jueves, 11 de junio de 2020

La Asociación Corazón y Manos entrega 360 kilos de comida al ayuntamiento de Jimena

Nota  de prensa del ayuntamiento de Jimena.
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CORAZÓN Y MANOS ENTREGA 360 KILOS DE COMIDA AL AYUNTAMIENTO DE JIMENA DE LA FRONTERA

- A raíz de la crisis sanitaria, la empresa Clece, a través de su asociación Corazón y Manos, ha realizado una colecta de alimentos entre sus empleados para los más afectados.

- En el municipio de Jimena de la Frontera se han recogido 360 kg de comida que han sido entregados al Ayuntamiento y que hará llegar a los que más lo necesitan.

Durante la crisis sanitaria, la paralización de la actividad económica en el país ha provocado que muchas familias se encuentren en situación de desamparo. En algunos casos, la situación es aún más crítica al perder por completo los ingresos que mantenía a las familias a flote.

Ante esta situación de emergencia es indispensable que la solidaridad se haga presente en nuestras ciudades, para ayudar a aquellas personas que están pasando necesidad en estos momentos. Por este motivo, Clece, a través de su asociación Corazón y Manos, está llevando a cabo una campaña de recogida de alimentos de manera local, con el compromiso de ayudar al entorno más cercano, donde más se necesita.

Esta campaña anima a sus empleados a donar la cantidad de alimentos que quieran y, al finalizar la recogida, la empresa, a través de Corazón y Manos complementa esta donación doblando la cantidad que se haya recogido. De esta forma, en la localidad de Jimena de la Frontera se han recaudado, junto con la aportación de Corazón y Manos y la colaboración de Rutesa, un total de 360 kg, que el Ayuntamiento hará llegar a las familias que están pasando por una situación de necesidad. Antonio Bernal, gerente de Clece en Cádiz, comenta que “ante una situación de emergencia como la que estamos viviendo, los empleados de Clece no nos hemos quedado de brazos cruzados y hemos querido actuar realizando esta donación para ayudar a aquellas personas que están pasando por un momento complicado”.

Durante una semana, tanto auxiliares como familiares de usuarios del Servicio de Ayuda a Domicilio de Jimena de la Frontera, gestionado por Clece, han ido aportando su granito de arena hasta llegar a la cantidad donada.

Al igual que en Jimena de la Frontera, esta acción se está realizando en otros Servicios de Ayuda a Domicilio gestionados por Clece de la Provincia de Cádiz.

Clece, con una plantilla de 1.200 empleados en la provincia y más de 85 000 empleados en España, Portugal y Reino Unido, trabaja para mejorar la calidad de vida de más de un millón de personas a través del mantenimiento y limpieza de edificios, cuidado de entornos urbanos como parques y jardines y gestión de servicios sociales como residencias para mayores, escuelas infantiles y el Servicio de Ayuda a Domicilio. En Cádiz, además del Servicio de Ayuda a Domicilio en Jimena de la Frontera, también presta este servicio en otros municipios de la provincia. Además, también gestiona tres escuelas infantiles, así como una residencia de Mayores en San Roque.

El éxito de Clece no reside solamente en su modelo de negocio diversificado, sino en su fuerte compromiso social. Fruto de esta inquietud surge en 2017 la Asociación Corazón y Manos por iniciativa de un grupo de trabajadores de la empresa. Esta asociación tiene la misión de apoyar a personas en situación de emergencia social del entorno más cercano, contribuyendo al bienestar, a través de proyectos solidarios. Corazón y Manos también colabora con asociaciones del Tercer Sector en la atención a colectivos socialmente vulnerables, como personas en riesgo de exclusión social o víctimas de violencia de género.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Todo mi agradecimiento a la asociación "Corazón y Manos", por el esfuerzo de la colecta de alimentos entre sus empleados para los más afectados. No entiendo por qué se mezclan el nombre de una empresa, con una asociación de sus empleados.

Un poquito de humor.- La foto del artículo donde se ven a todos con las mascarillas y el local lleno alimentos, me ha recordado e Motín de Esquilache.

La prohibición de vestiduras.

"Una de las medidas fue la prohibición de la tradicional capa y del sombrero de ala ancha. Se decía que era muy fácil esconder armas pues podía tapar casi por entero el rostro de una persona. Estas medidas fueron las que colmaron la paciencia de los madrileños. Todo ello sumado a los aumentos de los precios de los alimentos básicos, quizá la razón fundamental".