar tu alma”.
“Fui cambiando tu estado. Eras frío, gélido, impertérrito en tus actos, pero poco a poco te di el calor suficiente y necesario para que tu aspecto, tu forma, tu cuerpo y tu ser, cambiaran en detrimento tuyo y en beneficio mío”.
“Cambié tu olor, impregnando todos y cada uno de los rincones donde tú estabas. Sabía que había mucha gente detrás de ti y ninguna de ellas con buenas intenciones.  Pero fui yo la que te protegí, te cuidé, te oculté de miradas amenazantes y de comentarios pletóricos de gula”.
“Pero aún así, cada vez que te veo, me derrito, te deseo con tal ímpetu que parecería que tu presencia aviva mis ganas. Tengo que impedir quedarme sola contigo, porque sería imposible detenerme. Necesito tocarte, olerte, mirarte, besarte, chupar tus entrañas, llenar mis manos del  deseo que emanas. Necesito tenerte en mi boca para así saborear todo lo que me ofreces. En ocasiones me falta el aire y tengo que detenerme, respiro y sigo homenajeándome para saciarme por completo”.
“Tengo las manos manchadas. Tengo el paladar adormecido. Tengo el estómago pletórico. Tengo bloqueada el ansia. Ya me quedé rebosante de ti…”
.-Perdona amiga, nunca me imaginaba que estuvieras tan enamorada de tu ex!!!
    No! No!  Te estás equivocando!. No estoy hablando de ningún hombre.
    .- ¿¿¿Entonces???
    Estoy hablando de los “caracoles” que me estoy comiendo, en esta época están de rechupete…

                                Fdo. Salvador Delgado Moya


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tres historias maravillosas
en verdad tres obras de arte,
que has publicado en buceite
que yo, al igual que muchas gentes
al leerlas sorprendido
a la vez que emocionado
por la forma de relatar
amores apasionados,
celos y hasta casi un porno, sutil y fino
y una vez finaliza de leer las obras
maravillados hemos quedados,
ya que el desenlace en ellas
no ha sido lo que pensábamos
Ha sido amor y no gula
a la rubita cerveza,
a un cuenco de picantes caracoles
y hacia dos hijos ¿Gemelos?
Gracias por estos tus escritos
que en buceite. con, leemos.
.
04.07.16
.
Antonio. -El niño del Corchado-

Unknown dijo...

Muchas gracias Antonio.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.