lunes, 23 de marzo de 2020

"La condena de María", por Salvador Delgado Moya

Imagen viral: En Italia un abuelita de 95 años, curada de Coronavirus.
Alma Clara Corsini ha ganado esta batalla para darnos esperanzas.
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LA CONDENA DE MARÍA

Y así continua María.

De un tiempo hacia acá ha perdido la noción del tiempo, porque el diazepan ya no le aporta ninguna utilidad.


Ella que siempre mezclaba la vitalidad con el positivismo; de ahí esos ojos con desparpajo; de ahí esas arrugas bellas;  de ahí esas preciosas comisuras perennes en la boca...

Las galletas empachadas de leche se las toma casi al mediodía y raciones gratis de tila a cualquier hora. Desvelos nocturnos y sueños diurnos.

No puede seguir haciendo crochet porque le falta hilo blanco y el monstruo está fuera, esperándola con guadaña en mano...Veinte veces al día visita la cocina, ya ha pasado tres veces la fregona al aseo. Tras el cristal de su pequeña salita, ve a un gorrión acicalarse, respirando libertad, saboreando la primavera, y ella, ella entristece...

¡Con lo que ella ha sufrido, ha vivido y ha padecido! ¡Y ahora esto! En ocasiones habla en voz alta preguntando cosas que ella misma se contesta, así disimula esa pequeña ansiedad que se le acumula a todo lo que ya tiene.

Descansa sobre un sofá orejero cerca de una mesa-camilla. Allí sus manos arrugadas pasan una y otra vez las fotos de su juventud, de sus hijos, de sus nietos, de su difunto esposo... ya no necesita pasar las páginas del álbum humedeciéndose la yema de los dedos, esos dedos los necesita para frotarse los ojos y secarse ese tumulto de lágrimas que desbordan esa preciosa cara arrugada.

No en sus peores sueños, podría imaginar su situación actual. Enjaulada entre recuerdos y sollozos, tristeza hipotecada y desesperación encubierta. Hasta los geranios están tristes, porque los ojos que los miran están grises, dependientes de una primavera amarga, quizás la más amarga de su vida.

Hoy llueve, caen gotas sobre la hierba, desapareciendo en la tierra, es así como la pureza, la esencia, la necesidad, se desvanece en la nada, pasando a otro plano, dando valor al recuerdo, a la morriña, a lo que fue, y ya no es...

Casi no enciende la tele, porque sabe que las noticias no son muy halagüeñas, y ella está conociendo muy de cerca el miedo, ese miedo despavorido, silencioso, venenoso y cauteloso, ese miedo que le está haciendo perder la vida a pasos agigantados.

Sabe que cuando suene el móvil  que le regaló su nieta, debe pulsar la tecla verde, esa es la tecla de la esperanza, del anhelo, de la que produce una voz temblorosa sin darse cuenta; esa tecla que le produce, cuando termina, esos lloros incontrolables; esa tecla que produce un repentino chute de felicidad en vena, un repentino chute de alegría en el alma...

¡Y ya son las ocho de la tarde-noche! Ya mismo escuchará esos aplausos lejanos, lo que no sabe muy bien porqué lo hacen, no está segura si son muestras de agradecimiento o por el contrario, son aplausos de despedida para esos inocentes que diariamente están yendo a un viaje sin retorno, sin apenas despedidas, haciéndolos aún mas frio de lo que son...

Y tras los aplausos, se escucha una voz joven y potente cantando, en el estribillo se aprecia que dice “resistiré”. Si, resistiré. Resistiré si me envían fuerzas, y sobre todo, si me me envían motivos para seguir, para obtener un ocaso con un mínimo de dignidad.

Escuchó un golpe en la puerta, asustada y cautelosa, se acercó hacia ella y observó como alguien había dejado una carta en el suelo, la cogió, y con manos temblorosas se dispuso a leer...

.- Hola abuelita. Soy tu nieta y te echo mucho de menos. No quiero que estés triste porque todo esto pasará, es cuestión de tiempo. He estado hablando con Dios y hasta él está confundido y confinado, no se explica cómo las personas nos complicamos tanto nuestra corta existencia, pero bueno, lo he tranquilizado y ha dejado de llorar.
      
.-Sabemos que esto nos puede quitar la vida, pero lo que jamás nos quitará es el deseo de abrazar, la necesidad de besar; de demostrar nuestra solidaridad más pura; de saber como es el dolor cuando no nos podemos sentir juntos; de fabricar esperanzas de la nada; de reír después de llorar; de susurrarte al oído cuánto te quiero... por todo esto y mucho más abuelita, ayer,hoy y siempre serás mi reina, mi motivación, mi consecuencia y mi propósito...
     
 .- Por eso, te digo que te quiero sin límites. Aguanta, cuenta los días para volverte a abrazar. Tu nieta que te ama.

        María, se secaba las lágrimas. Y comprendió que lo más valioso de esta vida es el amor. Que ese amor perdurará entre las personas durante toda la eternidad, entre los que están y los que nos dejaron. Que ni las catástrofes, ni las pandemias, ni las guerras, imposibilitarán que María y su nieta, algún que otro día, se vuelvan a abrazar, y  llorando de felicidad se diga una a la otra: “eres mi motivo de vida, por eso te regalo mi amor”...

Y ahora que vengan todas las pandemias que quieran, que ahí sigue María...
       

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias ahora que estamos encerradas a los que escriben en el Buceite por que el día es muy largo y nos entretiene.
Los que mas me gustan son Salvador y José Antonio muy bonito lo que escribe
Los otros también los leo así que escribir cosas y muchas gracias
Carmen

Anónimo dijo...

COMENTARIO PARA LA "CONDENA DE MARIA"

A mi,  que soy otra asidua y lejana  lectora, me gustan tus relatos de familia, de la vida misma. Así que enhorabuena Salvador.
Y, como no encuentro otro sitio más actual dónde dar mi opinión, he escogido tu entrada para hacerlo. Se trata de hablar de otro estupendo escritor y visionario CRISTÓBAL MORENO EL PIPETA, y viene al caso lo de visionario, porque hace pensar sobre el más allá,  sobre el Dios naturaleza, y, como un "encomendado, un enviado, por sus premoniciones", yo, que leo con ansia sus aportaciones,  me voy quedando pasmada, de como se adelanta a los tiempos y nos venía, nos viene,  avisando como si fuera un espiritista de lo desconocido, de que la Naturaleza se está cansando de nosotros, y viene un adelanto -con el Cobid-19-, que nos demuestra un mínimo de su poder: "¡UN AVISO A TIEMPO!", que nos hará cambiar rectificando la dañina trayectoria que el humano trae en contra de lo que todo lo domina y guía. Perdonadme pero es mi sincera opinión tras releer una y otra vez, ciertos retazos de sus escritos, que en tal sentido parecen encaminarse:
Así empieza, el 28-10-2016, con EL LLANTO DE LOS ALCORNOCALES, antepenúltima y última estrofa. Sigue el 14-01-2017 en UN CUENTO "EL PRINCIPIO DE LABERINTO Y FIN", línea 16 del penúltimo apartado. Continúa vaticinado en "LOS INSECTOS DE LA LUNA", último verso. El 18-07-2019 escribe "LÁSTIMA DE SOCIEDAD", última estrofa: "Ay!, qué lástima de sociedad con manos de jabón, ¡que fácilmente se le desliza esa paz y ese amor!" ¡¡Manos de jabón...!!, una de las armas actual y efectiva, para defendernos el Cobid-19. ¡Se estaba adelantando...! Y sigue:
01-10-2019 en "CHIRIBITAS BLANCAS", un planeta basurero de la Tierra, ¡estamos acabando con nuestro planeta, contaminación pura que aquí ya desborda!. Y finalmente, com un ultimo aviso, el pasado 21 de noviembre 2019, nos remata con sus "DINOSAURIOS ENGREIDOS", y el arrepentimiento del Planeta tierra de haber creado al último tipo de humanos, nosotros,  y la "¡necesidad de acabar otra vez con esta especie humana, tal como hizo con los dinosaurios!"
Último aviso, "el más diminuto ser, un virus, el Coronavirus -Cobid 19-, sería suficiente para exterminaros,  inconscientes, que sois unos inconscientes", y nos recuerda como acabó con los dinosaurios.
¿No es esto premonición? Yo creo que sí,  estaba siendo un mensajero, solo que, de un pueblecito demasiado pequeño.

Anónimo dijo...

A mi me gusta una muchacha que escribe cosas muy cortitas pero no sé quién es ni me acuerdo de su nombre. Hace tiempo que no pone nada. Vamos

Cristóbal Moreno dijo...

¡Venga ya mujer...!
Muchas gracias, pero una cosa es la intuición y otra le deducción. La premonición en muy normal en ciertas personas, pero de ahí a predecir para adivinar son cosas de adivinos como Nostradamus y lo escribió en parábolas
a imagen de Jesucristo. También en la mente de Rodriguez de la Fuente, por encima de los animales, estaba el deseo de cambiar el rumbo que llevamos los humanos, y dicen, que precisamente eso le mató, y que su muerte no fue accidental. No era él nada de lo aquí expuesto, era un hombre de ciencias que entendió el funcionamiento de la naturaleza a la que no podría cambiar, pero si al hombre, y se equivocó. Pero si que es verdad que no se para de joder a la Naturaleza, tal como la conocemos aquí en el planeta Tierra, pero nos olvidamos de que el desconocido Universo es también Naturaleza y/o quizás ¿parte de ella?.
No obstante, gracias, gracias por leer con tanta atención mis relatos, sin embargo te diré, en confianza, que soy consciente de que me falta maestría literaria para escribir todo lo que siento, y que solo intento hacerlo como mi difunta abuela, narrarla tal como puedo y sé.

Anónimo dijo...

Me acuerdo de Pacurro que escribía muy bonito de cosas normales de la vida pero desde que es juez no lo veo. Será incompatible???