lunes, 26 de julio de 2021

Pascual Collado en una entrevista en el diario ABC : "En mi familia el duelo dura más de ochenta años"

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Leído en el diario ABC. Por su interés reproducimos esta entrevista.

Pascual Collado: "En mi familia el duelo dura más de ochenta años"

Era un 6 de octubre del 36 cuando al abuelo de Pascual Collado le dieron el tiro de gracia en las inmediaciones del cementerio de Jimena de la Frontera (Campo de Gibraltar, provincia de Cádiz), en el paraje que los lugareños llaman el Arco del Reloj del Castillo.

"Lo fusilaron antes de llegar siquiera al camposanto, y lo sacaron de la cárcel del Ayuntamiento, atado. Y junto a tres compañeros de presidio, entre ellos un chaval, Sebastián Conde Godino, al que mataron a escasos metros de su casa por el 'pecado' de repartir pasquines republicanos".

Pascual, entre las brumas familiares, recuerda que su abuelo era un empresario de "simpatías republicanas, agnóstico. Gran lector que animaba a la lectura a sus trabajadores". Alguien "sin afiliacion política alguna. Sólo un comercial de harinas y trigo" en esa zona, la llamada 'novena provincia de Andalucía', que fue de las primeras a las que alcanzó la sublevación militar. Acaso porque la Bahía de Algeciras era la única zona donde podían desembarcar las tropas nacionales. 

Ante el cariz de las algaradas, el abuelo de Pascual, Pascual Collado Jiménez, de 47 años, tomó la decisión, como muchos vecinos, de "refugiarse con su mujer y sus cinco hijos en el monte" de alcornoques que circunda Jimena de la Frontera en espera de la calma. Sin embargo, "en lugar de huir a Málaga por el camino de Manilva y por Casares, tomó la decisión fatal de volver al pueblo". Pascual cuenta que, indagando, pudo enterarse del motivo de la ejecución de su ancestro: "choque con fuerza pública" según reza en el certificado de defunción. Ni juicio sumarísimo ni nada: el "primer fusilamiento" en el pueblo que quedaría en la memoria de Jimena por los llantos del joven Sebastián cuando atronaron los disparos que se escucharon en todo en pueblo menos en la casa del propion Sebastían, donde su madre andaba dormida y consumida tras tres días de insomnio y angustia por el paradero de su hijo. 

Pascual ha leído en esencia la Ley de Memoria Democrática que el martes aprobó el Consejo de Ministros y piensa "que nunca es tarde, ni siquiera 85 años después, si se cumplen los objetivos. Se le debe (la Ley) a muchas personas que se han quedado en el camino". Él "se reconoce" en la normativa, está "contento" con ella, aunque confiesa que sobre la misma puede sobrevolar un velo "de desinformación del que, en alguna medida, todos hemos sido responsables". Quizá porque hay trabajos memorialistas "muy rigurosos" y "otros que no lo son tanto", si bien ha sido sido "la persistencia de los movimientos memorialistas" la que ha conseguido que vea la luz esta ley "que viene a mejorar" la que en su día promovió José Luis Rodríguez Zapatero. De hecho, Pascual quiere que en la tramitación parlamentaria de la ley se pueda blindar "su dotación presupuestaria, y que esto sea una prioridad como ocurre con las pensiones. Algo que no quede al albur del Gobierno de turno". 

Respecto al contenido pedagógico que contempla la ley, y cuando se le pregunta si puede haber proselitismo, es taxativo: "Es necesario que los jóvenes tengan los conceptos claros de lo que pasó en este país". 

Sin embargo, no puede ocultar su "satisfacción" por lo que entiende que es un "pilar" que corresponde al Estado y, para ello, pone el ejemplo de los norteamericanos, "un país que mueve cielo y tierra para encontrar los restos de sus muertos" en todas las guerras. Arguye que en su familia "no ha acabado el duelo" y lo ejemplifica en "el sufrimiento" que siempre "arrastró" su padre, que dejaba unas "flores en el lugar" donde, andando el tiempo, algunos testigos revelaron que se produjo su fusilamiento. En "el Arco del Reloj del Castillo" de Jimena. Antes de llegar al cementerio.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Y cuántos más van a durar en otras? ¡Si es que el duelo termina con la localización y desentierro y nuevo entierro digno!
Tú lo has conseguido por tu insistencia y abnegación, te admiramos por ello, posiblemente ser político y alcalde del pueblo donde está enterrado ha influido, y gracias a ti, otras familias (con su familiar-es enterrados en el mismo lugar), también lo consiguieron, pero..., y siempre hay un pero: hay tantas familias por toda España sin lograrlo, que sólo les falta (caso de que supieran la ubicación de la fosa), abrirlas ellos mismos con pico y pala, y no lo hacen porque normalmente hay más huesos y merecen el respeto que la carne no tuvo.
Enhorabuena porque lo has conseguido para honra de tu familia. Seguiremos luchando ciegos y sordos,o simplemente, resignados ante la impotencia.

Firman: Los huesos y los corazones rotos o moribundos.