Nota de prensa del Ayuntamiento de Jimena.
Hace varias semanas se produjo un incendio en una de las márgenes del río Guadiaro a su paso por la población de San Pablo de Buceite, de origen por determinar.
Como consecuencia del mismo, árboles frutales de las fincas colindantes quedaron calcinados; además de que podía haber causado graves problemas en edificaciones colindantes.
Desde esta Corporación Municipal demandamos a la Autoridad Hidráulica Andaluza correspondiente una adecuada y efectiva limpieza de las márgenes en el río Guadiaro y sus afluentes Genal y Hozgarganta; así de ese modo, se evitarían los graves problemas y accidentes que pudiesen surgir en la época estival. La proliferación de maleza en las márgenes aumenta mucho más el riesgo de incendio y sobre todo desde que la legislación es más restrictiva en cuanto a la práctica tradicional de los agricultores en combatir las malas hierbas en sus linderos con productos fitosanitarios.
Como consecuencia del mismo, árboles frutales de las fincas colindantes quedaron calcinados; además de que podía haber causado graves problemas en edificaciones colindantes.
Desde esta Corporación Municipal demandamos a la Autoridad Hidráulica Andaluza correspondiente una adecuada y efectiva limpieza de las márgenes en el río Guadiaro y sus afluentes Genal y Hozgarganta; así de ese modo, se evitarían los graves problemas y accidentes que pudiesen surgir en la época estival. La proliferación de maleza en las márgenes aumenta mucho más el riesgo de incendio y sobre todo desde que la legislación es más restrictiva en cuanto a la práctica tradicional de los agricultores en combatir las malas hierbas en sus linderos con productos fitosanitarios.
En definitiva, los trabajos de limpieza y desbrozado en las zonas del río se han de acometer directamente por la Administración Hidráulica Andaluza responsable de la misma o autorizar a los propietarios de las fincas estas tareas, a fin de adecentar una franja que presenta un estado lamentable de abandono, por la proliferación de maleza, con el riesgo consiguiente de incendio, como el ocurrido, y particularmente en la época veraniega.
Del mismo modo, el crecimiento de la vegetación y aportación de sedimentos en el cauce del río produce, en épocas de precipitaciones, la inundación de fincas y edificaciones colindantes; acarreando daños materiales, humanos y el impacto en la flora, fauna y vegetación de ribera que ha colonizado la zona. Por ello, las actuaciones que debería acometer la Administración Hidráulica Andaluza deberían ser más efectivas y no la inadecuada gestión a la hora de abordar los trabajos durante esta pasada época invernal, para que el cauce vuelva a su estado anterior y, más aún, que lo expuesto no suponga un obstáculo al paso del agua.
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