jueves, 6 de junio de 2013

Cosas del Pipeta: El agradecimiento de un pueblo

La "marea azul" en una feria de San Pablo de los años noventa.
Algunos me han dicho “Cristóbal sigue tú, que tienes tiempo, recordando lo que el tiempo se lleva, lo que el tiempo borra, lo que el tiempo envejece y mata; no dejes el recuerdo del tiempo en tres o cuatro generaciones, a veces,  muchísimo menos”. 
Otros callan, me miran, sin tan siquiera sonreír y callan; a esos les quisiera yo abrir su cráneo como hacen los buenos neurocirujanos, con maestría, profesionalidad y delicadeza, ver los pensamientos en su cerebro y, satisfecho,  volver a cerrárselo con una sonrisa malévola por haber descubierto el motivo de su silencio, de su mirada opaca, de su indiferencia o de su superioridad.

    ¡Cuánto se agradece el reconocimiento por una labor! ¡A nadie le amarga un dulce! ¡Cuánto se agradece un comentario, aunque sea para dar una opinión contraria, un consejo, una puntualización sobre algo, un…algo!
    Miro a mi alrededor y veo a tanta gente preocupada por que haya algo en el pueblo, porque el pueblo no sea un pueblo muerto, aburrido, mustio, soso... Los miro, como a esos que callan y miran, a los que me refería antes, y me veo como uno más de ellos; pero no quisiera ser igual y, esta es mi única forma de saber agradecer las cosas, decirlo donde todo el que quiera y pueda lo lea. Para que al menos, el que no se de cuenta; no el que no quiera darse cuenta, pues esa persona no tiene remedio: se remire, se meta en su interior y piense…, piense lo que muchas personas hacen por nosotros sin darnos cuenta siquiera de ello.
    Empezaré, por lo último, lo más cercano: esas catequistas, que por amor al arte (se puede decir) se tiran casi medio año enseñando el catecismo a los niños de aquellos padres que quieren que sus hijos hagan la Primera Comunión –a veces son los hijos los que lo piden-. Lo hacen, y me repito, por amor al arte, sin cobrar un céntimo; quitándose tiempo para su casa, su familia o de su descanso ¿Cuánto valor tiene eso? Solo se satisfacen con la alegría de los niños al verse con sus relucientes trajes, verlos ellas también y ver las caritas que ponen cuando prueban por primera vez la hostia consagrada, despejando el misterio de ese pan de Jesucristo, del que tantas veces le han hablado.
    Por esas otras personas, hombres y mujeres, -también niños- que durante varios meses –por amor al arte- ensayan y ensayan con su comparsa, su cuarteto, su pregón…., y después gastarse un dinero, que a lo mejor ni recuperan –seguro que no-  en hacerse o comprarse el disfraz correspondiente. Trasnochar, a veces sin encontrarse bien, para ir aquí o allá; ¡y lo más importante, cumplir con su pueblo, cantar a su pueblo, por los que han trabajado en su tiempo libre, en las tardes-noches, noches, después de trabajar, cansados…! Y a veces, sino fíjense - por si no lo habían hecho ya- a muchas personas de su pueblo, solo les interesa meterse el “pelotazo” de turno en el bar hablando con unos y con otros, molestando al que si quiere oírles ¡que pena, no…! Y ellos, esos carnavaleros que trabajan para los demás ¡en lo que más le gusta, sí!, repiten uno y otro año, con esa perseverancia tan digna. Tan digna de que tengamos en cuenta y sepamos agradecerlos todos, al menos con el silencio, los vítores y los aplausos. Después personalmente, cuando nos los topemos en la calle, o en el bar, o donde sea, uno a uno o como sea, hacérselo saber, aunque sea con un tortacito en la espalda.
    Por esos otros que hacen teatro, que organizan marchas, juegos para los niños; les entrenan para el fútbol sala, etc.etc.
    Por los que, en cuanto termina una feria, ya están pensando en preparar las cosas para la del año siguiente, con todo el entramado que eso lleva…, sea arriba o sea abajo.
    Al igual que los que nos preparan esos tan discutidos Talleres por la Paz; e incluso a los que ponen dinero para cualquier tipo de evento, muchas veces de su bolsillo ¡Qué no los hay…! ¡Sí, si que los hay, me consta…!
    Por ese otro que ha investigado por y para el pueblo, lo que nadie hizo anteriormente, creándole historia, entidad y respeto.
    Por el que crea una página en Internet –gane algo o no, me da igual- donde ya todos pueden hallar este pueblo que nadie encontró siquiera en los mapas.
    Por el que echa fotografías gratis, o nos hace vídeos, aunque sea para su página, pero a nosotros nos sale gratis y nos vemos, y nos gustamos –o a veces no-.
    Por todo aquél que, solo o en grupo, realiza cualquier otra actividad en beneficio de la comunidad sin pedir nada a cambio. O el que pidiéndolo se extralimita en demasía buscando el bien para su pueblo.
    Por todas las asociaciones que sin ánimo de lucro, realizan actividades beneficiosas para San Pablo de Buceite. E incluso por aquellos que se creen que si hacen algo se lo deben de agradecer al menos...; y…,  a todos aquellos otros que se me hayan olvidado.

Un abrazo a todos, hasta otro día, si me lo permitís.

Cristóbal Moreno Romero "El Pipeta"
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5 comentarios:

CURRO JARILLO dijo...

GRACIAS, CRISTOBAL POR SER COMO ERES ; POR SEGUIR SIENDO UN TIO COJONUDO Y POR TODOS ESTOS ARTICULOS TUYOS QUE NOS HACEN SENTIR CADA DIA MAS SAMPABLEÑOS Y RECORDARSELO A LOS QUE LO OLVIDAN DE VEZ EN CUANDO.
UN ABRAZO. CURRO JARILLO (CURRITO).

Dolores Gonzalez dijo...

Muchas gracias Cristobal por la parte que me toca. Primero por ser catequista, yo lo hago con todo el amor del mundo y lo seguiré haciendo siempre que pueda(y mis compis Amalia, Alberto y Marife estén contigo por supuesto)y que me lo permitan. Y por la parte chirigotera que me toca también lo hago con toda la pasión que se le pueda poner a algo y por supuesto por mi segundo pueblo San Pablo y por su gente.

Anónimo dijo...

Tú, Curro, Currito para los amigos, eres el menos indicado para dármelas; YA QUE YO A TU LADO SOY EL PAJE Y TÚ EL REY. Pero no me voy a contradecir ahora -"¡A nadie le amarga un dulce¡"-
¡Muchas gracias amigo!
Cristóbal.
¡Ah!, y perdona por lo de anónimo, es lo que se lleva.

Anónimo dijo...

De nada Dolores, y perdona por poneros como el primer ejemplo. También por olvidar poner "chirigotas",en vez de comparsa, cuando me di cuenta ya la había mandado, que es lo que sois todos hombres, mujeres y niños de este pueblo...¡unos chirigoteroooooos muuu cojo..., y lo otro lo de las mujeres, que no se como se dice... !.-
Tampoco me amarga este dulce, pero llevar tantas cosas a la vez como tú y otras personas lleváis si que es tener dos......¡coño,de lo que sea...!
Un abrazo
Cristóbal
También lo pongo anónimo, sabes, en memoria de todas esas personas que como yo lo hacen. Digo, como yo, para que todo el pueblo se entere, porque fui el autor material del anónimo con doblez de "guardias civiles pa arriba, municipales pa abajo...."

Amalia dijo...

Muchas gracias Cristóbal,nunca he buscado el reconimiento, pero como tu dices a nadie le amarga un dulce.También gracias por el reconocimiento a tantas personas que hacen tanto por nuestro gran pueblo y que no nos damos cuenta de el esfuerzo que supone organizar cada uno de los eventos que se celebran.Por mi parte tengo que decir que lo poco que hago, lo hago principalmente por los niños,que me encanta estar con ellos.Claro siempre con este grupo que casualmente nos hemos reunidos Alberto, Dolores, Marifé y que también nos coordinamos.Mi consejo es que sigas con tus articulos, que tanto nos gusta leer,y que hagas por este pueblo lo que te dicte el corazón que estoy muy segura que todo lo que hagas será bueno.Felicidades por tus palabras.
Amalia.