domingo, 11 de julio de 2021

"Memorias de Juan López Morales desde el exilio, VII Parte", por Ignacio Trillo

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Segundo capítulo de la autobiografía del republicano en lo que se refiere al papel de los españoles exiliados en Francia en la Segunda Guerra Mundial, donde se describen las técnicas de resistencia que empleaban frente a la ocupación alemana de gran parte del país galo:


"Memorias de Juan López Morales desde el exilio, VII Parte

2ª Parte. Juan López Morales y la Segunda Guerra Mundial

Los refugiados republicanos españoles que nos hallábamos fuera de los campos de concentración franceses en los lugares donde trabajábamos para este país, fundamentalmente en la agricultura y en las granjas, habíamos sido detenidos por la gendarmería del régimen de Vichy que vergonzosamente nos entregaron a los alemanes ocupantes de gran parte del territorio del país galo. Al día siguiente de hacernos subir a un ferrocarril de mercancías especializado en el transporte de caballos y de ganados, hacinados en sus vagones como si fuéramos animales, sin asientos ni aseos, comenzamos un viaje lleno de incertidumbres con ignorado paradero como destino. Observamos que el tren se paraba en Hennebon, departamento de Morbihan, donde se hallaba el famoso campo de trabajo obligado nazi llamado Laguer Franco.
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LEER ARTÍCULO COPLETO EN EL BLOG DE IGNACIO TRILLO HUERTAS:

https://ignaciotrillo.wordpress.com/2021/07/07/7a-parte-memorias-de-juan-lopez-morales-07-07-2021/

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno, Ignacio, y gracias por esta labor inconmensurable que estás haciendo recuperando esa memoria histórica tan necesaria para saber de donde venimos y hacia donde tendríamos que ir.

Cristóbal Moreno dijo...


Veo todas esas caras llenas solo de caras
Veo todas esas miradas mirando la nuestras
Veo todas esas muertes mirando a la vida
Veo a la vida mirando su pasado futuro
Veo su pasado presente mirando de frente
Veo todo eso y más buscando una alegría .
Busco sobre la inmovilidad perenne del gesto
una chispa de esperanza, una luz a sus vidas y,
apenas veo a una muesca de sonrisa mustia.

Y veo penas, necesidades, miseria en sus ojos
Remiro y veo, angustia, mucha pena y miedo
Observo una por una a esas personas y si, veo
Veo una película que ya pasó pero puede verse
Puede verse en cualquier cine de terror
Puede verse en cualquier país en guerra
Pueden verse ¡todas!, en la naturaleza humana.
En la de ayer y en la de hoy, aquí y allá y alli...
Allí y aquí,  donde nunca ocurre nada, agora.

Una simple foto y solo veo caras que tuvieron:
nombre y cara, cuerpo y vida, genes y ADN;
sentimientos, deseos, ilusión, y almas tristes.
Todas tienen esa misma edad para nosotros
Personas desconocidas allí ausentes ellas
Solo tienen ese día en aquellos años perdidos
Tan perdidos como ellos, las noches y las vidas
Se perdió tanto como tantas veces las vidas
desaparecen con o sin sus nombres acuestas.

¡Atentos, qué no solo estamos viendo pasado,
el pasado con vida es el mismo que el futuro,
que un futuro con ellas cambiando las cosas!

Y vuelvo a mirar la foto y veo lo que veían:
Veían solo a un fotógrafo, y con él se fueron.
Se fueron con el dueño de una utopía quieta
paralizada para siempre pero no eternamente
Nada hay eterno en todo lo que parece serlo
pese a que muchos Trillos y más historiadores
se empecinen en ello por debajo de "Dios".

Sin embargo hay que reconocer que esto solo
lo puede pensar, ver, escribir  y dibujar un humano con una cámara, un lápiz y/o un pincel, el resto es cosa de ese dios natural.
Nosotros solo podemos darle vida virtual,
por ahora...,  aunque podamos imaginarla.
¿En el ágora?