El Ayuntamiento de Jimena va a comenzar en breve la recuperación del antiguo puente del García Bravo, una construcción que en tiempos fuera el acceso al núcleo de población desde la carretera que lo unía con Ronda y Algeciras pero que lleva varias décadas en desuso y en mal estado. El puente servía para sortear el arroyo García Bravo antes de iniciar la ascensión hasta las primeras casas habitadas.
A pesar de su abandono, la estructura se ha mantenido en pie y ahora el Ayuntamiento pretende acometer su rehabilitación y transformación en una zona de ocio y esparcimiento. Para ello se cuenta con una subvención de 80.000 euros concedida por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
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Los primeros trabajos a desarrollar, que se iniciarán en cuanto el caudal del arroyo facilite las labores, consistirá en la retirada de toda la maleza acumulada en el propio puente y sus alrededores. También se retirarán los bordillos de piedra que protegían a los viandantes ante posibles caídas al río. Estos, cuyo estado no garantiza su seguridad, serán sustituidos por barandas de hierro forjado.
El entorno también habrá de ser sometido a diversos trabajos, como la construcción de un muro de contención en la zona más alta, que afiance el terreno.
Por último, se procederá a la instalación de un sistema de iluminación, a la plantación de especies arbóreas autóctonas en detrimento de los eucaliptos que actualmente existen en la zona y a la colocación de papeleras, bancos y resto de mobiliario urbano.
Según informó el concejal de Obras, Fernando Gómez, el objetivo es el de hacer atractiva esta zona de la ribera del García Bravo como lugar de paseos. De hecho, el puente se convertirá en el inicio del camino peatonal conocido como “caminito amarillo”, que une el casco histórico con la Estación.
A más largo plazo, según indicó Gómez, se pretende crear un estanque artificial en el que se introducirán especies características de este ecosistema.
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