jueves, 6 de octubre de 2016

Poema: "La aguja de tu pajar", por Cristóbal Moreno El Pipeta

LA AGUJA DE TU PAJAR

Hoy he visto en mis ojos
una mirada que no reconozco:
una mirada vacía, sin sentido,
una mirada muerta en la muerte
y terrorífica en la vida,
que mira desde el inframundo
de un cristal...



Hoy en visto en mi cara:
miedo,
ira,
maldad,
asco y desprecio.

Hoy ha nacido en mi:
la vergüenza de ser,
las dudas en pareja,
el desamor,
el amor propio,
y el fuego de los celos.

Hoy no he sido yo
Hoy he temido de mi
Hoy he temido por mi
Hoy he temido a Dios:
“¡Hasta que la muerte os separe!”

Hoy he visto lo que no se ve,
lo que solo se siente.
Hoy he visto el ojo de una llave
que tú guardabas...,
¡y el de la aguja
de tu pajar!.

 "¡ Muy bien, pero por favor, déjame hablar, soy tu pareja, déjame decir algo distinto!
¡¡SOCORRO!

Cristóbal Moreno "El Pipeta"

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Grande y profundo ¡Chapó!
Como siempre y ya es costumbre
que Cristóbal "El Pipeta”
sus poemas nos regale
a los lectores de Buceite.
Gracias amigo y maestro
sigue a todos deleitándonos,
es un placer el leerte.

Un abrazo y saludos

Antonio.-EndC. 06.19.16

La que aún te quiere, tu esposa dijo...

¡Muy bien, muy bonito...,
pero por favor déjame hablar,
soy tu pareja,
déjame decir algo...,
algo distinto!:

¡¡SOCORRO!!

Anónimo dijo...

El espejo, que intrigante
y mucho más intrigante
si analizo su reflejo.
Cuándo al espejo me miro,
a la imagen que hay dentro
parece que le causo miedo.
No es que salga ella corriendo,
¡Pero, me mira tan serio!
Que le pregunto intrigado:
¿Yo a ti que es lo que te he hecho,
que me miras revirado?
(que es, lo siguiente de enojado)
Pero nunca me contesta,
sigue mirándome fijo,
como si hiciera una apuesta;
ver, quién de los dos aguanta más.
Y siempre, siempre soy yo
quien tiene que desviar la vista
o el que tiene que darse la vuelta.
Le he hecho fotografías
con una cámara oculta
y lo que captan las fotos
no es mi imagen,
esa es la imagen de otro.
Las he mostrado a familiares
y a muchos de mis amigos.
Todos me dicen lo mismo:
-Se parece un… algo a ti
le respondo:- Ese soy yo,
ese es mi yo en un espejo,
no lo quieren admitir,
todos dicen que:
Aunque se parezca a mí,
que son de otro ser distinto.
Intrigado me ha tenido
mucho tiempo cavilando.
A uno tras otro he mostrado
la foto frente a un espejo.
Reacciones, todas iguale,
en el reflejo de la foto,
todos me han reconocido.
He querido rizar el rizo,
he puesto un espejo frente a otro,
a metro y medio de distancia;
y entre los dos espejos
he introducido la foto.
El resultado ha sido,
muchos cientos de reflejos,
lo mismo en uno
que, en el otro de los espejos.
Con una particularidad,
que el reflejo de la foto, si soy yo
y el reflejo de ese yo
en el otro espejo, no.
El reflejo de ese reflejo otra vez sí
y así sucesivamente,
No sé cuántos reflejos puede haber
puede que sean el infinito,
pero lo que sí son cada vez
un poco más pequeñitos.
Creo que la imagen que de mi veo
reflejada en un espejo,
no es como me ven los demás.
Es una imagen muy extraña,
como girada ciento ochenta grados,
o como si fuese transparente
y mi rostro desde atrás viese.

11 marzo 2013.

Antonio.-EndC. 06.1016

Anónimo dijo...

Antonio, en ese estado que quiere hacernos ver Cristóbal El Pipeta, no se ve al que está frente al espejo, se ve el rostro de un hombre demonio; de un hombre desquiciado por los celos (si es que eso es un hombre), inseguro y valiente, tan valiente entre los cobardes que llega a matar a un ser humano que es su novia, su esposa, su amante o su compañera, justificándolo en el amor que por ella sentía: pero más bien es porque solo la quería para él y para su ego repleto de egoísmo y celos, pues ya no hablamos de engaños, hablamos de dependencia total, por tanto un cobarde ante la vida sin ella.
La necesidad de ella, entiendo, es el ojo de la llave (que abre y cierra las puertas), o sea la necesidad de salir y relacionarse con otras personas, no para engañar al esposo, sino para entrar en el mundo de las relaciones amistosa de otras personas. Ella ha de estar cautiva en su hogar a la espera del hombre de la casa.
El ojo de la aguja en el pajar, creo entender que es lo que pincha una aguja traspasada por un hilo o cabo con el que se cose y ata a una pareja hasta que la muerte los separe. Y en sus manos está el poder de la muerte: cobarde matándola, valiente y cobarde matándose después, para no quedar solo y perdido como una aguja en un pajar.
Buen poema y como tú dices grande y profundo.

Anónimo dijo...

Socorro......Pero quienes son Pipeta y el del Corchado?? Los Machados de San Pablo??

Cristóbal Moreno dijo...

No son poetas como Machado,pero si son personas de San Pablo o de Algeciras que no se esconden como, tú tras un anonimato, para escupir odio.

Anónimo dijo...

No es odio Cristóbal. Yo no odio a nadie, el odio es un lujo el cual yo no me lo puedo permitir, entre otras cosas por que no me da la gana de hacer uso de ese pecado capital, lo dejo para los políticos.
Le pudo disculpas si le he ofendido, pero es que sus escritos son tan largos que la verdad se hacen un poco pesados, igual que los de Podemos hacen unos escritos interminables que aburren a las estatuas. Un saludo

Cristóbal Moreno dijo...

Me gustan las personas que reconocen sus errores,está disculpado. Pido, brevemente,también sus disculpas.