sábado, 27 de junio de 2015

Dos lógicas visiones

Dos artículos, dos visiones de los escritores Antonio Díaz y Cristóbal Moreno "El Pipeta".

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NEGRAS DUDAS
Por Antonio Díaz González (Club de Letras – Revista Speculum)

            NO sé a qué viene tanto revuelo. Entiendo el trabajo de los guardias civiles, son personas como tú y como yo y hacen su trabajo, acatar órdenes. Se ganan el pan, el suyo y el de sus hijos, como tú y como yo, ese pan que a duras penas consigo y que veo peligrar. 


En realidad soy un mar de dudas, porque a veces pienso que quizás deberíamos aceptar la valla y entender de una vez por todas que el mundo es así: unos a un lado y otros al otro. Además, tampoco estoy seguro de que esa gente vaya a respetar mi cultura y la de mis ancestros. Ya ves, dudas, dudas y más dudas… Aunque sí tengo una certeza: en cuanto se me curen las heridas volveré a intentarlo de nuevo.
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UN PASO HACIA ATRÁS 
Por Cristóbal Moreno “El Pipeta”

            Y recorrí mil kilómetros a pie; ya no me quedaban sandalias, anduve con mis zancajos descalzos por el abrupto suelo, mi piel no se quemaba, ardía…: furiosa, impotente, insensible al sufrimiento.

            Sola estaba mi alma tirando de las riendas de la malograda vida; ansiaba…; buscaba sin embargo un rayito de sol templado que siguiera ilusionándome una y mil veces con ese utópico paraíso incrustado en mi mente. Aunque estuviera tras una alambrada de espinos soñaba…: en el origen de cien pelotas de goma por segundo. Allí, donde los cuentos no son ni negros ni blancos y se aúnan en una mezcla de colores y razas.

            Eso es lo que vi entre el gentío, cuando lleno de hematomas el cuerpo, rajadas mis manos y pies, ensangrentada la ilusión, los verdes que antes disparaban pelotas me abrigaron delicadamente con una manta: “centrada por una cruz a la que no aspiro, roja como la sangre de todas las razas”.

            A las puertas de este supuesto vergel, como si estuviera traicionando mi religión, el chamuscado vello se me erizó -al repelerme debido a mis creencias- ese contacto con la cruz, pero aguanté su calor ante la imperiosa necesidad de ser admitido por no ser uno de ellos; y cuando si me acogieron, pude llegar a entender lo que difieren las historias a una y otra orilla, y lo que separan las fronteras y las religiones.

            El tiempo todo lo ha suavizado, y me doy cuenta que para vivir aquí también has de currártelo porque nadie da fácilmente nada. Aunque siempre hay algo que puede remediar la escasez.  Existen muchas posibilidades, y por ellas puedo evolucionar, porque me he integrado en un país con unos derechos que jamás tuvimos ni yo ni mi familia; a la que ahora mando un poco de dinero –para vosotros es mucho-.

            Esto no es el paraíso, pero se acerca más a él. Donde estoy, todas las personas tienen sus derechos, “Estado de Derecho” le llaman, democracia, libertad: donde hay muchos de estos derechos y también obligaciones. Aquí se mira por la dignidad de las personas y se intenta cubrir al máximo sus necesidades. Y cuando digo personas me refiero a ambos sexos.

            Yo me encuentro muy bien, salvo muy pocas excepciones todos me han acogido como uno más; ya tengo mi autorización de residencia, solo me faltáis vosotros, mi familia: no os preocupéis que en cuanto pueda os traeré conmigo.  Aquí el ser racista está penado por la ley -“todo el mundo es igual ante la Ley, sin distinción de raza ni religión”- dice su constitución (la máxima ley, de donde se desprenden las demás).

            Deseo que todo siga igual, como hasta ahora, aunque tengo una honda preocupación: que seamos confundidos con los fanáticos que actualmente están azotando estas tierras europeas y el mundo entero. Fanáticos hermanos de nuestra religión que la interpretan a su forma, extendiendo el terror por todo el mundo con su Yihad.

  ¡Es el hombre el que se aprovecha de los dioses para enfrentarse entre ellos¡

            Tres atentados graves con muchas víctimas han ocasionado hoy en Francia, Tetuán y en Turquía. Espero que Europa no piense en la solución de los Reyes Católicos, cosas así son las que buscan para aniquilar su historia.

3 comentarios:

Alinando (Antonio Díaz) dijo...

Siempre hay quien aprovecha las aguas revueltas para dar salida a sus prejuicios. Magnífico texto Cristobal, en el que, desde mi modesta opinión, consigues meterte en la piel de esas personas que nos acompañan en el deambular de este mundo tan amplio de horizontes como estrecho de caminos y fronteras.

Muchísimas gracias por permitirme asomarme a este blog tan vivo y seguido. Es un placer compartir texto contigo. Un abrazo.

Unknown dijo...

¿Cómo felictar por escribir la cruda realidad?, pero a pesar de... Son dos magníficos escritos, llenos de la dureza y esperanza de una realidad que nos entristece y sonroja a los seres humanos.
La sensibilidad de los escritores , que dicen en voz alta, lo que muchos piensan, pero callan, hacen que escritos como estos, sean quizas una pizca, un grano de arena, para que las noticias de tv, se vean con más conocimiento de la realidad.
Un abrazo para Antonio y Cristobal.

Anónimo dijo...

Antonio, el niño del Corchado

Olas y alambradas se alían
para impedir invasiones,
olas y alambradas a una
diezman a quienes deciden
llegar a tierras Europeas,
(a la tierra prometida,)
buscando trabajo y pan,
buscando un poco de justicia y paz,
lo que en muchísimos países,
a los suyos se les niega.
Quizás vengan engañados
ya que a ellos les mintieron,
diciéndole que aquí había,
lo que allí, nunca tuvieron.
Ahora veo con amargura,
veo con preocupación,
que nuestros hijos emigran
y en los países de acogida,
cuando crean que es aluvión,
o un española invasión,
les pueda pasar lo mismo,
que al otro lado los reciban
con alambradas de espinos,
de espinos y concertinas
y con pelotas de goma.
¿Para que eso les ocurra
hemos aquí, engendrados hijos?

11.02.16

Antonio –El niño del Corchado-