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Miguel Ángel Ibarra Marín ha vuelto a Medina Sidonia para asegurar que, en contra de lo que dicen sus denunciantes, sí es cura.En el transcurso de la entrevista en "Vaya Mañana", el "falso cura" se ha atrevido a demostrar otra de sus facetas: el cante por rancheras.
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"Vaya mañana" ha estado con Miguel Ángel Ibarra Marín en Medina Sidonia, donde ha vuelto para asegurar que, en contra de lo que dicen sus detractores, sí que es sacerdote. Miguel Ángel cuenta con el cariño de sus vecinos a pesar de que fue apartado de la parroquia después de que Colombia, de donde procede, revelara que su documentación era falsa y que nunca fue ordenado.
La llegada de Ibarra Marín a la diócesis de Cádiz y Ceuta se produjo en octubre del 2017, en virtud de un acuerdo firmado con el arzobispo de la archidiócesis colombiana de Santa Fe de Antioquía. El pretendido sacerdote, presentó la documentación correspondiente, que le fue aceptada, y se le dió destino. Primero en Jimena de la Frontera , un municipio del Campo de Gibraltar, donde actuó como párroco durante un año. En octubre de 2018 fue destinado a Medina Sidonia.
La archidiócesis de Santa Fe de Antioquía, a partir de dudas existentes sobre la autenticidad de la documentación del cura, llevó a cabo a una investigación en la que concluyó que su presunta ordenación, en 1998, no existió. Eso no fue un obstáculo para que Ibarra Marín ejerciera como sacerdote durante 20 años en varias diócesis. Primero en su país y luego en España.
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