jueves, 2 de julio de 2009

Guerra del agua en Tesorillo, por Martín Blanco

Leído en Noticias de Tesorillo y Secadero. Por su interés reproducimos esta noticia.
En los últimos días estamos viviendo unos acontecimientos que, desgraciadamente, como vulgarmente se suele decir; "no tienen por donde cogerlo"
El señor presidente de la Comunidad de Regantes D. José Sánchez González, arbitrariamente y sin el mas mínimo estupor, a su manera de entender, pretende llevar a cabo la irresponsable decisión de obligar a sus "acérrimos enemigos" como el los califica; del cierre de los pozos para el sustento del riego por el sistema de goteo o mejor dicho "riego controlado". A cambio, les exige el inoportuno, anacrónico, descabellado y derrochador sistema caduco del riego por inundación con el consiguiente desperdicio del bien del agua.

En San Martín del Tesorillo, afortunadamente para un número importante de agricultores con el minimo coste posible y el gran ahorro del preciado bien del agua, además de obtener una fruta de bastante mejor calidad, nos arriesgamos con cargo a nuestro bolsillo; implantar este novedoso sistema.
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-Imagen de la Junta de Extremadura-

Ello no nos exime de la obligación por la que tengamos que pagar las aportaciones para el mantenimiento de la Comunidad de Regantes, en la proporción de 30 euros hectárea, atendiendo tantas como la Comunidad estime necesario.
Probablemente, la menor parte de los agricultores obviamente por la razón que sea, que no viene al caso dar opinión; lo vienen haciendo de forma tradicional, algunos e incluso de manera descontrolada, que además, tienen ahora el privilegio de regar su finca en un plaza lo más corto posible, gracias a la peripecia de los que nos decidimos hacerlo desde nuestros respectivos pozos.
¿Donde radica el problema? D. José Sánchez González, en uso de su supuesta autoridad, se propone como objetivo, fastidiar al regante que de la mejor manera posible pretende el ahorro del agua.
Esta decisión caciquil y dictatorial, puede desencadenar una guerra sin razón, en el consumo del agua.
Por desgracia, nuestros campos carecen de la infraestructura adecuada para todo tipo de sistema de riego, sea por inundación o por goteo.
SETECIENTAS CINCO HECTAREAS, en su gran mayoría de naranjal, es la obligatoriedad de surtir a los agricultores censados entre los canales de Esparragal y del Pacheco, con un recorrido desde su nacimiento hasta el final de más de 30 mil metros de longitud. O sea, 30 kilómetros de los cuales la mayor parte es de tierra.
Así están las cosas en la fértil e inigualable vega del Guadiaro.
Las imágenes que doy a conocer, lo dicen todo por si solo.
Martín Blanco.

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