miércoles, 26 de mayo de 2021

"Debemos de escuchar la voces de petición de socorro que salen de nuestra campiña", por Enrique Alonso

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Debemos de escuchar las voces de petición de socorro que salen de nuestra campiña



Mi nombre es Enrique Alonso, muchos me conocéis personalmente o por mis artículos en buceite.  Quiero escribir unas palabras como homenaje a la belleza de estos lindos pueblos que forman Jimena, lo hago por responsabilidad y compromiso que tengo con ellos, después de que me acogieron durante 52 años, también para aquellos ciudadanos que no le llegan  la llamada de SOS de nuestra campiña.

Todo empezó un día de octubre de 1969, tenía 13 años, vivíamos en Madrid y mi padre nos dijo que por su trabajo nos iríamos a vivir a un pueblo de Cádiz que se llama Jimena de la Frontera, recuerdo que fui a buscar un mapa para saber dónde estaba ese pueblo. Cuando llegamos y subimos por la calle Sevilla, lo primero que sentimos al llegar a Jimena fue miedo, no estábamos acostumbrados a calles tan empinadas.

Mi primera vivienda fue en frente del Ayuntamiento, allí estuvimos unos años hasta que nos fuimos a la Estación de Jimena. Al principio pensábamos que esta situación era provisional, nada los unía con Andalucía y mucho menos con Jimena, toda mi familia estaba en Madrid y en Albacete, Pensábamos que, en unos años, esto sería agua pasada y retornaremos a nuestras raíces ¡Pero no fue así! Surgió la magia del entorno y de los jimenatos, mis padres pudieron laboralmente volver a Madrid, pero no quisieron abandonar este cálido pueblo, tanto por su clima como por su gente,  sobre todo por la belleza de la naturaleza que le rodea.

En 1975 mi padre se jubiló y se fueron a la ciudad de Albacete, a vivir el resto de sus vidas. Yo, con 20 años aprobé las oposiciones para maquinista de RENFE y me fui a Madrid. Pero ya llevaba dentro de mí, las tres drogas de Jimena, dicen: “Quien se baña en la charca del tragante, bebe agua regué y come piñonate, se casa en Jimena” Así fue, Un fin de semana vine de Madrid, me casé y nos fuimos a Madrid, donde trabajaba, por cierto, mi viaje de novios fue un mitin en Algeciras de IU como algo novedoso que nos traía la democracia, no me daba para más mi situación monetaria. En ese matrimonio me casé con una jimenata y con un pueblo.

En 1982 vine destinado a la Reserva de Máquinas de Algeciras. Con dos hijos tuve que tomar la decisión más importante de mi vida, el dilema era grande. Mi trabajo estaba en Algeciras y las opciones eran: Vivir en Algeciras a un paso de mi trabajo o vivir en Jimena a 40 Km de mi trabajo, Esto suponía que durante 40 años tendría que recorrer 80 Km en coche para ir al trabajo después de una jornada cansina. Mis dudas se resolvieron en minutos, quería que mis hijos vivieran en un entorno maravilloso como era los campos de los pueblos de Jimena.

Si esa decisión la hubiese tenido que tomar con los campos de los pueblos de Jimena llenos de placas fotovoltaicas, os aseguro que no estaría viviendo en Jimena. Quiero que Jimena siga enamorando a la gente como enamoro a mi madre, que se fue de un piso en Madrid con agua corriente, y todos los servicios que ofrecía una gran ciudad, a un pueblo que nos traían el agua  el jimenato  Esteban, con su burro llenos cántaros o búcaros, pero a cambio nos daban el cariño de su gente y la belleza de sus montes y campiñas, eso Madrid no lo daba.

He disfrutado durante 50 años del cariño y la belleza de este pueblo, una vida entera saboreando día a día los frutos de esta tierra, ahora que me quedan poco años para seguir saboreando los placeres que me ofrece esta generosa tierra, tengo que pensar en las generaciones que vienen detrás, tenemos que mantener esta belleza para que nuestros hijos y nietos puedan seguir disfrutando de este paraíso.

Sobre el horizonte de los pueblos de Jimena, asoman grandes nubarrones que nos anuncian que esta belleza tiene los días contados, unos pocos no podemos hacer mucho para que estos nubarrones no destruyan la naturaleza que nos dieron nuestros padres. Si todos alzamos nuestras voces para evitar este genocidio contra la naturaleza, estoy seguro de que lograremos parar estos megaproyectos fotovoltaicos.

NO A LAS MILLONES DE PLACAS SOLARES QUE NOS QUIEREN COLOCAR EN NUESTRA CAMPIÑA.

“Megaproyectos solares NO, gracias”

4 comentarios:

Gabriel Meléndez Muñoz dijo...

Mi muy estimado Enrique, yo cada vez que veo esos manchurrones de color blanco en los mapas me quedo loco, porque a día de hoy, sin un PGOU que defina de una vez por todas los suelos y que hacer en ellos, lo que gravemente perjudica la instalación de futuras empresas. Casi 30 años llevamos con esto, ¿favorece a la creación de empleo y desarrollo del medio rural?

De siempre hemos apostado por las renovables, tu lo sabes, que te voy a contar gran sabio y querido, como no, Enrique. Pero una cosa es la sostenibilidad, desarrollo, mediante un equilibrio a no poder más que primeramente, no dañe nuestro medio entorno, que bastante lo está sino echen una mirada a esos montes cercanos como Lapa, Jarilla, Canuto Largo, Benazainillas... que han perdido más del 70% de su masa forestal en apenas tres décadas.

Yo de niño, he visto esos montes con más arboleda, un bosque donde a día de hoy se pueden contar uno a uno los alcornoques que quedan. Este bosque, fue el primero del mundo al que se le aplicó una ley para su protección allá a mediados del siglo XVII (que gracias a unos estudios se dieron cuenta que para haber alcornoques hace falta que estén los robles andaluces (el Quejigo de toda la vida). Estamos hablando de un bosque, entorno, el de la cordillera Bética, creado gracias al movimiento de placas y, según los estudios, en la era Cenozoica (60-50 millones de años), al que para nuestra desgracia, le dan 5-7 décadas de vida.

De 50 millones hasta hace cien años o menos, que si mucho ingeniero por aquí y por allá, que si muchas medidas de protección y subvenciones para replantar de aquella manera (vayan a esos montes públicos para así verlo en persona), pues ni un cinco por ciento de esos chaparritos han salido adelante. Y como ya os comentaba en algún que otro comentario, hace sesenta años, se hizo un estudio de como afectaría el complejo industrial en la Bahía de Algeciras hacia Los Alcornocales debido a que en 200 días si no más al año, es el viento de levante el predominante en nuestra zona.

Desde entonces, se pierde arboleda, el bosque, arbustos, todo, antes de quedar como herrizas, donde ni brezos para las cepas, cortinas, sombrillas y, ni hongos siquiera, en una tierra yerma solo apta para érguenes y poco más. Cada año, menos calidad en las corchas, menos empleo y, si encima tiramos mierda como hace nuestro alcalde y palmeros contra lo poco que está generando empleo que son cítricos y aguacates favoreciendo de camino, la implantación de cuantas más placas mejor, pues yo no se, al final nos vamos a ver en los medios diciendo como hemos visto de la zona rural más despoblada, eso de que, ¡Jimena también existe! ¿Eso es lo que queremos? Cepsa ya estaba entonces detrás de toda ésta movida como alguna que otra multinacional que sesenta años después, quiere terminar por reventar nuestro entorno.

El no desarrollo, el no a la sostenibilidad y equilibrio, el no apostar por un futuro para la gente del medio rural, es igual, a perdida de empleo, despoblación, menos negocios, a una bajada enorme en el valor catastral que ayudado de camino jeje, por el impuesto de sucesión, pues nada, que se lo queden todo los bancos. Enrique sigue tú, que yo lo dejo por hoy. Saludos y a ver si nos podemos ver mañana por San Pablo. Saludos y un enorme abrazo.

E. Alonso dijo...

De todos mis artículos de opinión publicados tanto en tiojimeno como en buceite.com, este el único que nace desde mi corazón.

Tenía que alzar mi voz en auxilio de mi amada Jimena, que me ha dado todo en esta vida. Es un deber contraído por tantos años de felicidad. Para mí, Jimena es algo más que un pueblo, la considero como mi madre tierra, que ha alimentado mi existencia y la de los míos durante 50 años. Ahora que me llama y me pide auxilio, no puedo ignorar su llamada. Mi amada tierra de Jimena, aquí estoy para lo que mandes.

Gabriel, Ha sido un honor compartir ilusiones contigo y espero que volvamos a compartir esos días. Cuando uno se implica de forma desinteresada al servicio de los demás y a la gente no le llega ese esfuerzo, eso desanima, pero nuestro proyecto debe de estar por encima de la desilusión. El jueves me es imposible asistir a la asamblea de la plataforma en San Pablo. Nos vemos en la siguiente.

Moderato de Gades dijo...

En Diciembre de 2020 Ferrero Rocher pronosticó lo que iba a pasar en Jimena en 2021. Ferrero Rocher elige a Jimena para el concurso ‘Juntos brillamos más’ ¡Carajo! Que bien acertó. No habrá en España un pueblo que brille más que Jimena. De eso se encargará los millones de palcas solares que nos podrán.

Anónimo dijo...

Señor Gabriel Meléndez y Señor Enrique Alonso, estáis como los viejos, por tanto como yo, que me llamo Anónimo por lo de los palos recibidos.
No nos damos cuenta de que la senda es nueva, impecable, pero lleva a otros caminos, a otras carreteras, a otras autopistas o a otros abismos (cosas de Homos Sapiens). Ahí renacerán nuevas ideas (ya las estamos viendo), otros destinos, otras metas que, aunque parezcan las mismas (Repe: "cosas del Homo Sapiens" moderno), difieren en bastante porque es su futuro (el de los que nos van precediendo), y nosotros ya vamos al arrastre de ellos, nos oyen pero no nos escuchan, son otros tiempos (y es verdad) otra era muy distinta, ¿moderna? Lo parece, lo es, las tecnologias son distintas y más avanzadas: las viejas inservibles atrás se van quedando y, si acaso, en defecto o por no tener a mano la nueva, las utilizan pero hechan de menos las más efectivas: las modernas.
Asi es con nosotros, los viejos, y siempre verán más (evolución) los errores que los aciertos, que también fueron en sus días logros tecnológicos y con ello nuevas y (supuestamente) evolutivas las ideas y la política sin darnos cuenta, respecto a la política,  que nacieron de otras civilizaciones mucho más antiguas que la presente.
¡Qué mundos vamos a salvar nosotros si ya no nos corresponde prontos a  irnos al otro barrio!
Dejémonos de tanto gritar, pelear, luchar, innovar y querer enseñar y dar ejemplos y, limitémosnos a responder y ayudar cuando nos pregunten (es decir, cuando nos utilicen como herramienta vieja), porque de la otra forma solo seremos "viejos chiflados vanangloriándonos y contando batallitas de viejos caducones" ¡Qué aún podemos aportar, pues claro que si!, pero cuando le hagamos falta y nos lo pidan porque los que van en vanguardia son ellos, los nuevos, los que poseen la fuerza, el arraigo y la voluntad, débil ya en nosotros.
¡¿Quiénes nos creemos que somos, Joe Biden?! ¿Cuánto podrá, fisica y cabalmente, seguir en el poder? Aportará,  claro que aportará!,  pero la mayoría de sus especiales aportaciones se quedarán en el camino cortadas por sus innumerables y coincidentes consejeros relucientes de plenitud y nuevas ideas acorde a la actual época con vistas a otras evoluciones impensables e inakcanzables ya por los inteligentes y apolillados bastones, resquebrajados constantemente por sus continuos achaques. Opinar, bueno..., opinemos como yo lo estoy haciendo ahora, pero dejando el camino libre, expedito para las crecientes mentes, con sus errores y sus virtudes tal como nos ocurrió a nosotros. Ya está bien de interferir y querer ser los centros de atención, dejemos que nos pregunten y si en algo somos libres de influenciar será cuando vayan a caer en un pozo sin fondo y podemos evitarlo, al menos intentar se que no caigan, a sabiendas de que aún así harán caso omiso para conicer esw fondo pese a jugársela,  porque ellos en todo  son y serán los quw mas se la jueguen, porque la nuestra ya está escriturada.
Con todo mi aprecio y admiración a ambos, atentamente, un amigo,

Perico el de los Palotes Trotamundo: caído, moribundo, rogando,  ¿por nuestro mundo?.