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El calor registrado justo en el cuaje del fruto, en mayo, es el principal motivo de este descenso en la producción Los trabajos comienzan esta semana en San Pablo y TesorilloY. OLIVARES
La campaña de la naranja, que comienza esta misma semana, registrará un 40 por ciento menos de producción respecto al año pasado. Ésta es la previsión que manejan los responsables de las dos cooperativas que gestionan la producción de naranjas y clementinas en los municipios de San Pablo y San Martín del Tesorillo. Este descenso podría traducirse, si así se confirma, en la recogida de cuatro o cinco mil toneladas menos por cooperativa que en la campaña anterior.
Este notable descenso se debe, principalmente, a las altas temperaturas que se registraron en los meses de abril y mayo, sobre todo éste último, cuando el fruto se encontraba en lo que se conoce como el cuaje.
Este es el momento en el que la flor ha pasado a ser fruto, pero aún es muy pequeño, y el fuerte calor hace que el árbol lo suelte.
Víctor Barranco, gerente de la cooperativa del Campo del Guadiaro, con sede en San Pablo, lo explica así: "Tuvimos un par de días en el mes de mayo con más de 40 grados y eso afectó mucho al árbol, que soltó el fruto justo en el momento en el que se encontraba en lo que conocemos como el cuaje", señaló Barranco.
Esta cooperativa, que agrupa a más de 80 propietarios productores dedicados al sector de los cítricos, ya está recogiendo la variedad clementina; y en apenas una semana comenzará a recoger la naranja, según dijo Barranco.
El año pasado, la cooperativa cerró la campaña con la recogida de más de 12.000 toneladas de naranja, previsiones que este año se rebajan hasta las 8.000.
En la cooperativa vecina, la de San Martín del Tesorillo, los datos son aún más desalentadores. Antonio Carreras, gerente de Tesoricoop, eleva a más de un 40 por ciento la reducción de la producción de naranja. "Este año podemos pasar de las 12.000 toneladas recogidas en 2014 a unas seis o siete mil", explicó Carerras, quien también aludió a las altas temperaturas registradas en el mes de mayo. "Los golpes de calor que tuvimos en esa fecha nos perjudicaron mucho puesto que el árbol no aguantó el calor y tiró la fruta en verde", añadió.
Estas condiciones meteorológicas adversas se han sumado a una tendencia descendente en la producción de naranjas en la comarca; propiciada por una serie de condicionantes como el bajo precio que se paga por el producto; o el abandono de los cítricos en favor de otros cultivos que tienen un precio mayor en el mercado agrícola.
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