domingo, 6 de febrero de 2022

"Pasionaria León Díaz, una jimenata que sobrevivió al franquismo", por Ignacio Trillo

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PASIONARIA, UNA JIMENATA QUE SOBREVIVIÓ AL FRANQUISMO Y SIGUE EXISTIENDO CON UNA GRAN LUCIDEZ

Hace unos días, junto a Andrés Rebolledo de la Casa de la Memoria Histórica de Jimena de la Frontera, entrevistamos a Pasionaria León Díaz, jimenata de noventa y tres años, hija del dirigente de la CNT local durante la II República, Sebastián León Rubiales y de madre, Milagros Díaz Sánchez, mujer librepensadora que el amor a su pareja le costó romper lazos familiares por su condición de pertenecer a una clase media alta. 

Tres horas contándonos su vida desde que nació, su infancia feliz en el pueblo, donde había que comer, sus amigos… Hasta que llega el golpe de Estado del 18 de julio. Le pilla con siete años en la feria de La Línea de la Concepción cuando tiene lugar la entrada cruel de "los moros" de Franco que habían desembarcado en Algeciras, que al principio creían los niños que eran la cabalgata disfrazada, hasta que empezaron a disparar en todas las direcciones viendo caer al suelo numerosas criaturas enmarcadas en charcos de sangre. Logran escaparse y se esconden en el campo a la salida de la ciudad hasta que el día siguiente con luz huyen andando hasta Jimena haciendo los treinta kilómetros.

Tres meses después, otra vez “los moros invasores” entrando en Jimena. La huida a pie con su madre embarazada, su padre y su hermano menor Servet. Ella la llama no Jüía sino "que nos echaban de nuestro pueblo y nos separaban de nuestras familias". Andando hasta Estepona, después llegan a Fuengirola, donde nace su hermano Liberto.

Los fascistas toman Málaga y a correr nuevamente por la terrible carretera a Almería. solo chupando caña de azúcar como única comida y entre bombas durante ocho días. Otra vez andando a Alicante, a Gerona, al pueblo de Serra donde en enero de 1939 nace su otro hermano, Fermín, porque el hermano del padre había muerto en el frente de Teruel con ese mismo nombre. Y “como los invasores seguían avanzando” el paso andando a Francia, a Toulouse, y el padre al campo de concentración de Saint Cyprien.

Después llegaría el retorno a Jimena porque los echa la gendarmería francesa porque vienen los nazis de Hitler, menos al padre, que se queda apenado en tierra extraña. Al llegar a Jimena, los esperaba el cura: "una mierdecilla que no media dos cuartas desde el suelo que les quita los nombres a ella (le ponen Isabel, pero ella muy orgullosa, cada vez que le decían bajo el franquismo que tenía que firmar, ponía “Pasionaria”)  y a sus hermanos, Servet (pasó a llamarse Pedro) y Heliberto (Alberto)…"porque no eran nombres de santos cristianos, nos decían, como si eso nos importase…”

Y por medio Pasionaria cantándonos canciones revolucionarias de aquella época. Una heroína y un documento histórico que se ha filmado de enorme valor testimonial. Pedazo de mujer, de compromiso y de solidaridad con los demás y  lúcida para que no se olvide lo que pasaron y "lo malo que eran", "yo no volví a ver a mi padre más, el pobre murió en Francia de tanto dolor por no ver a los suyos".  Y a continuación nos sacó la correspondencia postal que mantuvieron donde en algunas cartas se veía el sello de "pasado por la censura militar".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mucho dolor. Malditos sean siempre los que causan dolor a los más débiles

Unknown dijo...

Sólo ella sabe lo mucho que pasó y las penas que aún hoy las recuerdas en carne viva.