sábado, 14 de marzo de 2015

"Dignidad", por Manuel Mata

Dice una canción de Serrat que “a menudo los hijos se nos parecen y nos dan la primera satisfacción”. Exactamente eso debe pensar Jordi Pujol de sus siete hijos ya que, menos Mireia que se dedicó a dar clases de ballet y ahora es fisioterapeuta, el resto le salieron alumnos aventajados.
Bolsas con billetes de 500 euros a Andorra, control en las concesiones de ITV, proyectos urbanísticos de la Generalitat sin concurrencia pública, múltiples tramas inmobiliarias y diversidad de negocios turbios en paraísos fiscales.

Cuán difícil se me antoja para jueces y policías destejer la tela de araña, desentrañar el entramado de redes, detectar empresas superpuestas, destapar el cabildeo y los grupos de presión que a lo largo de 30 años ha construido esta familia con el resultado de millones de euros  -a su favor- entre cuentas corrientes, activos financieros y propiedades.
La ciudadanía asume ya los casos de enriquecimiento ilícito y fraude fiscal  como algo consustancial a la clase política y sus aledaños. Se quejan de desafección, pero la percepción generalizada es que la macro-corrupción no se castiga de forma proporcional a su gravedad. 
 La dignidad de las instituciones catalanas y por extensión de este país, está estos días en juego.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Si Mata, pero en todas partes cuecen habas.

Anónimo dijo...

Sii obvio, pero el mensaje pienso es: como asume la ciudadanía los casos de enriquecimiento ilícito, que de tanto cocer habas , todo lo vemos normal.

Anónimo dijo...

todos chorizos y sinverguenzas pero ya veras como no les pasa nada asin es la justicia en este pais solo injusticias para los pobres es lo que nos hemos buscado viva el pp y tambien el psoe

Anónimo dijo...

Sí buen artículo, añadir que también la dignidad de Andalucía está en juego, después del caso de los EREs y la Formación, todo ese entramado todavía nos afecta más a los andaluces que lo de la familia Puyol, también hay que hablar de esa dignidad.

Anónimo dijo...

Decía un amigo mío
que en paz descase, ya murió,
que esto pinta mal, muy mal,
pero que la cosa, tiene solución.
Con muy poquito dinero,
con muy poquita inversión,
ya que, las farolas están puestas
y el hiscal de tres ramales
sea de esparto o de pita
es un artículo muy barato
o, en su defecto la soga
sea de cáñamo o de nailon.
Yo siempre le decía: No hombre,
no hay que ser tan extremista
no hay que ahorcar a nadie.
Él casi a gritos me decía:
Pues… búscale otra solución
La verdad que no es nada fácil
pero tenemos... a Cabrera,
esa pequeña isla que hay
al sur de Palma de Mallorca.
Allí quizás no quepan todos
pero habría que comenzar a poblarla.
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17.05.16
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Antonio. -El niño del Corchado-