ANDRÉS MACHADO
Entrevista al alcalde de Castellar Juan Casanova
La Almoraima, el mayor latifundio de Europa con más de 13.000 hectáreas, que el Gobierno del PPpretende vender ahora como antes quiso hacer el PSOE, ha puesto de moda a esta pequeña localidad de apenas 3.000 habitantes en pleno parque natural de Los Alcornocales. La Junta ha encontrado en la finca un arma arrojadiza con la que avivar la confrontación con el Gobierno. Sin embargo, al mismo tiempo que defiende la titularidad pública de La Almoraima, el PSOE se niega a ceder al Ayuntamiento la explotación municipal de otra finca, Majarambú. El alcalde, Juan Casanova (IU), ha iniciado un encierro para reclamar su gestión.
Pregunta.- Usted llegó aquí en 1999 y La Almoraima ya existía. Tras 30 años de gobiernos del PSOE en el pueblo y en la Junta ¿no hubo tiempo de protegerla y evitar su privatización?
Respuesta.- Es cierto que puede parecer extraño que ahora exista tanta preocupación. La gestión pública de La Almoraima ha dejado mucho que desear, es la opinión que hay en el pueblo, por lo que si todos defendemos lo público es para que se ponga en práctica otro tipo de gestión.
P.- ¿En la actualidad, qué se hace en la finca?
R.- De momento, cuidar vacas, cultivar lo que estaba subvencionado con fondos europeos, caza mayor y poco más. La verdad es no se ha diversificado la actividad y parece que se deja morir.
P.- La realidad es que se ve usted y su pueblo en el centro de una vorágine exagerada.
R.- Pues sí. Pero hay que recordar que Castellar tiene una tasa de paro muy alto que ronda el 35%. Eso me preocupa, y con una gestión adecuada la finca puede aportar mucho al pueblo. La Almoraima es Castellar.
P.- Pero una vez que entran en escena el PP y el PSOE, a usted y al pueblo lo dejan de lado...
R.- Pues sí. Nosotros empezamos a movilizarnos en verano, cuando supimos que el Gobierno quería vender.
P.- Y ahora Majarambú. Ahí el PSOE rechaza la explotación municipal porque la finca es de la Junta.
R.- Es una traición y denota un interés partidista. Se retrataron en el Parlamento cuando no apoyaron una propuesta de IU. Tenemos un proyecto de actividad agroecológica que incluso ha sido alabado por la Universidad de Córdoba. La declaración de la finca como monte público se hizo antes de la votación.
P.- Vamos, que le han mareado.
R.- Está claro. Me han tenido de Sevilla a Castellar para nada, espero una reunión urgente con la consejera de Agricultura y también que el PSOE se retrate en el pueblo. Además pido a IU que siga presionando para lograr la gestión de Majarambú. El PSOE ha sido desleal y ha engañado al pueblo.
P.- ¿Servirá de algo este encierro?
R.- Ya lo veremos, de momento es un gesto con el que queremos dejar claro a la Junta que nos parece una puñalada por la espalda que se impida la explotación agroecológica. Dicen que sólo permitirán usos forestales y ganaderos, pero podrían descatalogar la finca para que vuelva a ser agrícola.
P.- ¿Este conflicto puede romper la unidad política y social en torno a La Almoraima?
R.- Espero que no, pero el PSOE debe dejar clara su posición. Es obvio que el movimiento de La Almoraima nació aquí, lo lidero yo pero por consenso y podemos decir que fue un movimiento real. Para nostoros sería idóneo incorporar La Almoraima al patrimonio municipal y desde aquí diseñar lo que queremos. El problema es que, en realidad, la finca no se conoce ni en Madrid ni en Sevilla. Se habla mucho de patrimonio natural y de que la mejor manera de conservarlo es que la gente esté sustentada en ese medio, pero no se produce en la medida necesaria para tener valor añadido. No hay voluntad por parte de la Junta para que eso ocurra.
P.- ¿A qué se refiere?
R.- A la ampliación que pretende llevar a cabo en el parque. Yo pregunto: ¿qué van a hacer para que la gente se quede en la zona? ¿Cuánto dinero va a invertir? Son asuntos importantes a los que nadie responde y sin embargo toman decisiones que nos vienen impuestas.
P.- Desde IU gobierna la Junta, también le han caído a usted reproches por su postura sobr la finca.
R.- Sí, me las llevo todas (risas). Bueno, se puede decir que no soy un político al uso, no tengo apego al sillón y entiendo que lo más importante es la defensa de mi municipio.
P.- Al PSOE le ha indignado que se haya reunido con el mi nistro Cañete para aborar la situación de la finca. Le acusan a usted de no jugar claro.
R.- Esas cosas ni las tengo en cuenta. Claro que hablo con el ministro, porque hay muchas cosas de las que podemos beneficiarnos con la parcela. Aunque mi apuesta es lo público no me niego a desarrollos turísticos, inversiones y proyectos que puedan beneficiar a Castellar.
P.- En 13.000 hectáreas hay sitio para todo: proyectos agrícolas y también campos de golf...
R.- Pues sí, de eso se trata, de tener claro qué queremos y qué beneficios obtendrá el pueblo. El Gobierno, que es el propietario, puede vender, pero si ingresa 300 millones qué supone eso para Castellar. Eso es lo que quiero saber. Hay que evitar la especulación o que sea algo privado de algunas fortunas que tengan esto como distracción para sus amigos.
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