Leído en La Voz de Cádiz. Por su interés reproducimos esta noticia.
MªSANTOS J. CABRERA
Un joven de Alcalá de los Gazules ha puesto en marcha hace unos meses la primera empresa gaditana de corcho granulado
MªSANTOS J. CABRERA
Un joven de Alcalá de los Gazules ha puesto en marcha hace unos meses la primera empresa gaditana de corcho granulado
Abandonar la comodidad de ser asalariado y lanzarse a la complicada aventura de convertirse en empresario no es nada fácil, y menos en estos tiempos de crisis en los que la mediana y pequeña empresa está sufriendo tanto. Desde 2012, Víctor Rojas León, un joven de 26 años de edad, ha invertido todos sus ahorros y esfuerzos en crear 'Corcho Los Alcornocales 2012 S.L.', la primera empresa de la provincia de corcho granulado.
Desde que a su hermano Alejandro se le ocurrió la idea de crear este tipo de factoría para el tratamiento del corcho, Víctor no sólo no ha dudado un instante, sino que ha dado todos los pasos que han sido necesarios para lograr el objetivo que se había marcado: «Optimizar los recursos naturales de nuestra tierra y obtener rentabilidad de ellos». Este joven de Alcalá de los Gazules, junto a su hermano y su padre, que le ayudan diariamente en el que se ha convertido en negocio familiar, estaba convencido de que el proyecto de su hermano funcionaría porque «es una idea innovadora en la que actualmente no hay competencia en la provincia».
Este negocio familiar se encarga de triturar corcho de distintas calidades para exportarlo a factorías de Badajoz y otras portuguesas que terminan convirtiéndolo en artículos como tapones para botellas de vino, paneles de aislamiento, revestimiento para paredes, pinturas plásticas decorativas, etc.
«Todo surgió buscando una subvención que daba la UE y el Parque Natural de Los Alcornocales, pero al final ni siquiera la conseguimos», comenta Víctor que se embarcó en el proyecto e inició «el papeleo» en 2012 pero hasta hace medio año no ha arrancado definitivamente la producción. Lo innovador de la empresa es convertir paneles de corcho en granulado de aproximadamente cinco centímetros de espesor y ofrecerlo sobre todo, a empresas portuguesas y de Badajoz, líderes en el tratamiento de la materia.
Sin ayuda pública
Aparte de su dinero, Víctor no ha recibido ningún tipo de subvención ni inversiones que no sean las propias y las que han podido llegar como apoyo desde el mismo núcleo familiar. «El año pasado nos reunimos con el consejero de Empleo de la Junta, José Sánchez Maldonado, para explicarle nuestro proyecto, le gustó mucho la idea pero hasta hoy no hemos cumplido los requisitos de ninguna subvención de apoyo al sector», explica este joven. Según Víctor; «no es una tarea sencilla levantar una idea de estas características, todo el mundo te pide muchos requisitos y garantía, en lugar de aflojar un poco y ayudar, te ponen muchas trabas y de esa forma no se crea empleo». En su opinión, «una persona joven intenta montar una empresa y recursos no tiene, sin embargo, los bancos te piden aval, para todo». «Mi aval es mi idea, aún así tengo contratos que son garantía de que la empresa está funcionando y moviendo una cantidad de dinero y eso se lo podría ofrecer a los bancos al pedir un crédito pero no les sirve» se queja Víctor.
Pese a todo, tras visitar muchas empresas relacionadas con el sector y buscar a sus propios clientes, el negocio no va nada mal. Ahora mismo tienen un acuerdo con una empresa de Portugal que les han pedio varios camiones. Para esta misma semana tienen que tener listo uno. Además, están intentando llegar a un acuerdo con AMORIN, la empresa líder de corcho de la provincia de origen portugués afincada en San Roque que se encarga de otro tipo de tratamiento del corcho. «El corcho es un producto nuestro y lo está explotando Portugal, nosotros tenemos la materia prima aquí en el Parque Natural de Los Alcornocales y tenemos que aprovecharla para salir de la crisis», asegura Víctor.
Sacar adelante un negocio de estas características te consume las 24 horas del día. Sin embargo, la satisfacción es plena cuando ve que su sueño se materializa. «El corcho es algo nuestro, lo tenemos muy cerca y durante todo el año, de octubre a abril la ?curruca? o corcho de más baja calidad y de mayo a septiembre, durante la campaña, el corcho bueno». Tras dos largos años Corcho Los Alcornocales 2012 S.L ha visto la luz. Y Víctor solo tiene un deseo; « ahora ya está todo montado, lo siguiente es entrar de lleno en producción para ir comprando maquinaría más grande».
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