Los trabajadores pagaremos la crisis provocada por el sistema económico internacional, bancos, especuladores y ricos riquísimos, según nos anunció nuestro desinflado presidente Zapatero, y para los que no va a tomar ni una sóla medida para que pagen lo que ellos mismos han provocado.
Por otro lado el juez Garzón ha sido suspendido de su puesto por el consejo General del Poder Judicial a petición de ultraderechistas y falangistas españoles, defensores de los asesinos franquistas, por querer investigar los crímenes de la dictadura a que la que fue sometido nuestro país durante 40 años. Estamos en el punto de mira de un mundo atónito. Y es más que evidente que a Garzón lo habrán suspendido aquí en su país, pero también es seguro que de aquí saltará al olimpo de la justicia internacional, donde no nos cabe la menor duda tendrá las manos más libres para impartir su justicia.
Así las cosas sigue de “rabiosa” actualidad aquella canción de los primeros años de democracia, que muchos coreamos y cantamos, “El lobito bueno”.
Del cantautor Paco Ibáñez, ídolo de la canción protesta de aquellos años y naturalmente censurado por el franquismo, con la letra del bello poema del escritor y poeta catalán José Agustín Goytisolo.
EL LOBITO BUENO
Érase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos.
Y había también
un príncipe malo,
una bruja hermosa
y un pirata honrado.
Todas estas cosas
había una vez.
Cuando yo soñaba
un mundo al revés.
Por otro lado el juez Garzón ha sido suspendido de su puesto por el consejo General del Poder Judicial a petición de ultraderechistas y falangistas españoles, defensores de los asesinos franquistas, por querer investigar los crímenes de la dictadura a que la que fue sometido nuestro país durante 40 años. Estamos en el punto de mira de un mundo atónito. Y es más que evidente que a Garzón lo habrán suspendido aquí en su país, pero también es seguro que de aquí saltará al olimpo de la justicia internacional, donde no nos cabe la menor duda tendrá las manos más libres para impartir su justicia.
Así las cosas sigue de “rabiosa” actualidad aquella canción de los primeros años de democracia, que muchos coreamos y cantamos, “El lobito bueno”.
Del cantautor Paco Ibáñez, ídolo de la canción protesta de aquellos años y naturalmente censurado por el franquismo, con la letra del bello poema del escritor y poeta catalán José Agustín Goytisolo.
EL LOBITO BUENO
Érase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos.
Y había también
un príncipe malo,
una bruja hermosa
y un pirata honrado.
Todas estas cosas
había una vez.
Cuando yo soñaba
un mundo al revés.
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