Soneto dedicado a dos pueblos naranjeros.
--
Benditos naranjos
Los líneos son rectos, llenos de hierbas        
La moza y el mozo le bregan al árbol               
Frías naranjas, húmedo el trébol                    
Huertas de jornaleros, pobres turbas
Diez escaleras apuntan al cielo                    
Mil apolilladas a diario rezan                        
Familias pobres, patronos que fuerzan          Hambre y miseria llenan el suelo
                  
Encallecidas manos también se pinchan                    
Trabajan mojados y sudorosos                    
Con bolsillos vacíos que nunca llenan                    
Tesorillo y San Pablo quieren días rasos                
Así sus vecinos la talla dan                
Al ser la naranja: bar, tienda y atrasos
¿¡Y el aguacate ganando terreno!?




1 comentario:
.
Igual que cambian los tiempos,
Las modas y los deseos
Cambian las instituciones
Y suele caer en desuso
Lo que antes era muy bueno
El cultivo de los frutos
De los cambios no está exento.
Naranjos y limoneros
Que tantos jornales dio
Ahora son deficitarios
Y en cambios piensa el patrón,
Que el aguacates o chirimoyas
Los pagan a mejor precio
Y lo que era un bosque verde
Después de dejarlo yelmo
Lo vuelven a plantar de esquejes
Protegidos del sol y frio
Con unos cilindros de plásticos
Y en pasando algunos lustros
Estando en pleno rendimiento
Por el exceso de producción
Y lo importan de fuera
Hacen de nuevo al agricultor
Tener que cambiar por fuerza
Lo que de comer le diera
Y vuelta a recomenzar
Es posible que se retorne
Otra vez, a naranjos y limoneros
Ya que después del arranque
Los precios, suben de nuevo.
08.04.16
Antonio. –El niño del Corchado-
Publicar un comentario